“En Cádiz tenemos diez puntos menos de empresas por cada mil habitantes que la media española”

Javier Sánchez Rojas | Presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz

El presidente de la patronal gaditana advierte que uno de los retos que tiene la provincia es ganar “dimensión” empresarial, algo en lo que España va a la cola de Europa

Javier Sánchez Rojas, en la azote de la sede de la CEC.
Javier Sánchez Rojas, en la azote de la sede de la CEC. / Jesús Marín
Pedro M. Espinosa

30 de junio 2024 - 07:00

Cádiz/ Javier Sánchez Rojas, presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, ha hecho esta semana balance de cómo marcha la economía de la provincia en estos seis primeros meses de un año que ofrece signos de recuperación.

–¿Cómo se está comportando la economía en la provincia en este primer semestre del año?–Estamos recuperando datos importantes y volviendo a cifras de 2008 y 2009 en desempleados, en creación de empresas, en consumo… Hay sectores que están marchando muy bien. Llevo unos meses observando cierta italianización de la política, o de la sociedad española, en el sentido de que la economía va por un lado y los políticos, la administración y el Gobierno van por otro. Esto hay quien me lo discute, pero la época que estamos viviendo de confrontación permanente, desequilibrios territoriales e incertidumbre en otros momentos hubieran afectado más a la economía. Felizmente ahora parece que estamos preservando ese tema. Es un año con contrastes pero va funcionando, que es lo importante. Es verdad que el gasto de deuda pública se está incrementando con malos augurios, pero en esas estamos.–Una de las reclamaciones más recurrentes de la CEC es la mejora en las comunicaciones entre las provincias de Cádiz y Sevilla. Parece que el proyecto avanza pero lo hace a un ritmo demasiado lento.–Nosotros vamos a exigir un mayor ritmo. Son tres años para la redacción del proyecto, esto nos lleva a una duración de obra de cinco o seis años. Me parece que tiene que haber maneras de acelerarlo. Es una cuestión de urgencia. Pensemos en el deterioro propio de la autopista. Estamos en una situación límite. El firme está cada vez peor. Es buena noticia que se inicie un proyecto de esta envergadura, aceptamos que se empiece por donde está el principal problema, que es Sevilla, pero sin renunciar a que el trazado completo con un tercer carril en cada sentido llegue hasta Cádiz. La cuarta y la octava provincia en población de España no pueden estar unidas por una autopista que se ha quedado pequeña. Y todo esto sin olvidar la Operación Paso del Estrecho, que en verano son miles de coches los que llegan hasta Algeciras cruzando España. Me niego a aceptar como si fuera una maldición cuatro o cinco años más con este problema. Tiene que haber maneras de arreglar esto, como la ha habido para rehabilitar el puente Carranza en menos tiempo del que se planteó en un principio.–Hábleme de la creación de empresas en la provincia.–Aquí tenemos una importante diferencia. Las empresas nuevas, por naturaleza, son micropymes, que es nuestro perfil mayoritario. Numéricamente es una empresa más que se ha creado, pero más débil de potencia, infraestructura, creación de empleo que otras que han sido destruidas por la crisis del covid o la de 2008. El efecto sustitución numérica existe, una firma desaparece, otra aparece, pero evidentemente pensemos en empresas desaparecidas con 150 trabajadores, que tristemente las hay, y otras nuevas con dos o tres empleados. Hablamos de cosas diferentes.–¿Cuál es el perfil de nuestras empresas?–En su inmensa mayoría son medianas y pequeñas. De las 63.000 que tiene la provincia en números redondos, incluyendo autónomos, la mitad son empresas sin trabajadores, o sea, autónomos puros todos. Y hay unas 18.000 que tienen uno o dos trabajadores. Son microempresas. Es uno de los retos que tenemos en toda España, porque nos hace falta ganar dimensión, más empresas medianas, que es una de las diferencias que tenemos con los países europeos que nos llevan la delantera en este aspecto. Inglaterra, Francia o Alemania tienen como 15 puntos más que la media española de empresas con una veintena de trabajadores. Nos hace falta diversificar, ganar dimensión, y también tenemos otro problema, la densidad. En Cádiz tenemos diez puntos menos de empresas por cada mil habitantes que la media española. Y encima más demandantes de empleos porque tenemos una pirámide de población con más jóvenes. Por lo tanto, es algo así como la tormenta perfecta: menos densidad empresarial y más habitantes en demanda de empleo.–¿No cree que habría que darle más facilidades a los autónomos para que puedan sacar la cabeza a tomar aire?–Se les están dando, pero hay que darles más. Hay varias cosas que se han puesto en marcha, como la tarifa plana de la Junta de Andalucía, pero habría que hacer factible que uno empiece una actividad y es una montaña rusa porque siempre trabajar por cuenta propia asume un riesgo. Debería haber más flexibilidad a la hora de la cotización, pero es un acceso a la actividad que se está demostrando eficaz en Andalucía, hemos superado a Cataluña, algo que nunca antes se había dado.

"Tenemos que tomar nota para intentar evitar que conflictos como el de Acerinox se repitan”

–¿Qué siente tras ver resuelto el conflicto en Acerinox después de varios meses de huelga?–Satisfacción por el acuerdo, por el desenlace. Y por dejar de tener la preocupación diaria de un conflicto que ha sido mucho más que un conflicto de una empresa, mucho más que un conflicto laboral de un determinado sector. La satisfacción también por la finalización de 137 días de huelga, con una votación de los trabajadores. Esto no implica que tampoco dejemos de analizar y de ver el contexto y cómo hemos llegado hasta aquí, como se ha desenvuelto un conflicto que ha sido un tanto atípico y en el que todos los agentes sociales, económicos, y también políticos del Campo de Gibraltar y de la provincia, tenemos que tomar nota para intentar evitar en el futuro que estas circunstancias se repitan.–Uno de los sectores económicos más importantes de la provincia es sin duda el turismo, ¿le preocupa que haya algún tipo de demonización del sector?–No me preocupa con respecto a Cádiz porque está en el debate nacional e internacional. No nos estigmatiza ni nos sanciona como territorio.

"El turismo es la industria de la paz, y por supuesto que los conflictos armados afectan a la economía”

–¿Qué postura tiene la CEC sobre esa supuesta tasa turística que algunas administraciones reclaman?–Nosotros ya hemos manifestado nuestro desacuerdo con esta medida. Además, cuando uno empieza a coger el lenguaje de la parte a la que no sigue está empezando a perder. Se ha decidido hablar de tasa turística, cuando ni es tasa, porque es simplemente un impuesto, ni es turística, porque es una tasa a unos usuarios de hoteles o de unas determinadas viviendas, porque a los que vienen a pasar dos semanas en un piso alquilado no se les cobra, ni a los de las viviendas turísticas ilegales, a la hostelería, al transporte, tampoco, por lo tanto hubiera sido un impuesto a residentes en alojamientos legales. Creo que hay un debate detrás que tenemos que resolver como país. No olvidemos que estamos donde estamos gracias al desarrollo que nos ha aportado el turista, como ente, que está pagando impuestos desde el primer café que se toma por la mañana. Ahora toca redistribuir de una manera distinta. Pensemos que hay un perfil de turista interior que se pasa con nosotros un tiempo y que usa nuestros servicios y teóricamente no los paga. Y deja de usar los servicios en su lugar de residencia por los que sí paga. Habrá que pensar que el IVA que pague en su destino, en Chiclana por ejemplo, lo note esta localidad, que reciba una mayor cantidad de dinero porque en vez de tener 90.000 habitantes va a tener 250.000 durante los meses de verano. Tanto en los fondos del Gobierno central como en los de la Junta de Andalucía debería tener un tratamiento distinto. Teniendo en cuenta que la mayoría de los turistas que vienen a la provincia son de Andalucía no es muy lógico que nos cobremos entre nosotros mismos.–¿Cómo ve el futuro a corto plazo del sector industrial en la Bahía de Cádiz?–Entiendo que es un sector más que consolidado. Con el tema de nuevas energías, la industria naval, aeroespacial, junto al turismo, nos permite ir sorteando el campo de minas. También tenemos nuevas tecnologías, lo que se está liderando a través de Seanergies y Navantia, tiene que traer nuevas actividades.–Se empieza a negociar un nuevo convenio del metal, ¿le preocupa que se repitan imágenes como las de hace unos años, con enfrentamientos durísimos entre trabajadores y Policía?–No me gusta tener pensamientos negativos. Hace unos años se vivieron momentos duros, pero yo le recuerdo los 17 convenios colectivos que se han firmado sin ningún tipo de problema. Son muchos más los acuerdos que los desacuerdos, que son muy ruidosos, pero la capacidad de negociación es mayor. Tengo esperanzas fundadas de que la mesa constituida por ambas partes va a trabajar con toda la capacidad de diálogo que ya tienen demostrado. Luego vienen circunstancias externas que pueden incidir, pero ese debate, en una sociedad tan cambiante como la actual, está abierto a todas las actividades humanas. Hay quien dice que los acuerdos tienen que ser malos para las dos partes, eso significa que todos han renunciado a algo.–¿Se sigue notando la guerra de Ucrania en la provincia?–De manera especial, no. Estamos en una etapa a nivel global en que todo transcurre muy ligero, lo de mañana tapa lo de hoy, y así vamos. Esta incertidumbre tiene incidencia en la economía. Miro para atrás y no está tan lejos aquella época en que solo creíamos que iba a ir a mejor, y luego han venido guerras, una pandemia, fenómenos naturales… Me gusta mucho recordar una definición que dice que el turismo es la industria de la paz, y claro que afecta esta guerra, pero hemos hecho un esfuerzo para encapsular los conflictos. Nos parece que está muy lejos, pero está a las puertas de Europa.

"El daño reputacional que el narcotráfico le hace a toda la pronvicia es evidente. Nos hace dar pasos atrás” — Javier Sánchez Rojas - Presidente de la CEC

–Hay otra guerra que sí que afecta más a Cádiz: la del narcotráfico. ¿Podría perjudicar a la imagen de la provincia?–El daño reputacional es evidente. Nos hace dar pasos atrás en un terrible juego de la oca hacia lo que aspiramos, que no es otra cosa que se nos vea como una provincia de paz. Este tipo de escenario no nos gusta. Hay que dotar de más medios, pero no sólo por el caso de Barbate, sino por la lógica de las cosas. Tenemos una provincia litoral con muchas posibilidades de conexión con el norte de África, hay muchas cosas que hacer en relaciones exteriores y también reformas jurídicas que se podrían plantear. Tiene mucho que ver que cierto delito se pudiera ver en la Audiencia Nacional, como ocurría en los años duros del plomo en el País Vasco. Creo que hay que seguir avanzando y que el que la haga la pague. Sea el que suministra gasolina o el que fabrica la narcolancha en Portugal, que eso es algo que tampoco entiendo, que un país de la UE tenga una reglamentación en la que se permite construir embarcaciones que meten droga en España. Por eso digo, que es importante la labor de la diplomacia. Hay que hacerle ver a Portugal que está permitiendo una actividad que provoca delitos y muertes en España.–Por último, imagino que estará muy atareado con la organización de la Noche de la Empresa del jueves.–Sí, no puede ser de otra manera. Vamos a dar a conocer a las 500 personas que tienen capacidad, ya tenemos más del aforo cubierto, el Fuerte del Puntal. Quiero agradecer las facilidades de la Armada de nuevo. Estoy muy contento con el perfil de los reconocimientos a Elisa Cortés, al Grupo Torrent, Sotogrande SA y McPherson.

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