"Suelo hablar con Brian Wilson cuando duermo"
Pedro Perles. Cantante y guitarrista de Ledatres
Ledatres, el gigante del pop psicodélico, vuelve al Monkey Week el viernes a las tres de la madrugada en la sala Mucho Teatro
Que Ledatres vuelvan a tocar en el Monkey Week siempre es una muy buena noticia; y mucho más si en él van a presentar gran parte de su nuevo trabajo, Story of a love-a-lite. Es un disco que el que esto ha escrito ha tenido la suerte de escuchar y que constituye, de lejos, el mejor trabajo de la banda portuense hasta la fecha. Un monumento a la imaginación y el talento que baraja dos referencias esenciales: el Smile de Brian Wilson (poco tuvieron que ver con él, en el fondo, los Beach Boys) y el universal Sergeant Pepper's, de los Beatles.
Ahora bien, tanto su grabación como su producción han estado rodeadas de contratiempos y derrapes, tal y como subraya Pedro Perles, cantante y guitarrista de esta historia: "Han sido dos años de nuevos retos. Retos gráficos, retos de crecimiento personal, prolongadas ginkanas nocturnas. Aún no podremos disfrutar del disco físicamente. Tenemos que planear la estrategia. Los tiempos de vacas gordas han terminado y todo apunta a la autoproducción, esa compañera que se convierte tanto en aliada como en enemiga".
Y es que si hay algo que caracteriza al protagonista de esta entrevista (Pedro Perles), a Esteban Perles (batería y percusiones), Patricio Espejo (teclados) y Jesús Cabral (bajo) es su inquietud y su capacidad para involucrarse en decenas de proyectos que han terminado demorando la salida de Story of a love-a-lite: Bone Machine, Rododendro, Paco Loco Tríos y, sobre todo, Bigott, proyecto que Pedro ha tenido que aparcar muy a su pesar: "Yo tuve que dejar Bigott para poder dedicarme en cuerpo y alma a otras cosas que tenía abandonadas. Entre ellas, Ledatres. Fue una decisión difícil. Lo digo en esta entrevista para que nadie más me pregunte ¿por qué no estás tocando con Bigott?. Me llevo bien con ellos, aunque el otro día me invitaron a cenar una caballa envenenada con la intención de matarme."
Por otra parte, desde un punto de vista lírico, Story of a love-a-lite es una suerte de ópera pop incitada, sin saberlo, por el gran gurú de la banda, Paco Loco, quien planteó ingenuamente la siguiente pregunta: "¿Por qué no hacéis una ópera rock? Creo que Ledatres ha nacido para eso".
Dicho y hecho. En palabras de Pedro Perles, el nuevo disco parte de una historia según la cual "un satélite espacial nacía en las montañas de Fukushima. 17 geishas borrachas bailaban a su alrededor. De una patada certera lo enviaron a la estratosfera sin misión definida. Él se llamaba Glocke y era bipolar. Nunca tuvo una misión. Él era el fin en sí mismo. Resulta que tras varias vueltas se enamoró de la torre Eiffel".
En fin. Genio y figura. O disparate y poca vergüenza. Ustedes deciden.
En lo que se refiere a su actuación del viernes a las tres de la madrugada en el Monkey Week, hay que reconocer que ésta vendrá lastrada por su proyecto del año pasado, cuando ofrecieron lo mejor del festival acompañando a Ken Stringfellow en la adaptación de la obra Hedwig & The Angry Inch, que quienes asistieron a la exhibición no paran de proclamar que es lo mejor que se ha visto en un escenario en mucho tiempo: "Poder montar el show del año pasado con Ken fue una experiencia religiosa. Hicimos un trabajo duro para mimetizarnos con la película. Ken estuvo genial y nosotros estuvimos a la altura. Fue muy emocionante poder ejercitar esto en Monkey Week y estamos deseando volver a hacerlo. Todos los Ledatres, Pablo, de GAS Drummers, Guinea Pig, Paco Loco, Muni y Marcos Muniz hicieron un trabajo increíble".
Aunque después de escuchar en una sesión privada Story of a love-a-lite les puedo asegurar que el directo de Ledatres no tendrá nada que envidiar al del año pasado.
De esta forma, la actuación del cuarteto de pop-rock psicodélico se perfila como uno de los momentos más destacables de la presente edición del festival, máxime cuando, según el sabio de la noche, Pedro Perles, "vamos a tocar a las tres de la mañana en el escenario principal, por lo que imaginamos que el público estará en óptimas condiciones. Algunos bailarán la lambada y otros llorarán de emoción al recordar aquellos maravillosos años."
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