Abrazo del son que espera agazapado

El prometedor grupo jiennense 'Amaranto' comparte una antología del bolero en el Alcázar El público acompaña ilusionado al cuarteto con sus voces, palmas y bailes

Abrazo del son que espera agazapado
Abrazo del son que espera agazapado
M. Ruiz De Lacanal Jerez

09 de agosto 2014 - 05:00

"Atiéndeme, quiero decirte algo que quizás no te esperes". Bolero tras bolero, es lo que se esperaba el público, y así fue. Los protagonistas, cuatro tipos firmes y convencidos, no tardaron en coger su instrumento, ya fuera la guitarra, las maracas o el requinto, y arroparlos canción tras canción. Palabras como 'amor', 'engaño', 'pasión', se sucedieron la pasada noche del jueves en el inconfundible marco del Alcázar. Un público, de mediana edad en su mayoría, derrochó toda su energía y ganas por hacerse con el compás y acompañar a las voces de Amaranto.

Sin luces de colores y con sólo cuatro micrófonos, Juan Carlos Medina, Aurelio García, Juan Jiménez y Antonio Gámez no necesitaban más que la respuesta de los espectadores. "Te juro que te adoro y por eso digo adiós". La voz de Aurelio García, curado de su última afonía, entonaba la primera canción que hablaba de la despedida, de los errores que se cometen en una pareja, el odio al engaño y la pasión por el amor. No son pocas las veces que se repitió esta última palabra pero para un público, enamorado y agradecido, solo les faltaba escuchar "si tú me dices ven" para tirarse a la piscina ante todos y ponerse a cantar.

Juan Carlos hizo las veces de presentador, cuando la ocasión lo requería. Lo prometido se cumplió. La antología del bolero recorrió a los mejores maestros de este son. Uno de los momentos más aplaudidos lo protagonizaron cuatro palabras: 'Dos gardenias para ti'. Pero se escucharon varios "¡bravo!", "óle", "qué bonito, hijo" e incluso la frase graciosa de una mujer a su marido: "y tú decías que no querías venir" que se tradujo en un beso cómplice entre ambos. Las invitaciones por parte del grupo se repitieron a lo largo del concierto, ya fuera para que alguna pareja atrevida se arrancara a bailar o para que se dejase llevar por las letras encantadas de los grandes del bolero. Amaranto expresó el porqué de su pasión por este estilo musical, así como la perdurabilidad que tiene un bolero frente a todos los éxitos del verano que se quedan casi siempre en esos meses estivales.

"Buscar en vuestro interior la margarita que todos tenemos, porque yo digo que el bolero espera agazapado, en los corazones de las personas, a la espera de que éstas lo conozcan y se abracen a él". Poco a poco, todos buscaron en el interior la flor que ya estaba viva, y comenzaron las palmas al compás de las voces melódicas de los artistas con la ayuda de un "difícil y muy complicado estribillo: guantanamera, guajira guantanamera". El canto a 'María la portuguesa' sacó lo más fino de Jerez con esa 's' más que pronunciada. La voz rota de Aurelio García se lució con este fado pero, a continuación, hizo su aparición "es la historia de un amor, como no hay otro igual", a lo que el público respondió con un asombro merecido por la obra que se trataba. Los jerezanos reaccionaban más que agradecidos con los temas como si se les estuviera narrando historias, vividas antaño entre amores y desamores.

Juan Jiménez hizo de anfitrión dedicando a sus seres queridos, muy tímidamente y con ternura, el famoso 'Si tú me dices ven'. De Carlos Cano a María Dolores Praderas, y de Amaranto para todos: 'Una luna de abril' donde la primera voz de Aurelio García se desmarcó de sus compañeros para sentir cada palabra como si fuera una "golondrina" sobrecogida en el micrófono. La antología tomó forma cuando Juan Carlos Medina hizo hincapié en la "declaración de amor más bella a ritmo de canción", que llegaba al Alcázar a ritmo de bolero. 'Yo soy aquel' pisó el escenario jerezano después de darse a conocer en Eurovisión. Cabe decir que el bolero le hace justicia a esta canción.

"Quien no se enternece, tiene la piedra por corazón", y por más que se buscaran espacios rudos entre los visitantes, los toques del requinto simplificaban los sentimientos que brotaban de las personas que lo escuchaban. El dúo entre el maestro Antonio Gámez y Aurelio García clavó el 'Contigo aprendí', que se ganó un "¡óle!" al más puro estilo jerezano. Con una pizca de ritmo y sabor, y con boleros rompedores como el del mexicano Agustín Lara, los ciudadanos terminaron sintiendo el compás a través de sus escurridizos pies, con la participación de una sigilosa pareja que decidió bailar por 'Boleranto'.

stats