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Cined, una plataforma educativa para la difusión y el estudio del cine europeo destinada a niños y jóvenes, acaba de comenzar su proyecto con nueve títulos extraordinarios

1. Fotograma de 'El espíritu de la colmena', cinta del director español  Víctor Erice incluida en la selección. 2. 'Il posto' de Ermanno Olmi.  3. 'O Sangue' del director portugués Pedro Costa. 4. 'Pierrot le fou',  película de culto del francés Jean-Luc Godard. 5. 'En construcción'  de José Luis Guerin. 6. Un instante del acto de presentación de Cined  en la sede del cine Doré de la Filmoteca Española en Madrid.
1. Fotograma de 'El espíritu de la colmena', cinta del director español Víctor Erice incluida en la selección. 2. 'Il posto' de Ermanno Olmi. 3. 'O Sangue' del director portugués Pedro Costa. 4. 'Pierrot le fou', película de culto del francés Jean-Luc Godard. 5. 'En construcción' de José Luis Guerin. 6. Un instante del acto de presentación de Cined en la sede del cine Doré de la Filmoteca Española en Madrid.

Sevilla/La educación es la clave de una buena relación con el cine. Una relación rica, diversa, sensible, abierta, resistente a su mero hecho de consumo y entretenimiento, y que lo considere ante todo como una forma artística y cultural. La educación cinematográfica, erróneamente sustituida por la audiovisual en unos planes de estudios delirantes (sí, también los universitarios), es un terreno fundamental aún por labrarse y un largo camino por hacerse en los currículos académicos de nuestro país, por lo demás casi siempre a la cola en inversión en "Cultura".

Francia, cómo no, fue pionera en este intento de llevar el cine a las escuelas y descubrirlo y enseñarlo a los niños como arte de nuestro tiempo, como arte de la vida, y también como lenguaje con sus propios códigos y su propia gramática lejos de toda transparencia e ingenuidad discursiva, ideológica y estética. Aquel Pequeño tratado sobre la transmisión del cine en la escuela y fuera de ella encargado a comienzos del siglo por el Ministerio de Cultura de Jack Lang al crítico y profesor Alain Bergala y su modesta implantación en la enseñanza escolar francesa sigue siendo hoy, más de 15 años después, el modelo de excelencia y referencia para una posible iniciación a la pedagogía del cine que lo rescate de la amnesia galopante de su propia historia y lo propulse hacia el futuro con ciertas esperanzas.

'El espíritu de la colmena', de Erice, y 'En construcción', de Guerin, son las cintas españolas

Diez años después de la publicación de aquel tratado (La hipótesis del cine, Laertes, 2007), llega al fin a nuestro país el proyecto europeo destinado a darle cuerpo y forma más allá de la teoría, los planes políticos y los buenos propósitos. El pasado 1 de marzo, Cined se presentaba en la sede del cine Doré de la Filmoteca Española, un programa de cooperación dedicado a la educación en cine. Iniciado y liderado por el Institut Français, con apoyo del programa Media y de numerosas instituciones nacionales (en España, el Ministerio, el ICAA y el Instituto Cervantes) de los hasta ahora ocho países socios, Cined tiene como "objetivo propiciar el descubrimiento de la riqueza del cine europeo por parte de los niños y jóvenes de 6 a 16 años, así como desarrollar su capacidad de análisis y su conocimiento de las formas cinematográficas".

Destinado a docentes, centros educativos, espacios culturales, salas de exhibición o entidades del ámbito social, y en una modalidad de participación gratuita, Cined y sus colaboradores españoles (las asociaciones A Bao a Qu y Cine en Curso) han seleccionado para comenzar nueve títulos extraordinarios que son toda una declaración de intenciones sobre la esencia del proyecto, películas singulares, clásicas, modernas y contemporáneas, muy alejadas de la etiqueta de cine infantil o juvenil y que destacan por su "gran potencia expresiva, apelando e interpelando a cada espectador de forma única y personal": las españolas El espíritu de la colmena (1973), de Víctor Erice y En construcción (2001), de José Luis Guerin, quien dio la clase inaugural ante los alumnos de varios centros madrileños el pasado día 1, las francesas La vuelta a clase (1956), de Jacques Rozier, Pierrot le fou (1965), de Jean-Luc Godard, y Pequeña luz (2003), de Alain Gomis, la italiana Il posto (1961) de Ermanno Olmi, las portuguesas O sangue (1989), de Pedro Costa, y Una piedra en el bolsillo (1987), de Joaquim Pinto, y la rumana Cómo celebré el fin del mundo (2006), de Catalin Mitulescu. A lo largo de 2017 está previsto añadir al catálogo otras dos joyas del cine europeo: Aniki-Bóbó (1942), del maestro portugués Manoel de Oliveira, y Un hombre sin pasado (2002), del finlandés Aki Käurismaki.

Una selección que se nos antoja una auténtica celebración del mejor cine europeo de autor y un verdadero lujo para los jóvenes que vayan a acudir a las sesiones y también para sus profesores y presentadores, que contarán con materiales pedagógicos que responden a un doble objetivo: dar las herramientas para un descubrimiento activo, reflexivo y creativo del cine, y proponer pistas para el trabajo transversal desde diferentes áreas. A tal efecto, también se ha creado el Blog Cined como espacio para compartir los trabajos, textos y creaciones elaborados a partir de las películas.

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