"Hipólito tenía más visión entonces de los vínculos entre Cádiz y Jerez de los que se tienen hoy"

Historia y CEHJ

El director del Archivo General de Indias, Manuel Ravina, defiende en ‘Los debates del CEHJ’ la figura de Hipólito Sancho, “muy criticado en Jerez, donde él sin embargo se sentía muy bien”

Un momento de la conferencia ayer de Manuel Ravina (i), en los Claustros, junto a Antonio Aguayo.
Un momento de la conferencia este jueves de Manuel Ravina (i), en los Claustros, junto a Antonio Aguayo. / Manuel Aranda
A. Cala

12 de abril 2019 - 06:00

Jerez/En agosto de 1964 Manuel Ravina leyó en la prensa la muerte de Hipólito Sancho de Sopranis, en El Puerto. En algunas cosas, el director del Archivo General de Indias se identifica con el estudioso portuense, “y es que los dos descendemos de familias genovesas y también tenía 15 años cuando empecé a investigar a mi familia”. Invitado por el Centro de Estudios Históricos Jerezanos, Ravina ofreció este jueves en los Claustros un perfil ‘en defensa’ de Hipólito Sancho, acto enmarcado en el ciclo ‘Los debates del CEHJ’, que fue presentado por Antonio Aguayo Cobos.

“Siempre me ha llamado mucho la atención la figura de Hipólito Sancho, al que le tengo admiración desde que yo era niño. He investigado mucho sobre él pero nunca he publicado nada, excepto un prólogo que le hice de la figura de Hipólito Sancho al libro de Antonio Aguayo sobre la historia de la Virgen de la Consolación de Jerez”, explica Ravina.

Hipólito Sancho publicó más de 460 trabajos. “Todo en la vida tiene muchas veces explicación y yo interpreto la vida y la obra de este hombre en el espacio de una hora escasa para que la gente vea por qué Hipólito actuó como actuó, la vida que tuvo, por qué llega a Jerez después de pasar un tiempo en El Puerto... Cuando te acercas a una persona olvidándote de las caricaturas, pues todos tenemos nuestros matices y me parece ridículo criticar la vida y obra de una persona sólo buscando sus defectos. Es ridículo y me da mucha pena”, dice Ravina.

“Se le ha desprestigiado por temas que no tienen importancia en relación con la obra que es su vida privada. Es un absurdo dedicarse a ese cotilleo histórico y buscar errores en su obra. Cuando escribes miles y miles de páginas, pues puede que haya errores en ella, claro”.

Ravina defiende que no cree que haya nadie en la provincia que haya trabajado y publicado lo que trabajó y publicó Hipólito. “Pero no se trata de la cantidad, sino de la calidad, así que quizás sí que debería haber reducido la producción. Pero hay que tener en cuenta que era una persona que no hacía otra cosa que investigar. También daba clases particulares para poder comer. No hizo nada por maldad, aunque sí que dio pistas falsas porque lo copiaban mucho”.

“Cuando murió –añade– dejó mucho trabajo inédito que publicaron otras personas con su nombre, como Juan de la Lastra Terry, que firmó una ‘Historia de Cádiz’ encargada por el alcalde Carranza a Hipólito, manuscrito que quedó guardado en un cajón porque al edil no le gustó que el investigador no llegara hasta el siglo XX. También plagió trabajos de Hipólito Fernando Monguió Becher”. Y lo de Rafael Barris Muñoz... "es otra historia y fue en vida. Además, no se puede decir que plagiara porque las obras se las cedía Hipólito, como una conferencia que ofreció Barris en la Real Academia Hispano Americana de Cádiz, de la que era académico".

Un hombre, Hipólito Sancho, “con sus luces y sus sombras, a quien se le subió a la cabeza esa ascendencia genovesa. Y de hecho, su segundo apellido era Mayi, pero sus sueños de grandeza le llevaron a tomar uno de los apellidos del Libro de la Señoría de Génova, De Sopranis. Es verdad que miraba por encima del hombro y era muy clasista, pero el buen trabajo está ahí. Pero si hablamos sólo de su obra, hay más luces que sombras, aunque si tenemos las gafas oscuras, pues todo lo veremos así”.

Y hay temas en la obra de Hipólito que a Ravina reconoce que no le gustan, “pero lo que me molesta enormemente es que se le descalifique por cosas que son absurdas. Pero hay mucha gente en Jerez que le tiene manía, y me molesta porque fue aquí en esta ciudad donde se sintió realmente bien. En Cádiz y en El Puerto no lo podían ni ver, le criticaban porque menospreciaba la historiografía de Cádiz. Hipólito hizo mucho por Jerez, y el Archivo de Protocolo es lo que es gracias a que él lo ordenó y los tres tomos de la Historia de Jerez eso queda para siempre”.

Y se paró en el libro de Fernando Toscano de Puelles ‘Bibliografía y recuerdo de Hipólito Sancho de Sopranis’ (Ed. Ayto. Puerto Sta. María, 1993), dedicado a Ravina por su colaboración.

Recuerda Ravina que Hipólito Sancho “era un hombre de una formación extraordinaria. Hay muchos historiadores que lo único que quieren es a su pueblo y no quieren la verdad, y les falta formación. Eso pasa en Cádiz y en Jerez. Hipólito escribió la historia de Jerez, de Cádiz y de El Puerto. Licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras en Deusto tenía más visión entonces de los vínculos entre esas ciudades. Tenía altura de miras”.

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