Tierra fértil
XXVIII Festival de Jerez | Fértil
La ficha
*** 'Fértil' XXVIII Festival de Jerez. Guitarra y composición: José Quevedo 'Bolita'. Guitarra: Bolita hijo. Percusión: Paquito González. Lugar: Sala La Compañía, Jerez de la Frontera. Fecha: Sábado, 24 de diciembre. Aforo: Lleno.
El guitarrista jerezano José Quevedo ‘Bolita’ presentó su nuevo disco, titulado Fértil en la Sala La Compañía, dentro del ciclo Toca toque del XXVIIII Festival de Jerez. Es su segundo disco como solista, tras Fluye, publicado en 2013. Fue esta una presentación austera, con la segunda guitarra de Bolita hijo y la percusión de Paquito González. Este último es un viejo compañero de andanzas artísticas del Bolita, incluso antes de que formaran su renombrado cuarteto UHF, Ultra High Flamenco, que llegó a presentar dos formidables discos, antes de su disolución y el inicio de la carrera en solitario de Quevedo. Digo en solitario, porque como acompañante y compositor, le avala una amplia trayectoria junto a algunos de los grandes nombres de la escena flamenca, desde Argentina a Marina Heredia, para la que prepara una obra sinfónica, junto a Joan Albert Amargós, que estrenará en breve. El concierto no discurrió, estrictamente, por los cauces del toque frenético, nervioso, que caracteriza al Bolita como acompañante. También hubo sus momentos de pausa, lirismo incluso, entre las piezas más rítmicas. Presentó sus nuevas composiciones aderezadas por piezas ajenas y una rumba de su primer disco como solista. De Manuel de Falla eligió dos piezas, la Canción del fuego fatuo de El amor brujo y la Farruca del molinero de El sombrero de tres picos. En ambas siguió de cerca la versión que firmó Paco de Lucía en el disco que en 1978 dedicó al compositor gaditano. Como no podía ser de otra manera, dada la fecha de la que se trataba, ya que el concierto se celebró coincidiendo con los 10 años transcurridos desde el fallecimiento de Paco de Lucía, El Bolita dedicó su concierto al añorado maestro algecireño. Y así, entre pieza y pieza, nos fue hablando de su vida, de su familia y hasta de sus relaciones con Hacienda porque, como dijo, "hay que contarlo todo". Lleva razón, que a veces se nos va el santo al ciento hablando de lo sublime y se nos olvida poner los pies en la tierra. Cerró el recital con el delicioso Libertango de Astor Piazzolla, una de las piezas más celebradas, con merecimiento, del compositor argentino. Y ello entre rondeñas, sevillanas y soleares, entre otras composiciones de nuevo cuño.
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