Diálogo a tres entre bambalinas
arte
Serena Fortin y Carlos Jorkareli exponen de manera conjunta escultura y pintura en Pescadería Vieja
Una sugerente muestra en la que el espectador también forma parte de la propuesta
Jerez/Carlos y Serena se gustan. Entiéndanlo, se gustan artísticamente. Admiran mutuamente lo que sus manos son capaces de hacer, y a ello se suma una amistad alimentada con los años. Él, pintor madrileño afincado en Arcos; ella, escultora italiana residente en Jerez. Ambos tienen mucho de que hablar. Conversan con las palabras y también lo hacen con sus obras. Y ahora han querido abrir al público su coloquio con 'In Dialogo. Color en Formapura', que se puede visitar en Pescadería Vieja hasta el 30 de julio.
Un diálogo que viene de lejos "porque nosotros tenemos una relación de amistad de años, así como de colaboraciones artísticas. El trabajo de uno es bien recibido por el otro, y viceversa. Y además hemos comprobado en exposiciones anteriores que la conjunción en la línea de esta muestra resulta ideal. Así que, ¿por qué no?", apunta Jorkareli. "Además que la sala para esta exposición yo la veía perfecta. Siempre vengo aquí a ver muestras y la idea de que la pintura sea flotante, pues creía que las columnas eran perfectas para ello. Hay todo un recorrido para hacer con la pintura y de vez en cuando aparece la escultura. Hay una conexión entre ambas", añade Fortin.
La disposición de las obras invita al visitante a hacer una serie de sugerentes recorridos en los que van fluyendo las piezas, a la vez que se va entablando un diálogo a tres entre los autores -a través de sus piezas- y el espectador -con su mirada-. "Además de exposición, la pintura flotante le añade un tinte de instalación a la cosa, lo que le da un aire distinto a la muestra", explica el madrileño. "Por eso 'In Dialogo' -añade- no sólo por la conexión que hay entre la propia obra, el material y las formas de Serena y la propia pintura, sino por esa forma de dialogar que tiene el propio montaje de la muestra". Una muestra en la que no hay silencios incómodos. Los que hay permiten al observador reflexionar.
Las esculturas de Fortin pertenecen a una colección que la autora ha ido conformando poco a poco, ha ido creciendo con el tiempo. Formas libres que se salen un tanto de los cánones establecidos, de los temas más tradicionales de la tierra, ya sea el caballo, los toros, el vino..., para hablar de dunas que se dejan llevar, de siluetas, colinas, olas... Libertad, suavidad y sensualidad en plenitud. Trabajos que casan y hablan a la perfección con las piezas de Carlos, que muestra también la feminidad. Pastel sobre papel Kraft "que ya le da al trabajo un valor añadido, una característica especial porque trabajar sobre este papel, que no es el propio para el pastel, pues requiere una sensibilidad especial. Un papel que no admite nada más que un índice de actuación determinado y por lo tanto tampoco está sujeto a demasiada rectificación", dice el creador. Respecto a la temática de Jorkareli, pertenece al mundo de la mujer. El cuerpo humano es algo que el autor siempre ha tratado profusamente, "porque siempre me ha gustado mucho el dibujo. Aunque últimamente mis obras están tomando un giro indeterminado". Piezas elaboradas sobre una imagen base, algunas con un tono más "inquisitivo" pero que compositivamente le van pidiendo al creador 'anexos' añadidos, "que son inconscientes, aleatorios e intuitivos, por lo tanto los números, por ejemplo, forman parte de la composición, pero dejo al espectador la interpretación de la obra".
Una propuesta "ética y estética de diálogo con el visitante" que se podrá visitar de martes a viernes de 10 a 13,30 horas y de 18 a 21 horas; sábados de 10 a 14 horas; lunes y festivos cerrado. Una cita que cuenta con el patrocinio de Colorificio Farp (Rovigo-Italia). Una muestra "refrescante", que equilibra los sentidos y donde la naturaleza se deja llevar.
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