¡Cómo está el servicio!
cómics
'Petra, criada para todo' (1954), de José Escobar, es una chica de pueblo, poco agraciada y muy inocentona, que emigra a trabajar en la ciudad, donde padece los abusos de su patrona
La ficha
'Clásicos del humor: Petra, criada para todo'. Guión y dibujos: José Escobar. RBA Coleccionables, 2009.
La película española ¡Cómo está el servicio!, dirigida por Mariano Ozores en 1968 y basada en la obra homónima de Alfonso Paso, está protagonizada por Gracita Morales, que interpreta a una joven de pueblo que llega a Madrid con la intención de ganarse la vida como sirvienta. La actriz Gracita Morales no fue la única sirvienta del cine español de los 60. En muchas películas se ve a actrices como Florinda Chico o Rafaela Aparicio interpretando este tipo de papeles; en décadas posteriores se pudieron ver, en algunas teleseries, ejemplos como Manuela, en Ana y los siete, y Juani, en Médico de familia.
Sin duda, todos estos personajes se inspiraron en Petra, criada para todo, una serie creada en el año 1954 por el historietista español José Escobar (Barcelona, 1908-1994), que basa su humor en la diferencia social y cultural entre Petra, la sirvienta pueblerina, algo simplona y tartamuda, y su señora doña Patro, una mandona solterona que vive de rentas, escasas pero suficientes para poder disponer de servicio doméstico.
Ambos personajes se complementan a la perfección, con diálogos para besugos en ocasiones, a chiste por viñeta. También hay algunos guiños a los demás personajes de Escobar, como si fueran vecinos que en cualquier momento pudieran encontrarse.
El personaje protagonista está inspirado en una amiga de la adolescencia de Escobar, una chica llamada María que hacía de criada a finales de los 40 en Granollers. Era una chica de un pueblo de Huesca que echaba de menos el ambiente rural y no se adaptaba a la ciudad.
Aunque la serie hizo su primera aparición en la revista Pulgarcito nº 1204 de la Editorial Bruguera, fue en el número siguiente donde se publicó la historieta en la que se presentaban los personajes principales, lo que hace pensar que realmente fue la primera dibujada por Escobar. Luego, apareció en muchas más revistas. Llegó a tener sus propios álbumes, y algunas páginas finales en los álbumes de Zipi y Zape y de Carpanta de la colección Olé. Petra, criada para todo es una historieta costumbrista, reflejo de una realidad social de aquella época: las criadas internas que convivían en casa de sus patrones. Era una circunstancia muy común que muchachas de pueblo emigrasen a grandes ciudades para servir en casas pudientes, ahorrando a sus padres una boca que alimentar, ganándose un jornal, un techo para vivir, algún que otro día libre para salir con otras chicas que viven en sus mismas condiciones, y además, pasando siempre los periodos vacacionales allí donde viajasen los señores de la casa.
Petra viste el típico uniforme almidonado y con cofia de las criadas, y su deseo es volver a su pueblo con fortuna. Las meteduras de pata de Petra, las confusiones en los recados y algún intento de sisar o evadirse de sus labores domésticas son, por lo general, la base de las historietas, además del elemento cómico provocado por el contraste entre campo y ciudad, entre valores rurales y urbanos, entre pueblerina y burguesa, aunque el autor a veces deja que la sencillez de Petra ponga en ridículo a doña Patro.
Los tebeos de Editorial Bruguera reflejan la época de publicación, y por eso, a finales de los años 50, el piso de doña Patro se convirtió en la Pensión Patro. Coincidiendo con las penurias provocadas por la autarquía franquista, la economía de la señora doña Patro menguó muchísimo, hasta verse obligada a admitir huéspedes, algo que, por supuestísimo, da lugar a un gran incremento de las obligaciones laborales de Petra.
Pero el verdadero punto de inflexión es la década de los 60, cuando doña Patro y Petra liman asperezas y, paralelamente, se refleja la España del desarrollismo. Escobar muestra los cambios de la España franquista en aquellos años: la automatización de las labores caseras es reproducida en Petra, criada para todo con la presencia del frigorífico, la televisión, la aspiradora, la lavadora automática y otros electrodomésticos. Al mismo tiempo, la serie testimonia también la llegada de los supermercados como la principal fuente de abastecimiento casero. En lo relativo a las relaciones laborales de las protagonistas, desarrolla un cierto nivel de igualdad entre ellas que despoja la obra de su esclavismo inicial.
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