Por qué hemos tenido un junio más fresco en Cádiz (o la suerte de caer en el lado bueno de la parrilla)

Este mes nos ha dejado sin registrar temperaturas demasiado altas: en la provincia, Rota y Jerez han tenido tramos 5 grados por debajo; 2 o 3 grados menos de lo habitual en Cádiz, mientras que Tarifa se ha mantenido en la media.

Durante las últimas semanas, la inestabilidad de la corriente en chorro del ártico ha jugado a nuestro favor

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Oscilaciones del jet stream en el día de hoy.
Oscilaciones del jet stream en el día de hoy. / Climate Reanalyzer
Redacción

01 de julio 2024 - 17:32

Las temperaturas más frescas de lo usual durante la mayor parte del mes de junio han sido el gran encogimiento de hombros en conversaciones de ascensor y cola de supermercado. Qué raro, ¿no íbamos a achicharrarnos? No han faltado, como en cualquier salto meteorólogico, las proclamas escépticas del cambio climático. La cuestión es que las tablas climáticas poco tienen que ver con un momento o con una región en concreto: van de gran angular. Esa es la gran diferencia entre tiempo y clima, en la que tanto solemos derrapar -la Nasa los diferencia así: el tiempo es lo que tienes; el clima es lo que esperas-.

Quizá lo primero que habría que comentar es que las temperaturas medias de junio no han sido tan frías: ocurre que venimos de veranos muy severos, en los que inicio de la estación ya nos había servido alguna ola de calor, y cruje en la comparativa. Aun así, como confirmaba hoy mismo la AEMET, el mes que acabamos de despedir no ha tenido en general temperaturas demasiado altas, con DANAs y episodios tormentosos incluidos en buena parte de la Península. Dentro de la provincia, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología, en Jerez las temperaturas máximas han estado buena parte del mes por debajo de lo habitual en la época, marcando tramos de cinco grados de diferencia a la baja, al igual que en Rota; en Cádiz capital, las temperaturas han oscilado algo más, aunque han mostrado valores dos o tres grados más bajos, mientras que en Tarifa se han mantenido dentro de la media.

Unos datos que han ido en línea con los del resto del país y que llaman la atención especialmente porque, mientras el área occidental de Europa (Península Ibérica, Reino Unido, Francia) vivía unas semanas relativamente frescas, otras partes del continente, como Grecia, sufrían feroces olas de calor.

Mapa de anomalías térmicas en el hemisferio norte durante el día de hoy.
Mapa de anomalías térmicas en el hemisferio norte durante el día de hoy. / Climate Reanalyzer

Y aquí llegamos a otro de los puntos que muchas veces se obvia dentro del escenario de cambio climático: más allá de las tendencias marcadas en cada zona planetaria, por lo que se va caracteriza es por el aumento de las anomalías y los episodios extremos. Entre las causas de estas irregularidades, está la alteración del chorro de aire polar: la corriente que circunda el territorio ártico. Cuanto mayor es el contraste con la atmósfera cálida de la zona ecuatorial, más estable resulta; a menos contraste, mayor oscilación, lo que hace que se produzcan ondulaciones que afectan a latitudes más bajas, con unos meandros más acusados -una corriente de chorro más débil se encuentra también entre las consecuencias del cambio climático antropogénico-.

Estas ondulaciones pueden hacer que una zona, como nosotros ahora, disfrute de un verano “suave” mientras en otra los termómetros rompen récords -las zonas que quedan por debajo de la línea de oscilación sufren una subida de temperaturas; las que quedan por arriba, descienden-. Y puede hacer que se pase de un escenario tórrido a una descarga torrencial, o a un desplome térmico, en cuestión de días.

La dinámica del chorro de aire ártico llega, por supuesto, a España -criatura suya fue Filomena- aunque es más común que se muestre más acusada en latitudes como la nuestra en invierno. Así, recientemente, su presencia en latitudes bajas se ha traducido en un régimen de temperaturas más suave en Europa occidental, mientras gran parte del resto del planeta se coloreaba en rojo.

No se prevé, sin embargo, que el escenario de temperaturas por debajo de lo habitual vaya a ser un continuo: este miércoles comenzarán a subir los termómetros, que alcanzarán valores altos hasta el viernes, volviendo a bajar con gran probabilidad de cara al fin de semana.

De hecho, la previsión de la AEMET sigue siendo la de un verano más cálido de lo normal, con un 70% de posibilidades de registros por encima de la media. Para el mes de julio, se espera que los valores arrojen unas marcas entre uno y tres grados superiores al histórico.

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