M. Houellebecq

Lectores sin remedio por Ramón Clavijo y José López Romero

Ramón Clavijo. Ramonclavijop@Telefonica.net / José López Romero. Portlo@Telefonica.net

10 de diciembre 2010 - 05:00

Premios hay repartidos por toda la geografía universal, pero por España menudean, que no se le concede al que más méritos atesora, sino al que más necesidades tiene. Que si una hipoteca por allí, o la universidad de los niños, o un pequeño aprieto económico… Así, algunos y algunas han llegado a hacer fortuna y hoy disfrutan hasta de segunda vivienda en la costa. Y esto sucede porque los amigos que tiene el premiado saben que ganan voluntades y que, en un momento dado, se actuará a la recíproca. La prueba: las colonias de escritores ya asentadas las unas y repantingados los otros en litorales no muy lejanos. Por no hablar de esos premios en los que ha metido la mano y sobre todo la pata la autoridad incompetente que nos desgobierna. Ahora bien, un premio cuya dotación económica alcanza la cifra de 10 euros prestigia al galardonado, porque ¡vaya faena darle un premio a un amigo con esa cantidad, que no tiene ni para invitar a cañas!; así, nadie puede pensar que otros intereses que no sean los méritos ensucian el veredicto. A Michel Houellebecq se le acaba de conceder el prestigioso premio Goncourt, el máximo galardón de las letras francesas, cuya dotación es la cantidad antes señalada: 10 euros. Pero es que Houellebecq es de los pocos escritores franceses que no necesitan presentación alguna, porque sus obras, desde aquellas 'Partículas elementales' han gozado si no del favor de todos los lectores, sí al menos de la curiosidad, y hoy disfruta de una bien ganada legión de seguidores que ven en este novelista un agitador de conciencias, un cronista despiadado de los vicios de una sociedad, la actual, llena de egoísmo y falta de los más mínimos principios morales. Un amigo, que se cuenta entre esa legión de lectores impenitentes de Houellebecq, describía su estilo como el bisturí que va cortando con la pericia y exactitud de cirujano la carne podrida de una sociedad a la que, estoy seguro, un elemento como Houellebecq siempre le parecerá cuando menos molesto. Debo confesar que yo también me cuento entre sus seguidores; desde 'Plataforma', pasando por 'Las partículas elementales', 'Ampliación del campo de batalla' y su breve pero también ácida 'Lanzarote' mi interés por este escritor ha ido en aumento, y esperándome en la estantería de 'lecturas pendientes' tengo 'Enemigos públicos', colección de correos electrónicos que se intercambió el novelista francés con el filósofo Bernard-Henry Lévy. Es cierto que su discurso puede resultar por momentos provocador (las escenas de sexo, el tratamiento de las enfermedades, la soledad, la depresión son aspectos en los que el escritor se recrea), pero en todas estas novelas he notado la misma sensación: los protagonistas de Houellebecq no quieren otra cosa que encontrar su lugar en el mundo, la felicidad posible, la solidaridad del ser humano, la comprensión, en definitiva, todo lo que nos hace ser personas, tan débiles como indefensas ante una realidad poco acogedora. ¿Es eso tan molesto?

José López Romero

Libros recomendados

El poder en la sombra

Robert Harris. De Bolsillo, 2008

La novela que ha inspirado la más reciente película de Roman Polanski, comienza a resurgir de las sombras impulsada por el éxito de la versión cinematográfica. Como en todas las obras de este autor son el ritmo trepidante y una historia de la más rabiosa actualidad, los pilares en los que se sustenta su propuesta. En este caso el protagonista es Adam Lang, ex primer ministro británico, que contrata a un 'negro' para que escriba sus memorias. Pero la muerte en extrañas circunstancias de éste y su sustitución por otro escritor, enfrentará al lector con el auténtico rostro del carismático político británico. El Adam Lang de la novela tiene tantos puntos en común con el anterior primer ministro británico, que éste llegó a exclamar que el autor había sido "algo travieso", cuando la novela salió a la luz. R.C.P.

Aquelarre. A. del cuento de terror español actual.

J. Benavente. Novelas y Cuentos, 1994

Nos topamos con una auténtica curiosidad dentro del panorama de las novedades literarias, pues no deja de ser llamativa esta antología del género de terror, un género del que hay que recordar, pese a su legión de incondicionales, que nunca ha tenido un espacio relevante en la literatura de este país. Sin embargo, Antonio Rómar y Pablo Mazo Agüero, los responsables de la selección de las 24 historias que contiene el libro, nos demuestran que aunque las mismas no vienen firmadas por autores anglosajones, los José Carlos Somoza, Cristina Fernández Cubas, Care Santos o Félix J. Palma, entre otros, también pueden hacer que disfrutemos pero pasando un mal rato -qué paradoja- Además, como en toda narración de terror que se precie, no sólo encontraremos eso, terror, sino pasajes de gran lirismo y, en algunos casos, humor. R.C.P.

Ensayos de crítica literaria

Benito Pérez Galdós. Península, 1972

Ya desde aquí y en varias ocasiones hemos sugerido la lectura de textos que nos han dejado y nos siguen dejando célebres escritores sobre la propia literatura. Es decir, gustos y opiniones sobre la creación literaria. La última sugerencia, aprovechando la concesión del Premio Nobel, fue 'La verdad de las mentiras' de Vargas Llosa, colección de veinticinco artículos más un excelente prólogo en los que D. Mario recogía sus impresiones como lector de diferentes novelas. En esta ocasión traemos a otro gran escritor, Galdós, que también dejó diseminadas, en prólogos a sus novelas y a otras de sus contemporáneos, sus opiniones. Con un magnífico prólogo de Laureano Bonet, se recogen en este volumen artículos tan interesantes como 'Observaciones sobre la novela contemporánea en España' o 'La sociedad presente como materia novelable', además de los prólogos a 'El sabor de la tierruca', novela de José Mª de Pereda, o el que antepuso a su novela 'El abuelo'. J.L.R.

La Celestina: arte y estructura

Stephen Gilman. Taurus, 1974

Aunque de la amplísima bibliografía sobre la inmortal obra de Fernando de Rojas, es un atrevimiento destacar algún estudio, porque siempre hay uno mejor y, sobre todo, más moderno, nos hemos atrevido a rescatar del paso del tiempo este trabajo, clásico donde los haya, sobre 'La Celestina'. La edición publicada en la editorial Crítica, bajo la coordinación de Francisco Rico, actualmente es más que suficiente para adentrarse en la famosa Tragicomedia de Calisto y Melibea; sin embargo, el trabajo de S. Gilman ofrece el valor añadido de ser un estudio que no deja aspecto de la obra sin tocar, ya sean estilísticos (el arte del diálogo y los monólogos); como estructurales (división en actos; personajes) hasta llegar a los temáticos (fortuna, amor, muerte, tiempo); sin olvidarnos de las fuentes (Petrarca, Boccaccio, etc.). Un texto, el de Gilman, en la mejor tradición filológica hispánica y un clásico en los estudios celestinescos. J.L.R.

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