Gestos, vidas
'DOSCIENTAS SESENTA Y SIETE VIDAS EN DOS O TRES GESTOS'. Eugenio Baroncelli. Trad. Natalia Zarco. Periférica. Cáceres, 2016. 336 páginas. 19,90 euros.
Muertos, vidas casi perfectas, libros no escritos o novelas de cien palabras, las obras no traducidas de Eugenio Baroncelli sugieren por sus títulos recuentos similares al que ofrece esta estimulante colección donde el italiano reúne Doscientas sesenta y siete vidas en dos o tres gestos, mínimas biografías parciales -"simulacros de biografías", dice él mismo- que recuerdan a las imaginarias de Marcel Schwob por su mezcla de erudición y habilidad narrativa o también, de modo más directo, a los ejercicios sintéticos del Borges, entusiasta del anterior, que gustaba de acopiar los perfiles extravagantes y las anécdotas reveladoras. Agrupados en secciones deliberadamente arbitrarias cuyos epígrafes hablan de amantes, viejos, diablos y magos, fantasmas, freaks, fumadores de puros, enfermos incurables, mexicanos, predestinados, desaparecidos o suicidas, los personajes biografiados por Baroncelli -reales o históricos en su mayor parte, individuos célebres o absolutos desconocidos- conforman una pintoresca y heterogénea constelación que se remonta a la Antigüedad y llega hasta el presente, incluyendo al propio evanescente autor, a su madre o al padre de quien empieza diciendo: "Nació por ahí en un día que no importa".
Son "velas apagadas", como dice el verso de Cavafis citado al comienzo, de donde toma su nombre el Libro de las candelas que en la edición española aparece como subtítulo. Vidas únicas, "como la(s) de todo el mundo", descritas a partir de esas due o tre pose que no cifran el misterio irreductible de cualquier existencia, pero sí retratan caracteres, actitudes o singularidades que acaban configurando -merced a dos azares, explica Baroncelli, el de la biblioteca y el de la memoria- una suerte de enciclopedia de momentos estelares. Ingeniosos y bienhumorados, repletos de guiños y sobreentendidos, los esbozos de Baroncelli combinan datos muy precisos con juicios, a menudo irónicos, sobre los personajes o sus circunstancias y funcionan de hecho, más que como estampas biográficas, como sugerentes microrrelatos.
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