"Sigo reivindicando el acento, el sonar a hoy pero sin perder la influencia de nuestro ayer"
David DeMaría | Cantante, escritor, compositor y productor
El cantante jerezano presenta su último disco, 'Capricornio', once nuevas canciones para disfrutar de un álbum al completo, lejos de los singles "de usar y tirar"
Sobre el Covid-19 y la cultura, el artista subraya que "se nos ha puesto al mismo nivel que un botellón"
'Capricornio' es un reencuentro con el David DeMaría de los inicios, un disco de música blanca con la voz "de un jerezano aventurero que sigue navegando y viviendo un sueño". Once nuevas canciones en las que su hijo Leo, de 4 años, ha sido inspiración y compañero. "Él me ha acompañado desde el inicio, me ha inspirado, me ha acompañado con la batería, e incluso ha decidido cosas porque he dejado fuera canciones que él no cantaba... Llevo una vida muy centrada en ser buen padre y en mi carrera musical. Al final uno habla de lo que vive, y en los últimos años de mi vida, es con la persona con la que más tiempo paso".
Quien conoce a David sabe que le gusta presentar sus trabajos 'piel con piel', pero la crisis sanitaria por el Covid-19 ha obligado a aplazar los abrazos y las firmas de disco. La distancia entre Madrid y Jerez no es barrera para que el artista transmita qué es 'Capricornio'. "Se van a encontrar a un David DeMaría más pop, luminoso y también con pellizcos de mi acento andaluz, del que nunca reniego. Todo esto está en 'Capricornio'. La realidad y la poética directa y sencilla, y estribillos que puedan cantar mayores y niños. Es música blanca, mostrar las emociones y las experiencias que vas teniendo en tu vida", declara.
En este disco, David ha trabajado mucho en el "laboratorio musical" para unir a sus seguidores y a nuevos jóvenes: "He intentado rejuvenecer en las bases rítmicas. Mi manera de componer de siempre está ahí, pero he investigado y he intentado actualizarme, jugar con las nuevas tecnologías sónicas de bases rítmicas, aunque lo que más me guste sea un cajón flamenco y una batería, que siguen estando dentro del guiso, pero la sonoridad de este disco es distinto a los '20 años'. El trabajo de laboratorio musical es grande y más cuando eres un artista pop".
El jerezano se muestra agradecido por sacar al mercado un disco completo, cuando la tónica es consumir singles. "No se sabe cuándo va a ser el último disco completo. Me parece que es bonito seguir educando a las nuevas generaciones que escuchen el álbum completo del artista porque hay muchas más cosas que en un single. Es un concepto más amplio, no sólo la idea de una canción de usar y tirar". "Estoy muy agradecido pero por otro lado, estoy con el temor de saber hacia donde va la industria, y uno al final es parte de ella. He intentado no perder la esencia ni bajarme de la maquinaria, porque si bajas en cuanto al estar al día, te quedas atrás, la corriente se va. Por suerte seguimos ahí y 'Capricornio' es la muestra. Hicimos '20 años' con colaboraciones de lujo y fue un disco de celebración y ahora es como de reinicio. Quiero mantener la carrera viva y ha sido un disco que sabía que tenía un riesgo. Me alegro de que haya salido y que a la gente le esté gustando", reconoce DeMaría.
El artista subraya que "es una lástima que en nuestro país se le dé tanto la espalda a la cultura, ya sea al flamenco, que es por lo que nos conocen fuera de nuestras fronteras, o a la copla..., a nuestras raíces. Yo como David DeMaría y siendo jerezano por los cuatros costao, sigo reivindicando eso, el acento, el sonar a hoy pero sin perder la influencia de nuestro ayer, para seguir transmitiéndola a nuestros jóvenes".
Hablar de industria musical y de pandemia es dibujar un futuro de incertidumbre: "Estamos bastantes preocupados. Dos temporadas seguidas sin salir a la carretera nos lleva a la bancarrota. Ante esta pandemia, esta pesadilla diaria y el porvenir que se viene, estamos muy asustados, pero sin perder la pasión y las ganas".
David sigue intentando hacer cosas presenciales para presentar su disco "pero no lo estoy pudiendo acompañar de firmas o de conciertos. Yo tendría que estar en el Villamarta antes de final de año, y sin embargo ante esta situación, hemos guardado el corazón en la nevera de la espera. Ojalá cuanto antes la cultura sea el próximo escalón a recuperar. Si a los hijos los metemos en el colegio o yo mismo que he venido de Galicia en un avión a reventar... En fin, estamos preocupados y con ganas de presentar este disco en directo como me gusta", declara el jerezano.
¿Qué ha fallado David?: "Ha fallado tener previsión a la hora de tomar ciertas medidas y no haber analizado las consecuencias. Cuando nos desconfinaron y nos sacaron como ovejas encerradas no nos dieron pautas. Yo he estado en la plaza de La Asunción con mi hijo con todas las medidas de seguridad y he hecho un concierto en Galicia en agosto... Pero ha faltado previsión. Esto no es ocio problemático ni botellones. Ha faltado información y comunicación. No pueden no analizar las consecuencias, porque un festival mueve turismo, hostelería... Y se nos ha puesto al mismo nivel que un botellón. El artista, el técnico de sonido... ¿Todos qué somos? ¿Una gira es estar de botellón? Queremos trabajar con seguridad y hemos demostrado que se puede, pero si de todas formas días antes de empezar el colegio no teníamos claro la mitad de las cosas, ¿qué vamos a esperar nosotros los artistas? Ha fallado todo eso".
A pesar de la crítica, el jerezano explica que "no es culpa de nadie lo que está ocurriendo, da igual el partido o la ideología, a cualquiera que le ocurra esto, a ver cómo lo ataja. Pero es que se cambia la agenda de un día para otro, de una hora a la siguiente. En Madrid estoy haciendo la promoción solo, en un Cabify con mi mascarilla y nadie de la compañía me puede acompañar. Todo cambia en horas. Hay que aprender a convivir con todo esto".
25 años de carrera lleva ya las cuerdas de guitarra de David DeMaría. Hoy echa la mirada atrás y sabe que "vivir de lo que te apasiona en la vida es el éxito. Esto es lo que llevo haciendo desde los 12 años, la carrera en la universidad de la propia vida". "He aprendido a ser el empresario de mi propia obra tras 25 años de vida. Con mi grupete en Jerez comenzó todo y ni a Lola Flores nadie le dijo cómo se hacía artista, sino que es una aventura de vida. Echando la vista atrás, me veo como un jerezano aventurero que sigue navegando y viviendo un sueño", subraya.
El artista anima a los amantes de la música a descubrir 'Capricornio': "A veces cuando uno madura deja de escuchar música y sólo le llega lo que se va encontrando por el camino, todo lo contrario que cuando eres joven. Este disco te vuelve a invitar a escuchar música, el pop de un andaluz que ya canta en mayúscula".
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