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Especialistas del Archivo de la Catedral de Segovia han localizado en este archivo cinco ejemplares de un impreso realizado en 1473 y conocido como la Bula de Rodrigo de Borja o Bula Klemperer, que se daba por perdido tras la destrucción durante la segunda guerra mundial del único ejemplar conocido, según informaron ayer a Europa Press fuentes del Obispado de Segovia.
Según los expertos que han localizado los ejemplares, los mismos destacan sobre todo por su importancia en la historia de la imprenta en España. Se trata, en su opinión, de la primera bula impresa en la península ibérica y la tercera salida de la imprenta tras las realizadas en las ciudades alemanas de Gutenberg y Neuhasen.
El impreso con el texto de la bula fue realizado en 1473, probablemente en Segovia, a instancias del cardenal Rodrigo de Borja. El futuro Alejandro VI se encontraba entonces en la Península desarrollando tareas diplomáticas en nombre del papa Sixto IV. En el contexto de esta misión Rodrigo de Borja predicó en Castilla una bula destinada a recaudar fondos para la lucha contra el imperio turco. Por medio de esta bula la Santa Sede concedía indulgencia plena, excepto de algunos pecados reservados, a los fieles que contribuyeran a la cruzada mediante el pago de diversas cantidades.
El año 1925 el bibliófilo alemán Konrad Haebler adquirió para la colección de Víctor von Klemperer un ejemplar de esta bula, el único del que había constancia hasta ese momento. El valioso impreso quedó depositado en la ciudad alemana de Dresde, donde resultó destruido durante la segunda guerra mundial junto a buena parte de la biblioteca de von Klemperer. A partir de ese momento, y a falta de más ejemplares conocidos, el impreso se consideraba definitivamente perdido.
Los ejemplares localizados en el Archivo de la Catedral de Segovia se encuentran formando parte de la encuadernación de dos incunables.
Su reutilización debió producirse probablemente en el mismo siglo XV, una vez que el contenido del documento perdió su validez. A su vez, los cinco ejemplares se encuentran ocultos casi en su totalidad por las cubiertas de los dos volúmenes mencionados, por lo que no será posible observar la totalidad de su contenido hasta que se retire el papel que las cubre.
Su contenido está redactado en castellano y fue impreso a una sola cara sobre pergamino con unos tipos góticos alemanes cuyo uso no vuelve a acreditarse en la península. Otro de los datos aportados sobre el documento es su tamaño, de pequeño formato, con unas medidas aproximadas de 15x 17 centímetros.
Fermín de los Reyes, profesor de Historia del Libro de la Universidad Complutense de Madrid, aseguró ayer que este descubrimiento supone "una de los grandes noticias de la historia del libro". En declaraciones a Europa Press, detalló que se trata de un "impreso bastante raro del que sólo se conocía un ejemplar que estaba en Dresde y que desapareció en 1945 por un bombardeo".
Aunque para este estudioso no existe una seguridad plena de que sea ésta la primera bula impresa en España ("hay unas bulas sevillanas de las que hay citas y que pudieron imprimirse a principios de 1473, pero tampoco es seguro"), lo que sí cabe decir es que la Bula de Rodrigo de Borja "desde luego, es una de las primeras españolas" y que su aparición ahora, después de que desapareciera la única conocida en 1945, "permitirá seguir estudiándola".
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