Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
Que con 29 años se tenga una calidad de vida limitada, sin poder andar, correr, dar paseos, ir al cine, restaurantes, viajar... Es un lastre difícil de soportar. Que el motivo de esa situación sea una obesidad mórbida obliga a intervenir quirúrgicamente para evitar numerosas patologías asociadas a esta situación y el riesgo directo de muerte para procurar una nueva vida.
Eso es lo que le ha pasado a Juan Manuel Heredia, un joven algecireño que a sus 29 años era hasta ayer la persona más obesa del país. El doctor Carlos Ballesta sometió a Heredia a una intervención por laparoscopia para intentar devolver al joven un peso normal para su edad y complexión: menos de 100 kilos. El objetivo: 200 kilos menos en el próximo año y medio.
Juan Manuel fue operado en el hospital La Inmaculada de Granada, uno de los centros, junto a Barcelona y Madrid, donde el doctor Ballesta tiene un centro laparoscópico. Y todo fue bien. En unas dos horas de cirugía los profesionales realizaron un bypass gástrico, que redujo la capacidad del estómago y también del intestino del paciente para que, por un lado, se sacie con poca comida (casi no tendrá hambre) y, por otro, se absorba menos alimento. Eso, unido a un control de ejercicio, hará que Juan Manuel tenga una "nueva vida".
En concretro, el estómago de Juan Manuel ha pasado de tener 2 litros de capacidad a unos 60 mililitros, por lo que "se saciará" antes, lo que hará que coma menos, aunque tendrá que comer más veces al día (sin dietas específicas). Por otro lado, el intestino se ha dejado en solo tres metros y medio de longitud frente a los ocho originales.
Según el joven, que ayer ofreció una rueda de prensa previa a la intervención junto al equipo médico, ha sido una persona "muy dejada" tanto a la hora de acudir a médicos como en sus hábitos de vida. Hasta el momento en que ya no se podía mover.
"Por las mañanas me levanto asfixiado, no puedo hacer nada", admitía. Una experiencia que le vale para lanzar un mensaje a la sociedad, sobre todo a los más jóvenes, ya que el 20% de los niños en España tienen sobrepeso u obesidad: "Que se cuiden y miren por su vida".
Una vida de la que Juan Manuel quiere "disfrutar" nada más pueda volver a casa. Como su esposa, Aroa Ordóñez, que reconocía ayer que su vida era muy limitada, por lo que espera que a partir de ahora puedan hacer "todo" lo que no han podido.
Porque, como consecuencia de su obesidad, presentaba una comorbilidad extrema. En febrero de este año, cuando comenzó el proceso, pesaba más de 300 kilos. Padecía apnea del sueño, diabetes, hipertensión incipiente, hepatitis grasa severa, dificultad respiratoria y gonartralgia de rodillas con deformación articulares, limitando su calidad de vida, actividad y movilidad.
Fue su médico de cabecera el que lo puso en alerta y llegó a manos del doctor Carlos Ballesta. Desde entonces ha reducido su peso a 270 kilos. Y desde ayer, tras la intervención, comenzará a perder de forma más rápida.
La intervención duró unas dos horas y al mediodía el joven ya estaba de nuevo en la habitación del hospital rodeado de su familia, que ha hecho un esfuerzo, con el apoyo de amigos, para pagar la cirugía. Si todo va bien, en unos días recibirá el alta y a partir de ahí empezará su nuevo camino: perder peso, cambiar sus rutinas de vida, y mejorar su aspecto. No obstante, por el número de kilos que va a perder, en un tiempo necesitará alguna operación de estética para eliminar la piel sobrante, sobre todo de la zona del abdomen.
Según el doctor Ballesta, la intervención, realizada por laparoscopia -en lo que fue pionero a nivel mundial- ha dividido (sin cortar, por lo que es reversible) tanto estómago como intestino. Para la intervención se ha adaptado todo el material -mesa de operaciones y cama- a las características del paciente, que es el más joven que se interviene por esta técnica.
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