Incendio en Chiclana: "Los vecinos del edificio estaban en pánico, bloqueados y sin saber qué hacer"
Sucesos
El joven Ismael Ruiz Morales consiguió rescatar a dos menores y tres perros que estaban atrapados en el primer piso del bloque siniestrado esta madrugada
Escaló por la fachada hasta un balcón, bajó a los dos niños a la calle y puso a salvo a sus mascotas, aunque resultó herido con quemaduras en un brazo
Rescatan a ocho personas que pedían auxilio desde un balcón en un incendio en Chiclana
El rescate de la personas que se encontraban atrapadas en el edificio siniestrado en la madrugada de este sábado en la calle Virgen del Rocío de la ciudad de Chiclana, tiene nombre propio. Se llama Ismael Ruiz Morales, tiene 31 años y es de Vejer. Hace tan sólo ocho meses se trasladó junto a su mujer a un bloque colindante al lugar del incendio, situado en la misma barriada, en la calle Virgen de la Soledad.
En la madrugada de hoy se despertó sobresaltado por la voces y ruidos que procedían de la calle, asomándose a la ventana, desde la que pudo ver que había mucha gente alarmada, a la vez que percibía un fuerte olor a quemado. "Bajé a la calle y había muchas personas en los balcones del edificio colindante pidiendo auxilio. Los vecinos estaban en pánico, bloqueados y sin saber qué hacer", afirma todavía impactado por el suceso. El edificio, de tres plantas y donde había un total de cuatro domicilios, estaba en llamas.
En ese momento no habían llegado todavía los Cuerpos de Seguridad ni los Bomberos, y en el primer piso pudo ver que había dos menores solos, de unos 7 y 16 años, que pedían socorro. Los dos niños estaban en el balcón, y un humo denso y oscuro salía de las ventanas. Manteniendo la cabeza fría y sin dudarlo, escaló por la canaleta eléctrica de la fachada del edificio hasta conseguir acceder al lugar donde se encontraban los dos menores. "El más pequeño se estaba asfixiando y la piel se le había puesto muy oscura", recuerda, aunque estaba consciente. Desde el borde del balcón le tomó del brazo y lo fue bajando, dejándolo caer suavemente hacia la calle, donde fue recogido por varias personas que sujetaban una manta para amortiguar la caída, leve desde esa altura. Después, realizó la misma operación con el otro menor, que estaba en mejores condiciones, invirtiendo en ello todo su esfuerzo.
Una vez a salvo, los niños "me dijeron desde abajo que había unos perros dentro del piso", rogándole que no los abandonara. Ismael no se lo pensó, accedió al interior del domicilio y encontró en el pasillo a las mascotas, un pastor alemán, un mastín y un dálmata, asustados y acurrucados en el suelo. Recorrió el piso para comprobar que no había nadie más en las habitaciones y puso a salvo a los animales rompiendo una ventana que daba a un patio interior donde no llegaban los efectos del fuego. Allí permanecieron hasta que la Policía Local y la Guardia Civil pudieron rescatarlos.
Desde el mismo patio, pudo observar cómo una familia de la segunda planta, un matrimonio con dos hijos menores, se había refugiado en un dormitorio, "y estaban intoxicados por el humo". Los tranquilizó porque "estaba en pánico la familia completa", volvió a entrar en el piso y les facilitó unas toallas y una camiseta mojadas para que se cubrieran el rostro y no respirasen los gases nocivos del incendio. El más pequeño de la familia estaban muy mal, aunque también parece estar fuera de peligro una vez pasado el siniestro.
Ya cuando llegaron los Bomberos, lo primero que hicieron fue salvar a un bebé que formaba parte de otra familia que estaba en la segunda planta, consiguiendo controlar por completo el incendio, siendo evacuados todos los residentes del bloque hacia los hospitales y centros de salud por los Servicios de Emergencia Sanitaria.
Ismael Ruiz, que trabaja de jefe de ventas en El Motorista, sufrió quemaduras en un brazo durante su actuación para salvar a los menores, de las que fue atendido posteriormente. En una situación en que "la gente estaba impactada y no se veía a las personas del humo que salía de las ventanas", logró mantener la calma. Sus años de experiencia como jefe de seguridad de unos grandes almacenes, durante los cuales recibió formación en cursos de evacuación y primeros auxilios, han sido decisivos para que gran parte del mérito del rescate de las personas afectadas por el incendio lleve su nombre.
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