El temido fentanilo llega a España

Cádiz/Un ejército de zombies se arrastra por las calles de ciudades de EEUU y Canadá. San Francisco, Los Ángeles, Seatle, Filadelfia, Baltimore, Cincinnati, Vancouver... La epidemia del fentanilo, que, según las autoridades norteamericanas, mata a 2.000 personas a la semana, unas 100.000 al año, se expande por todo el mundo. También por España. El desembarco en nuestro país de este opiáceo sintético, 50 veces más potente que la heroína, ya es un hecho incontestable. Después de años de advertencias, tanto de los cuerpos de seguridad del Estado como de los expertos en la lucha antidroga, esta pasada semana se ha producido la primera incautación de gran calado de pastillas con trazas de fentanilo en España. Estamos ante un hallazgo histórico a nivel europeo que confirma que las redes que mueven este peligroso negocio están dispuestas a inundar el mercado de la otra orilla del Atlántico. Porque la presencia de trazas de la citada sustancia de síntesis ha sido detectada en al menos 130.000 pastillas de drogas sintéticas que fueron intervenidas en maletas en el aeropuerto de Madrid. El objetivo de los narcos es comenzar a introducir el temido fetty en Europa para que los consumidores vayan adquiriendo la adicción poco a poco.

La cuestión es que agentes de la Policía Nacional, con la colaboración de Europol, la DEA norteamericana y de la Policía colombiana, han incautado en el aeropuerto madrileño 250.000 pastillas de droga sintética procedentes de Colombia que iban a ser introducidas en España. Transportaban el estupefaciente entre Bogotá y Madrid en vuelos comerciales mediante el uso de maletas dobladas. Durante la investigación se han intervenido dos envíos en el aeropuerto madrileño:el primero con 120.000 pastillas y el segundo con 130.000, con un peso total de 69 kilogramos. Las sustancias de este segundo envío son las que dieron positivo en fentanilo.

Hace algunos meses se produjeron varias muertes en Argentina por una mezcla de fentanilo con otras sustancias y ya se han detectado indicios de tráfico en Colombia o en Costa Rica. Todo esto no hace sino aumentar la preocupación de los cuerpos policiales y las asociaciones de drogodependientes. 

Una de las personas que lleva tiempo mostrando su temor por la epidemia de opiáceos en EEUU es Francisco Mena, presidente de la Coordinadora Alternativas, que promueve la conciencia social y generar recursos para plantar cara al azote del narcotráfico y la exclusión social en el Campo de Gibraltar. Mena es contundente. “Hay que tomarse la amenaza muy en serio porque es muy real, prevenir para que lo que vemos que está ocurriendo en las calles de muchas ciudades norteamericanas no se repita aquí. Todo lo que empieza en EEUU se traslada al resto del mundo. Hay miles de muertos al año por una droga que tiene un poder de adicción como no hemos visto jamás”, indicó a este diario.

Según informó esta semana la web Narcodiario.com, la investigación se inició a finales del pasado mes de julio gracias a una información de la Policía Nacional de Colombia y de los agentes españoles, en la que se sospechaba del envío a España de dos grandes partidas de pastillas de droga sintética procedentes de su país. Con la colaboración de Europol y de la Drug Enforcemente Administration (DEA) estadounidense se puso en marcha un operativo para evitar esa nueva ruta de droga en Europa.

Las pesquisas de los agentes permitieron detectar la presencia en Colombia de una organización criminal que se encontraba tratando de abrir una nueva vía de introducción de drogas sintéticas en España. Para el traslado del estupefaciente la organización utilizaba aviones comerciales, con origen en Bogotá y destino a Madrid, en los que los investigados, sirviéndose de personal aeroportuario al servicio de la red criminal y mediante el uso de maletas dobladas (maletas con etiqueta de facturación falsificadas), ocultaban las pastillas y las enviaban al país.

En el transcurso de la investigación, que continúa abierta, se intervinieron en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, dos bolsas de deporte que en su interior contenían 59 bolsas de plástico con 120.000 pastillas de color azul y un peso de más de 34 kilogramos. En otro vuelo, en el mismo aeropuerto, se intervinieron otras dos bolsas de deporte que contenían 62 bolsas de plástico en las que encontraron 130.000 pastillas del mismo tipo que arrojaron un peso de más de 35 kilos.

Durante los análisis efectuados sobre las pastillas intervenidas, los especialistas de la Comisaría General de Policía Científica detectaron en el primer envío trazas significativas de ketamina y en el segundo, la misma sustancia estupefaciente con rastros de fentanilo.

El enganche al fentanilo es prácticamente inmediato. Francisco Mena advierte que los narcos están utilizando el fentanilo para cortar otras sustancias, como la cocaína. “Con esto buscan paliar sus efectos nocivos, porque están viendo que se les están muriendo los clientes, y eso tampoco les gusta. La cocaína provoca el efecto contrario”. El problema es que al haber, por pequeña que sea la dosis, restos de fentanilo en una raya de cocaína, “el enganche es automático”.

La preocupación no se limita únicamente al consumo, también al hecho de que España es una de las principales rutas de entrada de estupefacientes. “Me temo que los cárteles mexicanos quieran utilizar algunas de estas vías para meter fentanilo en España. Y si es así, las costas de Cádiz y las gallegas serán las elegidas sin duda. Esto supondría un nuevo peligro para la provincia y su lucha contra las drogas”, comenta Paco Mena.