En el centro del Parque Natural de la Bahía de Cádiz
El centro de visitantes del Parque Natural de la Bahía de Cádiz ha vuelto a abrir sus puertas tras un año cerrado por obras de mejora: la inversión procedente de los fondos ITI asciende a 360.000 euros
El centro de visitantes del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, en imágenes
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San Fernando/15 años después de su inauguración, el centro de visitantes del Parque Natural de la Bahía de Cádiz –ubicado en San Fernando, a escasos metros del acceso a la playa de Camposoto– ha sido sometido a una importante puesta a punto con los fondos europeos de la ITI (Iniciativa Territorial Integrada). El edificio acaba de reabrir sus puertas hace apenas unos días tras un año cerrado para ejecutar estas obras de mejora, que han supuesto la mayor intervención a la que ha sido sometido desde que abriera allá por 2008.
Todavía incluso quedan por perfilar algunos detalles para rematar la faena, lo que se irá haciendo a lo largo de las próximas semanas. Aunque no se trata ya de nada que impida que las instalaciones hayan vuelto a ponerse en funcionamiento y –lo más importante– que se retomen las visitas.
Porque aquí, claro, el museo está afuera. Son los 111 kilómetros cuadrados de marismas, caños y salinas que se extienden entre los municipios de Cádiz, San Fernando, Puerto Real, Chiclana y El Puerto de Santa María formando un ecosistema único. Pero el centro de visitantes, con sus más de mil metros cuadrados de superficie, ejerce también una función muy especial: la de acogida e información. Su papel es ser el punto de encuentro e invitar a que la gente conozca más y mejor el Parque Natural de la Bahía y a que, por supuesto, lo visite.
Ahora, este centro de interpretación –del que se ha dicho que es el lugar donde late el corazón del Parque Natural de la Bahía– aspira a recuperar la actividad que tenía antes de la pandemia: entre 8.000 y 10.000 visitas organizadas al año (a las que habría que sumar las visitas libres). Una cifra que además iba al alza hasta que se vio truncada cuando empezaron las restricciones sanitarias, a la que luego ha seguido el parón que ha supuesto un año de obras en las instalaciones.
Porque si cada vez es mayor el número de personas que disfruta del Parque, que se interesa por la riqueza del entorno y que recorre sus senderos para recrearse con el incomparable marco natural de la Bahía; y si además se invierte con actuaciones como el Eurovelo, que sirven para acercar más este espacio protegido y para atraer a una mayor afluencia, el centro de visitantes no puede quedarse atrás. Y en cierto modo ese ha sido el objeto de la actuación acometida en estos meses: ponerse al día.
Se trata, de hecho, de "una obra funcional", de un paquete de actuaciones de distinta índole que han permitido actualizar el edificio y ponerlo a punto para que sea más operativo de cara al futuro. Algo –reconoce el director del Parque Natural, Rafael Martín Ballesteros– que hacía falta después de 15 años de trayectoria. "Algunos aspectos del edificio habían quedado un poco caducos y era necesario intervenir", señala.
La actuación acometida con la ITI se ha incluido en un contrato tramitado por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul que supera los 1,2 millones de euros pero que ha contemplado también obras en los otros centros de visitantes de la provincia: El Aljibe, en el parque de Los Alcornocales, y en el de la sierra de Grazalema, en El Bosque. Al edificio emplazado en San Fernando le ha tocado casi un tercio de esa inversión: 360.000 euros.
Buena parte de la intervención se ha dedicado a actuaciones de mejora de la eficiencia energética. Así, se ha renovado al completo todo el sistema de climatización que existía en estas instalaciones medioambientales, al que se ha dotado de nuevos aparatos, lo que permitirá además un menor consumo energético. En el vestíbulo, por ejemplo, se ha construido también una urna acristalada para las oficinas de la recepción de forma que no sea necesario calentar o enfriar todo el edificio si no hay visitas.
Otra actuación de calado que se ha llevado a cabo en estas obras de mejora se ha centrado en los techos de la sala expositiva y otras dependencias como la biblioteca anexa. Se ha saneado y repasado en su totalidad el techo visto de estas dependencias, que presentaba muchos problemas para el funcionamiento del centro de visitantes.
Eso sí, el contenido expositivo no se ha tocado. "No está para nada obsoleto y es muy completo en cuanto a la didáctica del Parque Natural. Además, a la gente le gusta mucho", apunta el director de este espacio protegido.
De hecho, esta sala fue en su día una de las grandes apuestas del proyecto del centro de visitantes, que pretendía introducir una apuesta dinámica y atractiva en su discurso expositivo pensando en llegar a todos los públicos y, muy especialmente, a los más pequeños. Y aunque de eso hace ya 15 años –y hoy en día la tendencia tira más hacia las nuevas tecnologías– el montaje sigue funcionando precisamente por su sencillez y su dinamismo.
Aprovechando esta intervención, y debido a los numerosos problemas de mantenimiento que originaba, se ha eliminado el foso de agua situado junto al acceso principal, sobre el que se levantaba parte una parte del edificio emulando en su diseño el entorno marino de las salinas. En este espacio, que ahora se va a repintar y a poner a punto, se prevé decorar con la recreación de distintas especies propias del avifauna del Parque. Aunque eso, así como otras de las actuaciones que quedan por acometerse y que se quieren llevar a cabo antes de final de año, se acometerá ya fuera del proyecto de la ITI, con el presupuesto habitual del Parque.
Las obras, eso sí, se han aprovechado para hacer una puesta a punto generalizada del edificio, retocando también algunos detalles de la fachada, del mirador con prismáticos ubicado en la planta superior del edificio, retirando los vinilos instalados en su día para hacer más luminoso el edificio... Y también se ha intervenido para hacer más accesibles las dependencias para las personas con problemas de movilidad.
Además, se ha construido una nueva pérgola en la zona exterior, colindante al quiosco que gestiona la concesionaria y muy utilizada en las actividades que habitualmente se llevan a cabo en el centro de interpretación. Para ellas también se ha instalado un módulo prefabricado que facilita el desarrollo de talleres de educación ambiental o iniciativas similares. Se ha ubicado junto al parque multiaventuras que se colocó hace ya unos años para que los más pequeños hagan mucho más divertido su paso por el centro de visitantes del Parque Natural. Huelga decir que es una de las actividades favoritas de las visitas escolares, que no son pocas las que se atienden aquí.
La concesión de las instalaciones –ahora en manos de la empresa Cauce Natura– cuenta con un programa de actividades que viene recogido en el pliego del contrato y que financia el propio Parque Natural, tales como campañas escolares o celebración de efemérides ambientales. Pero a ellas se suma también el calendario propio de actividades que prepara la empresa: talleres, conciertos, observaciones astronómicas, rutas guiadas por el sendero de la Punta del Boquerón... Todo eso, que también ha estado parado durante un año por las obras que se han estado llevando a cabo, empieza ahora a retomarse.
La obra, de hecho, ha servido para levantar un nuevo mirador en el exterior que se dedicará a las observaciones astronómicas, una de las actividades más populares que venían desarrollando en estas instalaciones. La zona, que mira hacia la playa de Camposoto, resulta perfecta para mirar al cielo y a las estrellas porque no tiene contaminación lumínica.
Durante la intervención se ha mejorado también el espacio del mirador de aves que se encuentra al pie de la salina de La Leocadia. Y se ha renovado la iluminación con luces led. En el exterior, la entrada principal al recinto también ha sido objeto de mejoras: se ha diferenciado definitivamente el carril de acceso para vehículos del itinerario para peatones y ciclistas, un pequeño sendero que permite llegar desde las instalaciones del centro de visitantes hasta el primer acceso de la playa de Camposoto y hasta la zona de la antigua almadraba que se sitúa en la avenida Buen Pastor.
La puesta a punto de las instalaciones coincide con un buen momento para el Parque Natural de la Bahía de Cádiz, donde las inversiones del Eurovelo han servido de acicate para aumentar sus atractivos. Ahora por ejemplo, en noviembre, está previsto que se inaugure el tramo que unirá Cádiz y San Fernando (ruta 8) a través de Río Arillo, donde ya se ha colocado un nuevo puente. Y en el caso isleño, en el mismo entorno del centro de visitantes, eso se suma a las obras acometidas en los últimos años para la mejora del sendero de la Punta del Boquerón y de la propia playa de Camposoto (esta última promovida por el Ayuntamiento).
La cuestión, ahora, es no morir de éxito. De ahí también algunas medidas que se han puesto en práctica como la restricción de embarcaciones en la Punta del Boquerón que se aplica en la temporada de verano desde hace un par de años. Solo se permite desembarcar a las que tienen la debida autorización. Y la fórmula funciona. "La Punta del Boquerón es preciosa pero muy frágil. Y estaba muy mal", advierte el director del Parque Natural al justificar estas medidas y otras como la colocación de vallas (que protegen también al chorlitejo).
En solo tres años, asegura, se ha conseguido recuperar el volumen de arena del sistema dunar, como se ha podido comprobar gracias a las mediciones que realiza periódicamente el Parque Natural con la colaboración de un equipo de investigadores de la UCA.
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