344 embarcaciones de recreo tienen autorización para la Punta del Boquerón y el islote de Sancti Petri
Según los datos que maneja la Junta, hay un total de 3.740 usuarios con permiso para desembarcar en esos espacios protegidos
San Fernando/Un total de 344 embarcaciones de recreo cuentan con autorización de la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible para desembarcar en la Punta del Boquerón y en el islote del Castillo de Sancti Petri, según el dato facilitado por la Junta de Andalucía tras los primeros días de la temporada de verano y apenas dos semanas después de que entregarán en vigor las restricciones que se aplicarán hasta el 19 de septiembre.
La medida restringe el acceso de embarcaciones tanto al islote como a la Punta, al objeto de blindar el Monumento Natural –así está reconocido este enclave desde 2003– y garantizar su protección frente a la creciente afluencia que se ha registrado en los últimos veranos y que ha provocado numerosas incidencias y problemas en este espacio protegido.
Solo se permite el acceso a aquellas que cuentan con la correspondiente autorización, que hay que solicitar previamente a través del Parque Natural. Y desde que las medidas se publicaran en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) el pasado 10 de junio, la administración andaluza ha tramitado permisos para esas 344 embarcaciones de recreo, que a su vez suponen suponen un total de 3.740 usuarios autorizados para desembarcar tanto en la Punta del Boquerón como en el Castillo de Sancti Petri durante los meses de verano.
Eso, en lo que toca a las embarcaciones de recreo. Porque por otro lado están las empresas dedicadas a actividades náuticas, que igualmente han tenido que tramitar los correspondientes permisos. Hay, en este sentido, un total de 16 embarcaciones y 44 kayaks de estos negocios que cuentan con la debida autorización para hacer uso de ambos espacios naturales.
Desde la Junta se han argumentado estas restricciones, que se ponen en práctica por segundo año durante la temporada de verano, en la necesidad de preservar "el elevado valor ecológico, geológico y paisajístico" de ambas zonas ante la previsible saturación de embarcaciones motorizadas durante estas fechas.
Una medida para evitar el "impacto negativo"
Las restricciones puestas en práctica desde la Junta para proteger la Punta del Boquerón durante los meses de verano pretenden evitar el "impacto negativo" que una masiva afluencia de personas pueda llegar a ocasionar tanto en el cordón dunar como en la flora y la fauna protegida ya que en la zona anidan varias especies de aves en peligro de extinción. Las medidas intentan también evitar lo ocurrido en veranos anteriores, con acampadas ilegales, fogatas, barbacoas y una afluencia de bañistas que deja tras de sí una gran cantidad de residuos y que resulta especialmente agresiva para el entorno.
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