Con ustedes, 'Olveraman'

"En el episodio de hoy nuestro protagonista recorrerá 260 kilómetros de ida y vuelta para conseguir salvar las casas de algunos vecinos. Sin embargo, tendrá que evitar las trampas burocráticas de una administración siniestra y ajena al ciudadano. ¿Conseguirá nuestro campechano alcalde su objetivo o regresará lamiéndose las heridas? No te pierdas el capítulo piloto: Las casas se caen (y a mí qué)". De esta manera tan peliculera, cargada a partes iguales de ironía y de crítica política, la asamblea local de Izquierda Unida (IU) en Olvera presenta en su blog el serial en la red con el que el alcalde de esta población serrana, Fernando Fernández, intenta denunciar las trabas de las diferentes administraciones públicas al desarrollo de su localidad.

El estreno de las peripecias de este inesperado Olveraman no ha podido ser mejor. El primer vídeo fue colgado la tarde del pasado miércoles en el blog de IU de Olvera y ayer no se hablaba de otra cosa en muchos corrillos políticos e informativos de la provincia.

Y es que el capítulo piloto de la serie bautizada como Nace un nuevo héroe: el alcalde pedigüeño, no tiene desperdicio. Fernández, provisto sólo de una cartera con muchos papeles, accede a las dependencias de la Junta de Andalucía en la plaza de Asdrúbal de la capital gaditana para intentar cobrar de las delegaciones provinciales de Empleo y de Obras Públicas subvenciones no abonadas a Olvera desde hace más de dos años. Pero su debut como ditero no tiene un final feliz.

En un vídeo de poco más de nueve minutos de duración, y haciendo gala de un verbo fluido, Olveraman relata a la cámara los pormenores de sus negociaciones y el fracaso de las mismas. Así, explica por ejemplo que a la Delegación de Empleo ha ido ya "seis o siete veces" en busca de una subvención del plan Memta para lograr cinco puestos de trabajo en su pueblo y añade que esta Consejería adeuda a Olvera "más de 200.000 euros" de una escuela taller puesta en marcha a principios de 2008. Pero su gozo acaba en un pozo porque ni el delegado de Empleo, ni el secretario provincial del SAE le reciben.

Accede luego Olveraman por las escaleras a la quinta planta, donde está Obras Públicas. Su objetivo es entregarle al delegado un escrito con las firmas de varios vecinos que reclaman ayudas de la Junta comprometidas en 2008 pero aún no abonadas para poder rehabilitar sus viviendas que están, según el alcalde pedigüeño, en una situación "terrorífica". Incluso acude con la intención de que el Ayuntamiento pueda adelantar esas cantidades, pero vuelve a pinchar en hueso, sin que en ningún momento se diga si Fernández tenía concertadas o no esas citas con ambos delegados.

El capítulo inicial del serial concluye con el alcalde abonando de su propio bolsillo el dinero del aparcamiento subterráneo y emprendiendo al volante de su propio vehículo el viaje de regreso a Olvera, mientras valora su fracaso del día y lo asemeja a otros similares vividos en los tres años y medio que suma como alcalde de esta localidad serrana.

"Vamos a grabar todo lo que nos pasa, porque estamos cansados de tantos obstáculos. Es cierto que falta liquidez en todas las administraciones, incluida la Junta de Andalucía, pero es indudable que los alcaldes del PSOE son tratados mejor y que existe una arbitrariedad inadmisible en las ayudas. No es lógico que el hecho de que a Olvera le den o no le den una subvención no esté regulado y quede supeditado a la decisión de una persona", se lamentaba ayer Fernando Fernández en declaraciones a este medio.

Relata el regidor que ha sido la desesperación el motor que les ha llevado a iniciar estas grabaciones. "El guión no está predeterminado sino que sale solo, relatando las cosas que nos pasan. El cámara es el concejal que ese día esté más libre y denunciamos una realidad, que es la de arrastrarnos para pedir lo que es justo para Olvera, pero sin hacer daño a terceras personas", apostilla.

La iniciativa es peculiar y consigue no pasar desapercibida. Habrá parte de verdad, parte de crítica política, parte de ironía y parte de demagogia, argumentos que volverán a sazonar las próximas andanzas de Olveraman. Porque habrá más capítulos, seguro. Las elecciones municipales, no lo olvidemos, están al caer.