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"Te ríes de lo mongolo de tu cultura porque la aprecias"

Pony Bravo

Los sevillanos Pony Bravo, iconoclastas y muy andaluces, arrancarán los conciertos del Monasterio del Monkey el próximo sábado con su nuevo disco

· Daniel, pablo y darío, componentes de pony bravo, el pasado lunes en su local de ensayo, en la macarena sevillana.
Pabloe Bernardo Caveda / Sevilla

06 de octubre 2010 - 05:00

Pony Bravo ensayan en pleno centro de la Macarena sevillana. Entre taconeos, oboes y palmas nos reciben mientras preparan los temas para el concierto del próximo sábado en el Monkey Week. En cinco días presentarán en directo su nuevo trabajo tras dos años de silencio y se advierte cierto nerviosismo en las expresiones de Pablo Peña, Daniel Alonso, Javier Rivera y Darío del Moral. Y es que dos años son demasiados cuando se trata de los autores del aclamado Si bajo de espalda no me da miedo y otras historias (2008-Discos Monterrey).

¿En qué fase se encuentra el nuevo disco?

Daniel: La grabación del nuevo disco está en la fase de mezcla y aún no hay fecha de lanzamiento. Será autoeditado y saldrá primero en web y luego en CD y en vinilo. El vinilo será co-editado con un sello.

¿Os alejáis mucho de vuestro primer disco?

Daniel: Yo espero que sí. Para bien, vamos.

Pablo: Mantenemos ciertas cosas pero también es cierto que hay otras influencias. Este disco está más basado en la improvisación. Antes partíamos de un concepto cerrado. Hemos quitado el dramatismo y la seriedad del primer trabajo.

Daniel: Es que ese dramatismo no tiene nada que ver con lo que quieres expresar. Es más una cuestión de estilo. Ahora nos parece más interesante ser más llanos, más directos.

¿El nuevo enfoque tiene que ver con lo que habéis hecho con Fiera?

Daniel: Claro. Lo de Pablo nos llevó a hacer las cosas de otra manera. Él tenía ya los temas muy trabajados y eran muy arriesgados. Y eso lo llevamos a Pony entendiendo que éramos los cuatro los que teníamos que arriesgarnos. Que no haya un solo compositor sino cuatro. Así el filtro es más duro y salen mejores ideas. El ego del compositor ya no funciona como antes. También hemos huido de la sobreproducción, que creemos que es una de las enfermedades que tiene el rock. Hemos intentado dar con el sonido mismo de los instrumentos sin buscarlo en el estudio con la producción o la edición. Es que todo el mundo quiere sonar superpepino y al final suenan iguales. Hay que dejar de agarrarse a los géneros.

Vestís a Michael Jackson de virgen o metéis cohetes a propulsión a la Giralda, pero versionáis a Manolo Caracol: ¿dónde termina lo iconoclasta y dónde empieza el homenaje a Sevilla?

Daniel: Hay un rollo iconoclasta y kitsch en la misma cultura andaluza. Jugamos con las cosas que más nos gustan de lo local porque hay que hablar de lo que uno conoce. Es como si les dices a los Joy Division que en vez de hablar de su barrio y de su megabajón que hablen de Cádiz. También es un esfuerzo por lo local contra la saturación anglosajona. Es verdad que en Sevilla hay muchas cosas que dan muy mal rollo, pero al final tienen algo. Es como lo de los capillitas, que dan mucho miedo pero menos mal que existen. Te ríes de lo mongolo que hay en tu cultura porque lo aprecias. Además utilizamos lo local para hablar de cosas más universales. Es un rollo de buzo, de buscar lo que te llena en mitad del mongolismo.

"Trinchera", de vuestro primer disco, se convirtió rápidamente en una especie de himno para vuestros seguidores. ¿Por qué dejasteis de tocarla?

Pablo: Ahora hemos vuelto a tocarla en directo.

Daniel: La tocamos como bis, más de coña, y funciona. Antes la tocábamos en serio y era demasiado dramático.

Darío: Es que tenía ese punto épico a lo Renato Carosone que no nos convencía.

Daniel: Claro, la compusimos de coña.

Darío: Pero luego cuando la grabamos en estudio se nos fue de las manos.

Dani: Es que los hits provocan el rollo del mechereo. Aquello fue un experimento para ver si éramos capaces de hacer canciones así.

Pablo: Con el tiempo hemos encontrado la manera de tocarla.

Daniel: Con El Pony Bravo nos pasó lo mismo. Llegó un momento en el que ya no nos la creíamos. Preferimos sacrificar mercado para no caer en el truco de inventar una fórmula que siempre funciona.

¿Qué pensáis del concepto industrial que defiende el Monkey Week?

Daniel: Hace falta que la gente se arriesgue como con el Monkey. Todo el mundo se espera a tener dinero y no se trata de eso. Además, El Puerto es un foco de arte importante. Da rabia escuchar lo de la nueva escena independiente sevillana cuando en realidad muchas cosas vienen de Cádiz. Además, el Monkey hace que todo el mundo de la industria se conozca, y eso es bueno para desarrollar la música independiente sin necesidad de acudir a intermediarios que son innecesarios. Muchos proyectos se van al carajo por falta de comunicación. Nos han educado con el miedo a hacer las cosas nosotros mismos. Por eso el Monkey Week es necesario.

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