Las obras del tranvía vuelven al Río Arillo tras varios meses de parón
El contrato, considerado “indispensable” para que el tranvía eche a rodar, se ha desbloqueado tras aprobarse un modificado de proyecto
San Fernando/El proyecto del tranvía vuelve a ponerse en marcha tras una larga temporada en silencio y crecientes dudas ante su puesta en marcha en 2019. El anuncio de las pruebas dinámicas entre San Fernando y Chiclana, que se llevarán a cabo a partir del próximo martes, ha coincidido con la reanudación de los trabajos en el entorno del Río Arillo tras un largo parón de varios meses.
Esta preocupante situación de bloqueo, que ha impedido hasta ahora la terminación del apeadero intermodal que se está construyendo en la zona, se ha debido a la necesidad de sacar adelante un modificado del proyecto inicial cuya cantidad supera los 200.000 euros, un largo trámite administrativo que se ha sumado a los reveses que ha sufrido el proyecto y que al fin ha conseguido zanjarse para poder retomar las obras.
La semana pasada se aprobó el modificado y se firmó la adenda al proyecto. Los operarios de la adjudicataria –una UTE integrada por las empresas Ogensa y UC10– volvieron al trabajo este martes.
Para la Junta y la Agencia de Obra Pública, administraciones promotoras del proyecto del tranvía, ha sido todo un alivio. Porque de todos los contratos que la gran obra iniciada en 2008 tenía pendientes, éste –cuyo presupuesto final alcanza los 2,84 millones de euros– era el más importante de todos para ponerse en marcha en el primer trimestre del próximo año.
Se trata de una actuación que se considera indispensable para que el nuevo medio de transporte metropolitano eche a rodar ya que incluye tanto la terminación del apeadero intermodal de Río Arillo como la reposición de la tubería de abastecimiento de agua potable de 800 milímetros –del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana– que se desviará a la margen contraria de la autovía para despejar el paso al tranvía. La canalización será soterrada mediante una hinca (empuje) para evitar la afección al tráfico rodado. Son, precisamente, los trabajos que se han estado llevando a cabo en esta semana.
La obra, que se calcula que tardará en completarse tres meses, continuará con la finalización del apeadero de Río Arillo desde el que los viajeros del tranvía harán transbordo a los trenes de cercanías, bien para completar el recorrido hasta Cádiz o bien para dirigirse a cualquier otra de las estaciones de la línea que cubre el recorrido entre Jerez y la capital, lo que posibilitará el acceso a la red ferroviaria para los vecinos de Chiclana,
La Consejería de Fomento, no obstante, baraja también llevar a cabo desde la misma puesta en marcha del tranvía recorridos íntegros entre Chiclana, San Fernando y Cádiz que podrán realizarse sin tener que hacer transbordo. Estos servicios directos –afirma– se irán incrementando de manera gradual. Para ello, no obstante, será necesario completar también el enlace de la plataforma tranviaria con la vía del tren, que es una de las obras que sigue arrastrándose.
El apeadero de Río Arillo se encuentra ya a un 62 por ciento de ejecución. Resta para terminar la obra la colocación de la pasarela peatonal y de los ascensores que permitirán el transbordo de pasajeros entre el tranvía y los trenes de crecanías, para lo que se está también pendiente de que Adif marque las pautas necesarias para poder compatibilizar la obra con el tráfico ferroviario, especialmente en lo que toca a los intervalos de tiempo en los que se podrá trabajar. Se espera tener ya definidos estos criterios antes de que acabe el año para rematar la actuación y facilitar la puesta en marcha del tranvía.
La colocación de la pasarela y de las marquesinas de la parada no afectará así a la circulación de trenes dado que los trabajos se adaptarán a los horarios que fije Renfe.
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