Misa de hip hop de Toteking, Delaossa y Ambkor en Bahía Sound en San Fernando
Conciertos
Los tres raperos se muestran entusiasmados por la vuelta a los escenarios y con el público devoto que reza letra a letra todo el espectáculo
San Fernando/"Hay que dar gracias a dios aunque no creas, porque esto es misa". Delaossa agradece volver a los escenarios y los fieles responden con devoción a su hip hop y al de sus compañeros de noche. Se rinden a él como han hecho con Toteking y con Ambkor, en un Salvaje Tour que pasa por el Bahía Sound de San Fernando con un éxito absoluto.
Comienza de tarde noche con un pletórico Ambkor que reconoce algunas de sus caras, "tengo un lado de chulo y otro sensiblón y el que escribe es el sensiblón". El artista catalán lo demuestra con Miedo, donde se abre y ensaña sus desvelos. Con una sinceridad aplastante sobre cómo esos miedos le hacen sentir, cómo intentar superarlos y cómo, a pesar de todo, reconoce que forman parte de él y los acepta. "Si el miedo me hace ser mejor lo acepto y me lo quedo. Porque el miedo fue el motor que me movió para cumplir mis sueños. El miedo a no llegar eso me hizo un guerrero", son algunos de sus versos.
De lo más íntimo a los problemas universales pasa Óscar de la Torre con La cabaña del árbol. "Aquí hay un hueco si quieres estar a salvo. Bienvenidos a mi cabaña en el árbol", rapea en un tema que habla de un refugio en el que no hay pérdidas, ni problemas familiares, desamor, mobbing, enfermedad, homofobia, maltrato animal o racismo. Un lugar de fantasía donde le acompañan los asistentes, jóvenes muchos, que aguantan las ganas de moverse, sentados, con distancia, con mascarilla. Les costará durante la noche pero solo darán rienda suelta a sus deseos en momentos puntuales.
La primera de Ambkor en Cádiz se salda con un resultado "espectacular", según sus palabras. Las pronuncia justo después de despedirse como mejor sabe "rapeando". El relevo lo toma con pocos minutos de diferencia Toteking. "Tote, Tote, Tote", grita al público cuando ya la salida es inminente, para calentar el ambiente. "Recibamos al puto rey con las manos en alto", invitan desde el escenario y los asistentes hacen caso. Se animan con ese movimiento, limitado por estar sentados, pero igual de entusiasmados. No se contienen en algunos temas, pero enseguida atienden a las normas y vuelven a sentarse, con la seguridad pendiente.
El sevillano hace su entrada triunfal con No hay manera, que la gente canta, en la que reivindica su personalidad frente a lo que el resto le exige. "La gente que me quiere me pide que yo cambie/ Pero no hay manera/ Vienen a mi vida queriendo enderezarme/ Pero no hay manera/ Yo sigo siendo yo, nunca nadie va a cambiarme/ Yo sigo siendo el único que puede juzgarme", comienza este tema contundente en una tendencia que mantiene los siguientes versos. Y en realidad toda su obra.
El artista insiste en la necesidad de cumplir las condiciones de seguridad, encantando como está de este segundo bolo del año en el que actúa, después de la parada del Salvaje Tour en Granada. "Oye, Cádiz, libera el estrés", canta y los asistentes le hacen caso, algunos dando botes, esporádicos, eso sí.
Toteking repasa éxitos de toda su carrera en un repertorio mezclado con temas nuevos. Se escucha Ahora vivo de esto (2008), Brindis (2019), Matando la liga (2020), un remix del que forma parte Botines (2006). Woh (2006) o Mira cómo tiemblan (2018), Todo el Día Barras (2015), Dos días (2020) o la más reciente Tical (2021),que formará parte del próximo disco que previsiblemente sacará en noviembre.
Entusiasma al público escuchar "la distancia se mide con metros, el ruido con sonido,/ las muertes con féretros, y los años luz conmigo" de Woh; el "brindemos por lo que tenemos/ Por lo que queremos, por lo que aún no vino/ Por lo que costaba cuando nadie estaba y no había ni pa' abrigo/ Por los que estuvieron y luego se fueron con mis enemigos/ Por los que murieron, los que se quedaron, to' lo que perdimos" de Brindis; "familia es todo en verdad presumo/ Lo demás lo salto como el desayuno/ Quiero a mi hermano y a mi hermana más que a ninguno/ Con la boca llena de uvas dándoles besos el 31" de Todo el Día Barras.
Con letra reivindicativas, que recuerdan las raíces, las penurias, los momentos buenos, los momentos malos o a la familia, de crítica a personajes famosos, a la sociedad por su doble rasero, como denuncia "Se filtra un vídeo porno, Britney, y hunde tu carrera/ Se filtra uno mío y empieza una nueva (¡una nueva!)/ Soy un cabrón tan molesto como la Greta (¡como la Greta!)/ Se acaba el mundo si chasqueo el guante de gemas", de Matando la liga. Manuel González Rodríguez no deja indiferente a nadie. No quiere.
Cierra su propuesta con Sota, caballo y yo, tras salir del escenario y volver para complacer al público que grita "¡Tote, Tote, Tote", exigiendo su vuelta. Tras él se espera a Delaossa, aunque en este caso hay un parón entre actuaciones que los espectadores aprovechan para darse un respiro.
El rapero malagueño agradece estar sobre el escenario, del concierto como "una misa", de lo que se traduce que el hip hop es una religión y el público entregado, ya completamente comprometido, sus fieles devotos. Delaossa también tira de raíces y recuerdos en sus letras, del barrio y los suyos, de los sueños de riqueza y el verdadero éxito. Se nota porque comienza con Por nosotros con versos como "no corres de verdad hasta que lo haces por tu vida, niño/ Estuve entre el cielo y el infierno buscando equilibrio/ Y vi que abajo no estaban tan sucios ni arriba tan limpios/ Depende de cómo te muevas, como un patrocinio". Lo refleja La Placita con la que acaba por deseo del público con versos como "Con los niños, en el carro/ Soltando humo, vacilando/ Antes perdiendo, pero ahora ganando/ Antes agobiao' ahora con tiempo pa' gastarlo/ Pero sigo en el barrio, en la placita/ Bajo temprano con mi prenda favorita/ Hablando viendo cómo el humo se disipa/ Ready, por si mi hermano me necesita, yeh".
El público le canta hasta en dos ocasiones el futbolero "alcohol, alcohol...", y el artista ríe. Se le nota a gusto en el escenario de Bahía Sur desde el que entona Berlanga, 777, Dime cuánto, Bonita lana, Uh, mama o Si me quieren matar. Los versos de Raíces despiertan esa reacción del respetable. Quizás sea la mención de Cádiz: "One, two, three/ Uno es el amor, dos la fam, tres mi dream team/ Sigue con el four, five, six/ Cuatro por el cash, cinco hoes, seis el bling, bling/ Siete mis estrellas, Madrid/ Ocho por el sur, por Málaga y Cádiz/ 99 problems, Jay-Z/ Más de diez luchando para estar aquí". Un grupo de Teruel no quiere quedarse fuera y en varias ocasiones durante el concierto gritarán por su tierra.
Daniel Martínez de la Ossa se refiere al trabajo duro para lograr llegar al éxito, "han sido más de 10 años para llegar hasta donde estoy", y a los sacrificios, "no está mi familia conmigo" para luego entornar Lejos que acompaña el público cantando el estribillo. También se saben Me has dejado, que empieza con la voz grabada de Nicki Nicole. Se acuerda de Camarón por el Dicen de mí, que da titulo a un tema propio que dedica a "la gente que se sacrifica".
Con la advertencia de que toda historia se acaba también hace el amago de fin, aunque vuelve para ponerse ante el pie de micro para introducir, "esto llega al corazón o no llega a ningún lado", la canción Veneno. Vuelve a marchar Delaossa pero el público le hace volver para acabar con La Placita, que obliga a intervenir a la seguridad por el fervor de los fieles, que han rezado letra a letra, para contener su acercamiento al escenario.
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