José Manuel Reyes, del que no se puede dudar
Artistas de Jerez
Lleva toda su vida a lo suyo, pintando; como él dice: "peleándose con lo que hay en el caballete". Lo demás poco le ha importado. Ni las modas ni los gustos ni lo que dirían y, mucho menos, lo que dicen. Él, a lo suyo. Todos los días del año, al taller, a hacer lo único que sabe, pintar. Es José Manuel Reyes, pintor. Nada más; y nada menos.
De muy niño sabía lo que quería. Empezó a pintar sólo con dos colores; dos colores nada más que le compró su padre. Y desde ese primer momento hasta hoy, fue conquistando, solo, sin escuelas, sin maestros, sin talleres a los que acudir, un camino que, en estos momentos, lo definen como un autor que hace lo que quiere y que pinta ajeno a lo que existe en el mundo, a lo que es moderno y a lo que algunos se empeñan en decir qué es lo que hay que hacer. José Manuel Reyes es un pintor que ocupa una parcela creativa propia; ni mejor ni peor; es la suya; su pintura, la que siente, la que quiere y la que sabe hacer. Los demás, historias absolutamente extrañas a él, a su ideario estético... a su vida.
José Manuel Reyes es un pintor muy de Jerez. A lo largo de su carrera ha estado muy vinculado a la ciudad; ofreciendo una pintura que gustaba porque descubría un arte que no engañaba a nadie. Su realismo es convincente por su determinante calidad, por descubrir a un pintor convencido y por desarrollar una pintura que, pese a quien pese, no tiene tiempo ni edad. Su trabajo, que nació muy de puntillas, ambientado en los reclamos figurativos que el pueblo demandaba, poco a poco consiguió posicionarse en un estamento creativo lleno de intensidad y valoración. La pincelada se hizo más vibrante, el ritmo pictórico se vio más acentuado, los motivos cambiaron de argumento. El pintor, sin abandonar la gran naturaleza figurativa en la que cree, impone a sus obras nuevos matices que van a potenciar y a engrandecer esa realidad bellamente ilustrada. Poco a poco, va introduciendo en sus obras espacios envolventes que resaltan la ilustración de sus figuras y elementos. Sus cuadros resplandecen con la fortaleza de lo pintado y a su vez, surgen de una especie de misterioso mundo de sombras que transporta a escenarios de abundantes sugerencias y sutiles evocaciones.
La carrera artística de José Manuel Reyes se va consolidando en Jerez y fuera de sus fronteras. En su desarrollo artístico encontramos hitos que van a suponer el afianzamiento y credibilidad de un pintor que, ya, no es aquel joven que se desenvolvía muy bien en los complejos mares de la pintura figurativa, sino que va alcanzando cotas de notable artisticidad en una profesión que ya es considerado y valorado. Expone en varias ciudades españolas y su obra se presenta en algunas ferias americanas, sobre todo en la que tiene lugar en el Jacob Javits Convention Center de Nueva York.
En Jerez está presente en las mejores colectivas que en la ciudad se celebran y ocupa sus espacios en varias salas de importancia capital de forma individual: la Galería Belén (2003), la Sala ARTEADIARIO, en el año 2009, con una recordada exposición sobre el universo cofrade, titulada "De Nazarenis" - luego lo haría, más tarde, abriendo la temporada 2018 - 2019 - y una exposición que ha tenido mucha importancia en su historial artístico y que supuso una nueva manera de concebir el universo de la vendimia. Fue durante la Fiesta de la Vendimia del 2013 y el lugar, la emblemática Sala Pescadería Vieja. Allí nos ofreció una particularísima mirada sobre la vendimia, con un desarrollo sobre los motivos viñeros totalmente nuevos y creando espacios representativos de gran expresionismo figurativo. Por eso, la carrera de José Manuel Reyes ha sido un continuo desarrollo profesional donde no han existido los espacios para la duda ni los agotamientos creativos. Su trabajo ha sido un continuo devenir pictórico - ahora se encuentra exponiendo en la galería Michel Menéndez de Pamplona - , con las fórmulas artísticas muy sustentadas y con el trabajo siempre dispuesto para que la pintura ofrezca, sin dudas ni reveses, su pasional dimensión de autenticidad y convencimiento.
José Manuel Reyes es un artista reposado, con unas características pictóricas muy bien estructuradas; con una conciencia artística poderosa que no permite infiltraciones ni injerencias espurias; con una dimensión plástica asentada y un público fiel. Un artista que no tiene nada que demostrar porque su trayectoria se ha consolidado en un trabajo seguro, sin altibajos y sólo con los cambios que la madura evolución exigía. Sus bodegones, sus miradas nuevas hacia una vendimia llena de fortaleza expresiva, su exquisita, sabia y convencida pintura religiosa, sus nuevos rumbos ilustrativos son argumentos suficientes en el discurso profesional de un artista al que sólo le interesa la realidad incuestionable de su trabajo diario. Es José Manuel Reyes, un pintor seguro del que no se puede dudar.
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