Agitador de conciencias propias
El escritor jerezano José Mateos presenta mañana en el Jardín de Caballeros su libro de relatos 'Historias de un dios menguante', enigmas desalentadores sobre la búsqueda de valores perdidos
Un faro que se asoma tras una duna dice la primera palabra, sin hablar. Su luz haría de guía a un puñado de preguntas hacia sus respuestas. Es de día, así que la cosa pinta mejor. Hay un casa con un tejado rojo, sobre un cielo azul. Entre tanta duda, brilla la claridad. Es un cuadro, obra de la misma mano que del lienzo pasa al papel sus creaciones literarias. Es José Mateos (Jerez, 1963) y sus 'Historias de un dios menguante' (Pre-Textos), que se presentará mañana jueves, a las 19,30 horas, en el Jardín de La Luna Nueva (Caballeros, 36, entrada por calle Barja).
Una obra que está escrita desde hace dos años. Un conjunto de relatos que tiene cada uno un detonante diferente. "Hace cuatro años inicié una novela a dos voces con mi amigo Sebastián Rubiales, que finalmente no cuajó. Algunas de estas historias me parecieron que podían tener interés y las rescaté para este libro. Y otros son relatos que me han interesado por sucesos que me han ocurrido, me han impresionado y he querido desarrollar aquí", cuenta Mateos.
Encarnaciones de preguntas que obsesionan al autor, conflictos que interesan y que se desnudan a través de los personajes. La muerte, el dolor, el sufrimiento, la desgracia de ciertas vidas condenadas, la compasión... "No significa -añade- que ellos (los personajes) hayan resuelto todas mis dudas, pero sí me han servido de efecto catártico. Sus problemas son los que tenemos todos, buscan sus soluciones, y no es que me guíen o me obliguen a seguir un camino. No nos controlamos, pero sé que si no los llevo por una ruta determinada no tienen ningún sentido". Un cristal construido con muchos cristales, con cosas vividas, relatos que han sido cocinados a fuego muy lento, con finales abiertos, lejos de los enigmas detectivescos bien resueltos. "Los enigmas de la vida no creo que tengan una solución racional, sino emocional. De una intensidad que te hace ver las cosas muy claras, aunque luego esa sensación desaparezca", dice.
Estas historias nada tienen que ver en su gestación con el ritmo que requiere la poesía, "es algo totalmente diferente", asegura el autor, "porque el poema te tiene que llegar, se va haciendo solo, e interviene poco la voluntad y la disciplina de ponerse todas las mañanas a ello. La poesía te marca un poco el rumbo cuando tú estás en un estado emocional propicio. En el relato esto se puede forzar. Y ahora, la poesía es lo que más me satisface como escritor. Escribir un buen poema es como llegar al éxtasis. El que lo haya sentido no lo cambia por nada. Es un rapto místico. Un subidón. No hay nada igual".
A la vista está la publicación de nuevos libros de poemas y de pensamientos de José Mateos, que ya están casi terminados, "y es que la verdad no tengo mucha prisa en estas cosas. Sé que tengo, afortunadamente, la posibilidad de publicar y que, desgraciadamente, hay escritores que tienen dificultades para ello. Tengo la suerte de tener un editor y amigos que me publican lo que escribo".
'Historias de un dios menguante' busca crear el desasosiego en el lector, narraciones con intriga, historias entretenidas, bien contadas, un agitador de conciencias. Es la muerte de los valores de nuestra civilización, de Occidente, con personajes que buscan esos valores desaparecidos para revitalizarlos, una solución a sus vidas, inventar nuevas creencias esperanzadoras. "Temas de actualidad, -apunta- que el periodismo acaricia de forma superficial, y que aquí son tratados con profundidad, que son realmente cuestiones éticas muy importantes que yo muestro a través de la literatura".
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