Más allá del hielo

Las tres reglas por las que Mae Mae y Milliken se guiaron durante sus cortas vidas han resultado ser una mentira ya que, como pudimos comprobar en el primer volumen, esa trinchera en la que han vivido sí que tenía final, y ahora les toca descubrir qué es lo que hay en estas casi infinitas extensiones heladas.

Tras el dramático desenlace que las ha dejado solas, las hermanas seguirán huyendo de la letal presencia del Hombre de Nieve, una amenaza que, sin descanso, sigue su rastro y que, tan cómo pudieron comprobar con ojos aterrorizados, parece del todo invencible.

Afortunadamente, el regalo que su padre le hizo a Milli, un extraño artilugio, les resultará útil de la manera más inesperada, cuando éste se convierta en una manera de aprovechar las cualidades de una de las gigantescas maquinarias que reposan sobre el gélido terreno. Un enorme robot se convertirá en su refugio, y con él avanzarán con más seguridad hasta que se encuentren de nuevo con el peligro, un hecho que viene a confirmar las falacias con las que crecieron, pero que también oculta algo terrible. Una oscura sima que se abre a sus pies y que las va a conducir a un nuevo e inexplorado lugar, donde tendrán que sobrevivir como puedan o sucumbir a la incansable persecución de la que son víctimas.

Mientras, en paralelo, vamos a descubrir la verdadera, increíble identidad y propósito del temible Hombre de Nieve, que esconde un as en la manga, una manera de recuperarse de las heridas.

Al igual que las protagonistas de este cómic, nosotros, los lectores, vamos a ir descubriendo poco a poco todo lo que se esconde en este paraje helado. Y no es poca cosa, ya que Jeff Lemire, ese guionista incansable, que sabe tocar con genialidad cualquier género al que se enfrente (en este caso la ciencia ficción, pero los que conocéis su trayectoria ya habéis comprobado y disfrutado de su versatilidad), sabe repartir con mesura los datos que nos hacen avanzar en el argumento, casi al mismo tiempo que las atribuladas hermanas, que van a pasar por una y mil peripecias hasta poder descubrir la verdad, la increíble verdad.

Premiado con el prestigioso Premio Eisner como mejor cómic digital, Lemire, que tiene un fino olfato para rodearse de buenos dibujantes, se hace acompañar por Jock, dibujante con una larga y exitosa carrera (The Losers, Batman, Wytches…), que pienso que es la elección más perfecta para llevar a las viñetas el argumento, ya que imagino a pocos que nos trasladen con tanta perfección a esos parajes helados que protagonizan el relato, componiendo páginas de una aparente sencillez y rotundidad que dejan con la boca abierta.

Como extra de este volumen, el propio Lemire nos narra el camino, bastante largo y lleno de impedimentos, que tanto él en solitario, como con Jock, tuvieron que recorrer para finalmente poder publicar esta historia de supervivencia extrema mezclada con una buena dosis de misterio, acción y, sobre todo, ciencia ficción.