Carlos Jurado presenta su nueva novela 'Ardeviejas'

A partir de las ocho y media de esta noche, el escritor Carlos Jurado Caballero presentará en el salón de actos de la Fundación José Manuel Caballero Bonald, sita en la calle Caballeros 17, su novela 'Ardeviejas', recientemente publicada por la Editorial Paréntesis.

La crítica ha destacado de la obra, que fuera declarada finalista del Premio de Novela Ateneo de Sevilla en 1995 bajo el título 'El año en que paró el tiempo', que es una "maliciosa e imaginativa versión de la vida rural y el tiempo detenido". José Manuel Caballero Bonald ha escrito el prólogo de esta segunda versión de la novela.

El acto, de entrada libre y gratuita, será introducido por los escritores José Vicente Pascual y José Ruiz Mata. Al finalizar se ofrecerá una copa de jerez por cortesía de las Bodegas González Byass.

Nacido en Jerez en 1960, Carlos Jurado Caballero ha publicado 'Dentro del laberinto' (1995), 'El año en que paró el tiempo' (1996), finalista del Premio de Novela Ateneo de Sevilla, 'Teoría sobre los jerezanos y sus duendes' (2007), 'Las 20 claves del éxito escolar' (2009, renovador método de estudio para parar el fracaso escolar), y 'Ardeviejas' (2010).

Es autor de numerosos guiones cinematográficos, ha escrito artículos para La Crónica, Ideal de Granada, ABC e Información Jerez y colabora en Radio Jerez.

El autor explica que el origen del libro se encuentra que "hace muchos años, cuando leí las obras entroncadas en el Realismo Mágico, descubrí que todas las situaciones mágicas e imposibles allí descritas podrían haber ocurrido, y de hecho ocurren a diario, en España y, con mayor probabilidad, en tierras de Andalucía. Además, por entonces, revoloteaba por mi cabeza una leyenda gallega acerca de un lobo que sólo birlaba las ovejas del mismo pastor, aunque pusieras otras más hermosas ante sus hocicos. Sumando lo uno a lo otro, removiéndolo y sazonándolo, apareció el germen de 'Ardeviejas'. Ya luego el asunto arrastró tras sí otras reflexiones personales y casi tribales. Principalmente me preguntaba cómo sería un pueblo desconectado del exterior, sin posibilidades de imitación, donde el futuro acaba con el día, sin ladrones porque no hay nada que robar, sin guerras porque no hay nada que defender, sin jueces porque las controversias se arreglan con una bofetada. Y aquellas preguntas se adhirieron al tronco de la novela".

El título responde al mote del personaje fundamental de la novela. Se trata de un foráneo que quiere regresar a las esencias vitales y que el autor utiliza como observador crítico de ese mundo distinto. Alguien que no sabe si busca o si huye.