Mejor actriz protagonista: un apartado sin clara favorita

El hecho de que Eva Llorach, aquí candidata al Goya a la mejor actriz revelación por su trabajo en Quién te cantará, haya sido reconocida por los Forqué y los Feroz como la mejor actriz protagonista ha dejado una interesante incógnita en este apartado en los Goya: para quién será el triunfo en esta categoría el próximo sábado.

Quien parte con más opciones en principio es Lola Dueñas, a quien las medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos destacaron hace unos días como la mejor actriz por su sentido y sobrio personaje de Viaje al cuarto de una madre, la emotiva ópera prima de Celia Rico. Dueñas ya tiene dos cabezones en su casa, los conseguidos por Mar adentro y Yo también, pero la calidad de su trabajo y que no haya clara favorita este año parecen jugar a su favor.

Pero, ¿y si la Academia decide reconocer a Najwa Nimri, recuperada en Quién te cantará? La antigua musa de Medem, que se reencontró con él recientemente en El árbol de la sangre, no lograba ninguna candidatura desde principios de la década anterior, y su papel de diva en la película de Carlos Vermut parece un traje hecho a medida para una de las interpretes españolas más singulares, a la que la televisión, más concretamente la serie Vis a vis, ha otorgado una renovada popularidad.

Tampoco habría que descartar a la veterana Susi Sánchez, imponente como una madre que retoma el contacto con su hija en La enfermedad del domingo, del malagueño Ramón Salazar, un director que ya la llevó a aspirar al Goya por 10.000 noches en ninguna parte. Los Max o los Premios de la Unión de Actores ya han galardonado anteriormente a esta intérprete que cada vez que aparece en pantalla cautiva a los espectadores con su sola presencia.

La cuarta contrincante al Goya a la mejor actriz protagonista es Penélope Cruz, nominada por Todos lo saben, de Asghar Farhadi. Cruz suma ya 11 candidaturas (y tres Goyas), pero éste en principio no parece su año: pese a que ella convence en la desesperación de su personaje, da la impresión de que la película, la esperada producción española del director iraní, no ha respondido a las expectativas.