La plataforma Personas sin Hogar recoge en su campaña de sensibilización casi 800 firmas en San Fernando
Los colectivos que integran la plataforma señalan el centro de día para estas personas sin techo como la medida "más abordable" este mandato
Las asociaciones del 'sinhogarismo' de San Fernando crean una plataforma reivindicativa
La plataforma Personas sin Hogar recoge firmas de apoyo en San Fernando
San Fernando/La plataforma Personas sin Hogar que integra a varios colectivos de San Fernando mantiene activa su campaña de recogida de firmas para apoyar sus reivindicaciones ante el próximo gobierno municipal. Por el momento tienen casi 800 avales ciudadanos y pretenden seguir hasta que las lleven al Ayuntamiento antes del verano.
"Tras la última muerte en la calle, de Raúl Gómez, vimos que teníamos que juntarnos para hacer nuestras reivindicaciones al constatar la extrema vulnerabilidad de las personas sin hogar. Más con las elecciones cerca, para exigir que los partidos políticos tengan en consideración las medidas que se puedan adaptar para mejorar sus condiciones de vida", explica Milagrosa Fernández, presidenta de la asociación Personas sin Hogar con Derechos (Pesho-De), que integra este grupo junto a Calor en la Noche y Pro Derechos Humanos de Andalucía.
Estas demandas no son nuevas, admite Marisol Gómez, de Pro Derechos Humanos de Andalucía, que deja claro que muchas de ellas también se refieren a colectivos de extrema vulnerabilidad, que "tienen un peligro inminente de un problema de sinhogarismo". Atender a estas personas con los recursos disponibles y ampliarlos y que salgan de este problema es una lección para la sociedad, entiende: "Tendremos la seguridad de que si nos pasa a nosotros nos iban a hacer". "Nadie está excluido de que le pase", advierte.
La base de estas exigencias es el concepto, explica Gómez, de que "la ciudadanía plena no se le puede negar a nadie. Una sociedad que no pueda garantizar la atención de las instituciones a la totalidad de la ciudadanía es un peligro para los fundamentos de un estado democrático".
En ese sentido, su primera petición se centra en facilitar el empadronamiento, un trámite "esencial para acceder a cualquier derecho". "Para poder votar, para acceder a los servicios municipales, para poder el ingreso mínimo vital", apunta Fernández. "Hay un protocolo que no se está terminando de aplicar una resolución de mayo de 2020, que señala a que solo hace falta la habituabilidad, algo que se hace con los Servicios Sociales, pero se está añadiendo un requisito nuevo, un proceso de integración, una forma de demostrar que tiene voluntad de incorporarse a no sé qué... pero muchas personas por su situación no están ahí y no consiguen el empadronamiento", se queja.
Marisol Gómez detalla la necesidad de incrementar los profesionales de Servicios Sociales, una de las razones que les dan cuando reclaman que se atienda a estas personas sin hogar y a las personas muy vulnerables. "Es lo primero que se debería abordar políticamente", sostiene.
Eso se relaciona además con la implementación de los equipos multidisciplinares de calle que permitirían detectar los casos de sinhogarismo, que accedan a los servicios sociales y hacer un seguimiento de la persona, añade Eleni, representante de Calor en la Noche.
Esos equipos multiprofesionales podrían trabajar con estas personas en su integración, con itinerarios personales, en el centro de día que pide la plataforma. Se trataría de un espacio donde estas personas poder descansar, lavar la ropa, refugiarse los días de frío, lluvia o calor, convivir. "El comedor de El Pan Nuestro cierra tras la comida sobre la una de la tarde y ya hasta el día siguiente no tienen un sitio donde parar", explica la presidente de Pesho-De. "Creemos que esto es lo más abordable este mandato", puntualizan.
La solución al sinhogarismo, defienden, están en la vivienda, un modelo que no se sigue en España frente a la apuesta que se hace en Europa. Aquí, cuentan, se insiste en la integración primero para luego al final dar paso a la vivienda. "Si alguien llega al final del proceso", matizan. "Cuando alguien está muy deteriorado es muy complicado que salga solo de la situación. Hay que acompañarlo", insiste Fernández.
Por eso piden una política de vivienda que atienda estas situaciones, porque se da la circunstancia de que personas con el ingreso mínimo vital no consiguen alquiler. De igual manera reclaman que no haya desahucios si no hay una alternativa ocupacional.
A pesar de ello, plantean responder a las necesidades actuales con un albergue de alta tolerancia, una demanda que "cae en saco roto", critica. No puede impedirse a estas personas que entren con sus perros, para muchos su única compañía diaria, "su familia". "Que dejen fuera a los perros no es una opción porque no se quedan y duermen en la calle", aclara Eleni. "El de alta tolerancia no es la solución definitiva, pero al menor es dar una alternativa real", asume la plataforma.
Aseos públicos, medidas contra la brecha digital -porque muchos trámites ya son por internet- y políticas para la integración laboral son otras reclamaciones.
Los colectivos calculan que en San Fernando existen unas 60 personas sin hogar, sin contar aquellas que duerman en vehículos o trasteros. En esta campaña está la necesidad de sensibilizar y erradicar la idea de que no se dejan ayudar, de que están en esta situación porque quieren. "Detrás hay una historia de vida, adicciones, patologías, intentos de salir, fracasos. No sabemos, porque mucho que a veces se diga es que tiene familia. Cada persona necesita una atención personalizada", deja claro la representante de Pro Derechos Humanos.
"Hace falta un acompañamiento, y eso pasa por los equipos de calle, el centro de día donde un equipo de profesionales les haga un itinerario personalizado, donde guardar tus pertenencias, donde estar cómodos, donde hacer talleres", comentan Milagrosa Fernández y Eleni.
Todas estas reivindicaciones se presentarán junto a las firmas recogidas al nuevo gobierno municipal antes de verano para que las hagan realidad. "Sabemos que todo se mide por rendimiento, y esto no brilla. Pero la madurez de una sociedad se mide por la atención que presta a los más débiles", advierten.
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