Sara Baras es Sara Baras
Vuela | Crítica
La ficha
**** 'Vuela'. Sara Baras. Baile, dirección guión y coreografía: Sara Baras. Baile: Daniel Saltares, Chula García, Charo Pedraja, Cristina Aldón, Noelia Vilches, Carmen Bejarano. Guitarra, música y dirección musical: Keko Baldomero. Guitarra: Andrés Martínez. Cante: May Fernández, Matías López. Percusión: Antón Suárez, Manuel Muñoz 'El Pájaro'. Vientos: Diego Villegas. Iluminación: Óscar de los Reyes. Lugar: Cartuja Center. Fecha: 7, 8, 9 y 10 de marzo. Aforo: Lleno.
Sara Baras es Paco de Lucía, o el recuerdo de Paco de Lucía, o su recuerdo de Paco de Lucía, en la misma medida en la que fue Juana la Loca, Mariana Pineda o La Pepa. Sara Baras es Sara Baras y en Vuela encontramos los clásicos barasianos: zapateados frenéticos, carretillas, volantes, faldas de amplio vuelo, flecos, etc. Coreografías muy simples y directas para bailar zapateados, seguiriyas, fandangos, tientos, rondeñas, mineras, etc. A su manera y siempre con el foco puesto en su interpretación personal que, aunque nos retrotrae a otra estética y a otra época del flamenco, sigue encantando a una legión de seguidores, entre los que me encuentro. Y de eso se trata. De eso trata Vuela, de Sara Baras. Suenan músicas originales, pero Baras, y su cuerpo de baile, también interpretan algunas de las músicas de nuestra vida: La Barrosa, Canción de amor, Zyriab, Camarón, Volar. Son melodías de una obra, de una vida, la de Paco de Lucía, la nuestra, que se ofrecen sin una cronología estricta, al son de las emociones. Que, pese a tratarse de una obra elegíaca, no dejan de ser alegres, dado el espíritu que alienta el baile de la cañaílla. No obstante, la evocación lúgubre por saetas, precedida por la seguiriya, un paso a dos de Baras con Daniel Saltares, con una impresionante May Fenández al cante, es uno de los momentos estelares de la noche. El grupo sonó fresco y rotundo, limpio, y Keko Baldomero ofreció además un toque solista delicioso por soleares. En Vuela, título inspirado en las bulerías Volar de Paco de Lucía, incluido en su disco Cositas buenas (2004), la última entrega con composiciones originales del tocaor, Sara Baras sigue fiel a su mensaje, a sí misma, en una fórmula que llega a un público mayoritario y que no engaña a nadie porque todo el mundo que ha ido esta noche a ver Vuela ha ido a ver a Sara Baras. La bailaora sabe lo que quiere dar y el público sabe lo que quiere recibir, así que todos contentos. En una fórmula que ha permitido ampliar las fronteras de lo jondo más allá de los clásicos aficionados a la danza estrictamente flamenca. Esa es otra, una más, de las virtudes de Sara Baras. Esta noche, y hasta el domingo, otra nueva oportunidad de disfrutar del baile de la cañaílla. Eso, sí, con las entradas agotadas para los tres días que restan.
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