“Soy más un músico de cuaderno y guitarra que un artista de tablas”
Música
El autor de ‘Noches de Bohemia’ y ‘Oh mare’ prepara '13+1', un disco recopilatorio con temas de todas sus épocas

Jerez/Antonio de los Ríos ‘El Madriles’ conserva tras de sí ese halo de músico bohemio y transgresor. Pudo tener más de lo que tiene, pero se conformó con lo que le hacía feliz. “Nunca he sido un buen comercial”, reconoce.
A punto de alcanzar las seis décadas, ‘El Madriles’ prepara estos días su primer disco como cantautor, 13+1, una propuesta donde recoge algunas de sus composiciones y que espera ver la luz en unos meses. Mientras, como un despegue profesional, se sentará mañana frente al público para ofrecer un concierto, en Bereber, rodeado de artistas que de alguna forma rendirán pleitesía a sus creaciones.
“Este concierto viene provocado por el proyecto de disco que tengo en marcha. Tenía grabados varios temas en distintas etapas de mi vida, todos en estudio, y quería sacarlos fuera, que no quedaran en un cajón. Por eso he decido hacer este disco, en el que la ayuda de mi amigo Carlos González Pantoja está siendo fundamental. El disco, que se llamará 13+1, lleva no sólo las grabaciones en sí, sino una serie de poemas que escribí en su momento. La idea es sacarlo dentro de un mes”, afirma.
En un pequeño local de la calle Santa Clara, Antonio, que no se separa ni un instante de su guitarra, admite que componer “es lo que más me gusta, por encima de cantar, lo que pasa es que a veces lo hago como forma de expresión. Soy más una persona de cuaderno y guitarra, de ensueño, que un artista que se pone enfrente de las tablas, que sí lo he hecho, he llegado a tocar ante 5.000 personas, pero no es lo mío. Puede que sea un músico de calle, pero conozco mi oficio”.
Cuando se le pregunta por sus líneas artísticas, ‘El Madriles’ tiene claro que siente predilección “por la música más vanguardista, el rock and roll y también el flamenco, aunque siempre he tenido mi propia forma de hacer las cosas, me considero una persona creativa”.
Pese a estar siempre en un segundo plano, Antonio puede presumir de tener un Premio de la Música (1999), conseguido con la canción que escribió para Navajita Plateá, ‘Noches de Bohemia’, un tema “que compuse muy rápido y estaba en un cajón. Un día, estando trabajando con mi guitarra en Colonia (Alemania), me llamaron para sustituir a un cantante en una taberna. Yo fui e hice mis cosas, no me iba a poner a cantar ‘Bamboleo’ como me pedían. La recordé, la canté y tuve una respuesta buena. Un día se la propuse a Curro y Pelé y recuerdo que el productor en su día la echó para atrás, pero los dos pelearon muy bien por ella. La letra y la música eran mías, pero Curro y Pelé hicieron sus aportes”.
De su firma salió también el single que lanzó al estrellato a Tomasito, ‘Oh mare’. En ambas, explica ‘El Madriles’, “la aportación de los intérpretes es fundamental. Son canciones mías, pero los que las sacaron adelante fueron Navajita y de Tomasito. El mérito de una canción no sólo la tiene el compositor sino el que la saca adelante, hay canciones por ahí maravillosas, pero que se han perdido porque no ha habido nadie que les dé su cosa”.
Nacido en Baleares, con apenas 17 años pisó por primera vez Jerez, coincidiendo con la llegada de su padre, militar de profesión, a La Parra. Y con su guitarra saboreó las mejores fiestas del barrio de Santiago. “Yo me iba a las fiestas y acompañaba al Borrico y todo el que cantaba. Allí conocí a Manuel Morao, a Parrilla, El Torta, Capullo... Recuerdo que una vez El Zambo le dijo a Manolito Jero ‘lo bien que acompaña el gachó’, y éste le contestó ‘como no acompañe bien es pa matarlo’, porque yo no me perdía una” (risas).
“Jerez es un sitio especial a nivel de músicos, no sólo por el flamenco. Yo siempre digo que el vino de Jerez no es mejor que el de Rioja, pero es el vino de Jerez (risas)”.
Al recordar las etapas de su vida, ahora trasladadas al CD mediante temas, ‘El Madriles’ se detiene en un periodo “más hippie, el que compartí con Juanete, ‘El loco romántico’, del que aprendí como persona y artista”, y al que considera “uno de los últimos genios creadores que ha tenido Jerez”. “Era a finales de los ochenta y una época difícil, no había dinero y había que tocar en la calle”. Otra etapa la dedicó “más ligado al flamenco, acompañando con la guitarra” y una tercera “la que emprendí con Navajita y Tomasito, que aunque eran más jóvenes que yo, siempre conectamos bien, porque aunque yo ponía la base, ellos la completaban con sus ideas”.
Como en todo, “hubo detractores, aunque también gente a la que le gustaba lo que hacíamos. A mí me han llegado a decir que yo adulteraba el flamenco con mis canciones. Nunca entendí eso”.
Todo su legado se recuperará en el disco, aunque como aperitivo habrá mañana un concierto en Bereber, en el que participarán Navajita Plateá, Jorge Gómez, Ricardo Piñero, Joselete de Musho Gitano, Ané Carrasco, entre otros.
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