Los Max revalidan a sus ganadores en una gala con fuerte carga política
'Marat-Sade', de Animalario, nombrado el mejor espectáculo en una gala con críticas al Rey y al PP · La ceremonia, celebrada en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, recogió varios números de flamenco y una saeta interpretada en directo
Marat-Sade, la coproducción entre la compañía Animalario y el Centro Dramático Nacional, fue designada ayer en el Teatro Lope de Vega el mejor espectáculo de teatro en los Premios Max. La formación de Alberto San Juan continúa así la espectacular trayectoria que tenía ya en estos galardones, en los que ya se había llevado el premio gordo por sus montajes Alejandro y Ana, lo que España no pudo ver de la boda de la hija del presidente y Hamelin.
Marat-Sade ganó además los premios correspondientes al mejor director de escena (Andrés Lima) y el mejor empresario o productor privado. Protagonizadapor Roberto Álamo, Nathalie Poza y Alberto San Juan, la obra devuelve a las salas un texto de Peter Weiss, en versión de Alfonso Sastre, que causó turbulencias en los escenarios europeos en la década de los 70 y que conecta con la filosofía contestataria que define a esta agrupación.
En el número de premios, Marat-Sade empató con otras dos producciones: también se hicieron con tres manzanas los espectáculos Un enemigo del pueblo y Pequeños paraísos. Un enemigo del pueblo fue galardonada con los premios al mejor actor protagonista (Francesc Orella), mejor composición musical y mejor adaptación de obra teatral, firmada por Juan Mayorga. El dramaturgo también se hizo con el galardón al mejor autor teatral en castellano por El chico de la última fila, con lo que se confirma -unos meses después de ganar el Premio Nacional de Teatro- como uno de los nombres imprescindibles del panorama escénico.
Pequeños paraísos, por su parte, recibió los Max al mejor espectáculo infantil, mejor figurinista y mejor escenografía.
La gala, que contó con la dirección escénica de José María Roca y estuvo conducida por María Galiana y Carlos Álvarez-Novoa, sorprendió por las constantes alusiones a la cultura andaluza. Aunque el alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, encargado de entregar uno de los premios, dijo de Sevilla que "los tópicos no sirven y las apariencias engañan, Sevilla es una ciudad abierta al mundo, un crisol de culturas y mestizaje, la ciudad idónea para la gente que piensa distinto", el transcurso de la gala pareció empeñarse en demostrar lo contrario. Desde la primera actuación de la cantaora Esperanza Fernández, el flamenco y otras manifestaciones de la cultura andaluza tomaron el protagonismo a través de las apariciones del Ballet Flamenco de Andalucía, Las Chirigóticas o la Banda de Música de las Cigarreras. Uno de los momentos más surrealistas de la noche fue la interpretación de una saeta mientras una coreografía simulaba un paso de Semana Santa que recorría el escenario del Lope de Vega.
La danza andaluza vio recompensada su labor con dos premios: Blanca Li recibió el de mejor coreografía por su revisión de Poeta en Nueva York, y El Junco fue elegido el mejor intérprete masculino de danza por su papel en Romancero gitano.
Los comentarios de índole política fueron otra dinámica de la entrega de premios. Javier Gil Valle, conocido como Javivi, actor de Marat-Sade e integrante de Animalario, criticó la monarquía española insinuando al Rey "que se busque la vida formando un partido político para poder seguir en el poder" y apostilló citando un diálogo de la obra en el que se dice: "Jamás un Jefe de Estado puede ser una cuestión de herencia".
Al recoger su galardón como mejor actor protagonista, Francesc Orella hizo una reflexión sobre las próximas elecciones generales, advirtiendo que existen los "enemigos del pueblo, aunque algunos no lo sepan", por lo que "nuestra obligación como ciudadanos es evitar que se cuelguen del Gobierno de nuestro país el próximo 9 de marzo". Vicky Peña, galardonada por su papel en Homebody / Kabul, dedicó la distinción a "todas las personas que cada día desde la lejanía o la cercanía luchan para que su opción sexual, religiosa o moral sea la suya y no la que le impongan desde ningún integrismo".
Por lo demás, el Max al mejor espectáculo de teatro musical fue para Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny, del Teatro Español de Madrid; el del Mejor Espectáculo de Danza, para Escupir en el tiempo, de Erre que erre, que se impuso a las candidatas Santo y seña, de Eva la Yerbabuena, y Sevilla, de María Pagés.
En el apartado interpretativo, Orella y Peña vencieron a caras conocidas como Juan Echanove, Alberto San Juan, Belén Rueda o Blanca Portillo. Otros galardones de la velada fueron a parar a Carles Canut, mejor actor de reparto por la adaptación teatral de Plataforma; y Gloria Muñoz, designada la mejor actriz de reparto por su desgarradora encarnación de mujer afgana oprimida por los talibanes en Homebody/Kabul.
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