El Badalac, el río perdido (I)
La ciudad de la historia
EN el entorno de Jerez había en la antigüedad tres zonas con salida directa al mar. Dos de ellas aparecen perfectamente dibujadas en el mapa del trabajo del profesor Chic García, Gades y la desembocadura del Guadalquivir (1979). Son: el estero de Doña Blanca y el Canal de Guadabajaque. Hay una tercera zona que no aparece en ese mapa, la cual menciono en mi trabajo 'Los Canales de Jerez' (Revista Historia de Jerez; nº 14/15) y también en el artículo del Diario de Jerez, 'Guadalete y Guadalquivir en la geografía antigua' (25-11-08). Es una zona situada a escasos kilómetros al E. de la actual ciudad de Jerez, en los llanos de Caulina, que enlazaba la cuenca de Lacca (de la que luego hablaremos) con el paleoestuario del río Guadalete a través de un pequeño afluente (hoy casi desaparecido) que los antiguos historiadores (B. Gutiérrez, año 1755, Antonio de Guevara, año 1539) llamaron río Badalac o río Bedalac.
La toponimia de este río deriva directamente de la palabra árabe Wadilacca, es el lugar de la mítica batalla en la que desapareció el reino Hispano-Visigodo, en el año 711 d. C. Y significa, el 'río de Lacca'. Precisamente, esta palabra que dio nombre a la celebre batalla, y los 'tituli picti' encontrados en catorce ánforas del Testaccio en Roma con la denominación Lacca, son las pruebas que tenemos de que existió una villa romana en esta zona que se dedicaba a la exportación de aceite. La otra noticia que nos ha llegado de esta misteriosa ciudad nos la da el cronista al-Himyari, que habla de una ciudad en ruinas, cerca de Sidona (Saduña), fundada por César Augusto (Octavio), cerca de una fuente termal, a orillas del río del mismo nombre donde se enfrentaron Tárik y Rodrigo, el Wadilacca. El historiador Chic García la ha situado en la población de la 'Junta de los Ríos' cerca de Arcos, pero su ubicación exacta continúa siendo un misterio.
Esta zona era en la antigüedad un brazo de mar que se adentraba en el interior desde la desembocadura del Guadalete hasta las faldas del monte Gibalbín. La cuenca marítima mantuvo su actividad comercial hasta, al menos el siglo I-II d. C. Luego, se fue colmatando y rellenando de aportes aluviales.
Esto, junto con la retirada de la antigua línea marítimo-costera, y la progresiva disminución de las precipitaciones condujeron a la desaparición de dicha cuenca. Convirtiéndola primero en un lago interior, y ya en época actual quedó reducida a un pequeño afluente del Guadalete, que atravesaba la llanura de Caulina. El Badalac dejó de existir cuando su nombre quedó asociado al del río Guadalete como lugar donde había tenido la batalla por tratarse del río principal, y el otro un mero afluente. Las antiguas crónicas cristianas siempre hablaron de la 'Batalla del Guadalete'.
La primera vez que aparece en un mapa el río Badalac, como distinto del Guadalete, es en un mapa encontrado dentro del libro del historiador jerezano Bartolomé Gutiérrez 'Reflexión sobre la opinión admitida por el m.r.p. Mro. fr. Enrique Florez, que niega la identidad de Asta con Xerez de la Frontera. (Que dedica rendido al muy ilustre caballero d. Nicolas Carrillo de Mendoza, marqués de Alcocevar, y Corregidor de esta Ciudad)'. Año de 1754. Se encuentra en la Biblioteca Municipal de Jerez.
La primera referencia escrita a dicho río como distinto del Guadalete la tenemos en 1539; Antonio de Guevara escribió en sus Epístolas Familiares lo siguiente: En la 'Letra para don Alonso de Fonseca, obispo de Burgos, presidente de las Indias, en la qual se declara por qué los reyes de Hespaña se llaman Reyes Cathólicos', aparece escrito "…junto al río Bedalac, acerca de Xerez de la Frontera…se dio la ultima y infelice batalla entre los godos que estaban en España y los árabes…en la cual el triste rey don Rodrigo fue muerto…".
El escritor Joaquín Portillo recoge en sus 'Noches Jerezanas' (tomo I) pag. 52, lo siguiente: "el Testudo, después se llamó el Badalac, y hoy el Badalejo. En 1787, el Mariscal de Campo Francisco Zarzana elaboró para el conde de Floridablanca un 'Mapa de los Términos de Xerez dela Frontera', en el que lo denomina 'Badalejo'. En la actualidad lo que queda del cauce se llama 'Salado de Caulina".
Fco. Antonio García Romero
Eugenio J. Vega Geán
Centro de Estudios Históricos Jerezanos www.cehj.org
Alberto M. Cuadrado Román
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