Unos ladrones de lujo

Para reunir un botín de casi cinco millones de euros hay que dar palos con habilidad quirúrgica. La banda criminal desarticulada por la Guardia Civil, en una operación conjunta con la Policía Nacional de Francia, no actuaba a ciegas. Sus miembros realizaban exhaustivos seguimientos a sus presas, clientes de establecimientos hoteleros de lujo cuyas cajas de seguridad desvalijaban. La operación bautizada como Ébano Azul ha concluido con el esclarecimiento de 12 robos en complejos de postín, entre ellos cinco cometidos en Chiclana, y la detención de tres personas, un argelino, que llevaba la voz cantante en el grupo, un ciudadano francés y otro español.

La investigación, que ha sido coordinada por Europol, no ha sido nada sencilla. Entre otras cosas porque el líder de la organización, de origen argelino, actuaba en territorio de la Unión Europea con hasta nueve identidades diferentes. En suelo español se logró detener al ciudadano francés y se localizaron dos bolsas con doble fondo y efectos sustraídos por valor de más de 750.000 euros. Pero más allá de esta circunstancia, el arresto del galo resultó clave en las pesquisas al permitir la identificación efectiva del líder de la banda.

Tras los robos cometidos en apartamentos de un lujoso complejo hotelero del Novo Sancti Petri, en Chiclana, la Guardia Civil tuvo claro que no trataba con aficionados. “Desde el primer momento nos quedó patente que los autores poseían especial habilidad para abrir las cajas de seguridad que se suelen instalar en este tipo de establecimientos”. Por ello, entendieron desde el primer momento “que nos encontrábamos ante un grupo criminal perfectamente estructurado y con una dilatada experiencia en este tipo de robos”, comentan fuentes de la Benemérita.

El trabajo de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cádiz arrancó su trabajo en este caso en el mes de agosto de 2022. Entonces tuvo conocimiento de una serie de robos con fuerza en el interior de los apartamentos chiclaneros antes citados.

El grupo investigado sometía a una férrea vigilancia el establecimiento que pensaban asaltar, realizando estas labores perfectamente mimetizados con el entorno, como si de una película se tratase. Tras cerciorarse de la ausencia de los huéspedes elegidos para ser saqueados de su residencia accedían al mismo procurando no llamar la atención de los usuarios, bien utilizando una llave falsa, bien por el método del resbalón. Una vez dentro, abrían la caja de seguridad con gran habilidad y se llevaban todos los objetos de valor y el dinero que encontraban en su interior. Cometida la fechoría, salían tan ricamente del recinto sin despertar la más mínima sospecha.

Los guardias civiles llevaron a cabo una minuciosa labor de recogida de muestras y testimonios, en las distintas escenas de los robos, recabando multitud de testimonios.

Todo este esfuerzo realizado empezó a dar sus frutos, por lo que se centró la investigación en un grupo criminal internacional de carácter itinerante que había centrado su base del sur de España, concretamente en Marbella, donde se realizaron numerosos servicios de vigilancia, de la manera más discreta, en la vivienda escogida como base de uno de los integrantes del grupo investigado.

Tras la primera fase de la investigación, que se realizó a la mayor velocidad posible, en tan solo tres días se pudo practicar la detención de uno de sus miembros, de nacionalidad francesa, y realizar una entrada y registro en el domicilio controlado, concretamente un chalet de lujo, donde aparentaba constituir una familia de alto nivel adquisitivo que se encontraba de vacaciones.

Durante el registro se pudo localizar documentos de identidad falsos, teléfonos móviles y recuperar la totalidad de los efectos sustraídos en los apartamentos de Chiclana. Además, se pudo recuperar parte del botín de anteriores robos, entre los que se encontraban relojes de lujo, elementos

por los que parecían sentir predilección. La documentación y evidencias obtenidas durante el minucioso registro practicado en el domicilio de Marbella, permitió la plena identificación del líder del grupo, un ciudadano argelino con residencia legal en Francia y que utilizaba hasta nueve identidades falsas de países como Bélgica, Alemania, Francia y España, donde le constaban antecedentes por hechos similares, con diversas identidades en alguno de ellos, sin que tuvieran constancia que se trataba del mismo sujeto.

Al tomar conciencia de que el grupo investigado estaría compuesto por personas de nacionalidad española y francesa, con alto nivel de profesionalización y marcado carácter itinerante, que con toda seguridad habrían cometido robos en otros puntos de España y países de su entorno, se solicitaron de las autoridades europeas la oportuna colaboración policial y judicial, llevándose a cabo desde ese mismo momento una investigación conjunta entre las autoridades de España y Francia, siendo Europol el organismo canalizador de todas las solicitudes de información entre autoridades judiciales y policiales de los distintos países por donde el grupo se había desplazado.

Fruto de esta colaboración, el pasado día 26 de marzo se produjo la detención de los dos miembros del grupo que quedaban en libertad, cuando acababan de cometer un nuevo robo en un hotel de lujo muy próximo a la Torre Eiffel en París. Los detenidos eran un ciudadano español con residencia en la provincia de Málaga y el líder de la banda. Su botín en esa ocasión eran joyas, objetos de plata y bolsos de lujo, valorado todo ello en 450.000 euros, siendo recuperados durante la detención y devueltos a sus legítimos propietarios. Además, en territorio francés, se les relaciona con robos cometidos en Cannes por valor de 500.000 euros y en el mismo París por valor de un millón, utilizando siempre el mismo modus operandi.

El pasado 4 de julio se celebraba en el distrito de París la vista judicial correspondiente a la parte francesa de la operación, donde se decretó el ingreso en prisión para los dos detenidos en esa localidad, que permanecen pendientes de su extradición a España, para responder por los delitos aquí cometidos.

La operación Ébano Azul ha sido llevada a cabo de manera conjunta por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cádiz y por la Brigada de Reprensión del Bandidismo del distrito de París, siendo tutelada a nivel judicial en España por el Juzgado de Instrucción nº 2 de los de Chiclana.