Dani Llamas, la música honesta
El jerezano regresa con dos discos en solitario, 'Dead Labor' y un recopilatorio, y anuncia un tercero en castellano dedicado a sus raíces
Su meta sigue siendo buscar la verdad y la pureza en sus canciones
Jerez/Seguir haciéndolo. Ese es el objetivo de Dani Llamas, que tras 24 años en la música busca no perder la honestidad que dan identidad a sus canciones. Es muy difícil seguir, pero él quiere y lo consigue. Prueba de ello son los dos nuevos discos que ya están en la calle. El primero fue editado en USA y Francia, se llama 'Dead Labor' y lo grabó justo hace un año en los sevillanos estudios La Mina, producido por Ramón Rodríguez y Raúl Pérez, con la compañía de Ramón Rodríguez (guitarras), Ricky Lavado (batería y percusión), Miguel Caturani (piano y teclados), Javi Vega (bajo) y Pilar G. Angulo (voces). El segundo es una especie de 'best of' producido por Joey Cape en Los Ángeles, con canciones que ya existían, que bien estaban en disco o eran inéditas. Ya está disponible en digital para One Week Records (un buen sello que funciona por suscriptores), y en otoño saldrá en vinilo en USA. "Son dos salidas de discos que me vienen muy bien porque me abren caminos distintos, sobre todo, en EEUU. Yo, que siempre he escuchado música americana..., de hecho, he crecido con la de Joey Cape. Ya sabes. Es como ir cerrando círculos".
De aquí a octubre ofrecerá una serie de conciertos y en 2019 hará gira tanto en EEUU como en Europa de One Week Records, con varios artistas del sello haciendo repertorio de todos entre todos. "Estar con músicos que he admirado siempre es como subir de división de fútbol. También es una responsabilidad hacerlo bien", confiesa. El jerezano no publicaba disco en solitario desde 2011 con 'Minor epic', segundo trabajo tras 'Speaking through the others'. En todo este tiempo también ha habido trabajos con los grupos 'GAS Drummers' (que cumplen 20 años) y 'The Ships'.
Desde 1994 "dando raca-raca a la guitarra", en aquellos comienzos con 'The Snoopy's Nightmares', le hace ser casi un artista consagrado, con eso de la edición ya de un 'grandes éxitos'. "En mi caso no he hecho las paces conmigo porque a veces pienso que quería llegar hasta tal sitio... Pero sin darme cuenta he hecho un montón de cosas. Al final, me paro y pienso que sí que he hecho cosas para ser un tipo de Jerez, que de manera anónima ha ido haciendo historia, funcionado de forma independiente y nunca ha tenido el apoyo de una multinacional".
Un ser que viene de hacer punk rock y hardcore, "un mundo muy diferente en el que utilizas la música como ensayo de lo que te rodea para reflexionar. Pero nunca había traspasado el nivel de contar mis sentimientos, un espacio más íntimo que encuentro en mi carrera en solitario. Aunque he de reconocer que 'Dead Labor' sí está basado en una frase de Karl Marx: "el capital es trabajo muerto, que, como el vampiro, vive solo de chupar el trabajo vivo, y vive cuanto más trabajo chupa". Así que cada vez que saco un disco muere esa inquietud artística, pero perdura a la vez en el tiempo. Un juego irónico: trabajo muerto que vivirá muchos años. Es una forma de meter mis filias políticas pero, al final, hablando de mí".
Dani Llamas combina musicalmente los modos 'relax' y 'a tope', dependiendo de si va en solitario o con sus dos mencionadas bandas. "Voy creciendo y me voy dando cuenta de que la música es inabarcable. Cuanto más inabarcable más me gusta todo. ¿Quién me iba a decir hace 24 años que ahora, por ejemplo, me iba a obsesionar con el cantante puertorriqueño Héctor Lavoe, uno de los pioneros de la salsa? ¡¡Cómo voy a escuchar salsa si yo soy un punk rocker!!, me diría entonces (ríe). O la afición que tengo por el flamenco con, por ejemplo, Terremoto..., pues en 1994 hubiera sido un rechazo". Sin embargo, el camino le lleva a cada uno a lugares inusitados "y lo interesante es sorprenderte a ti mismo. Es buen síntoma"
Más Dani Llamas, más fuego en la música, más pureza, más verdad, "que es lo que siempre voy buscando. La verdad está en The Clash, en Terremoto, en Héctor Lavoe, en Neil Young, en Fugazi... La verdad está en mucha música". ¿También está en Dani Llamas? "Lo intento. Yo busco hacer música honesta y si no, no me sentiría cómodo. Si buscara el éxito comercial o ser parte de la maquinaria de una industria musical que detesto, tendría que hacer cuentas conmigo mismo y saldría bastante escaldao. Creo que voy por buen camino. El mundo de la música está lleno de obstáculos y lo importante es seguir haciéndolo. He visto a gente caer. Es difícil seguir y ser honesto. Todo esto es una carrera de fondo".
Entre los proyectos de futuro está también sacar nuevo disco conmemorativo con 'GAS Drummers' y una gira para celebrar las dos décadas. Y con 'The Ships' hay planes de un segundo título próximamente. "No hay prisas ni presión en ninguno de los proyectos que hago, algo que es muy reconfortante". Reconoce que le gustaría actuar más cerca de casa (reside en Madrid), ya que suele editar y tocar fuera de España. Habla de los festivales, se queja de que hay una especie de burbuja. "Hay demasiados. Los hay que están de puta madre, pero la música hoy se ha festivalizado".
Llamas, que trabaja también de forma paralela en el mundo del cine y el documental, se plantea también ahora escribir, por primera vez en su carrera, música en castellano. "Que un productor americano te diga que le gustan mucho tus letras, te hace sentirte en la cima. Lo he conseguido (se dice), así que ahora he pensado en hacer canciones sobre mi tierra, sobre sus lugares. Yo, que soy del barrio de Santiago, pues me apetecía regresar de la meca californiana y cantar para dentro de mis raíces. Un renacimiento, introspección, memoria, leyendas. No hablan de mí, sino de todos los matices que hay en Jerez, que son muchos".
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