El Juli pone broche de oro al ciclo manizaleño con el indulto del toro 'Rebelde'
Le acompañan por la puerta grande Morante de la Puebla, el toricantano José Arcila y el ganadero Ernesto Gutiérrez
Morante de la Puebla y El Juli, el colombiano José Arcila, que tomó la alternativa, y el ganadero, salieron el domingo a hombros de la sexta y última corrida de la Feria de Manizales, Colombia.
Con lleno y sol radiante, se lidió un encierro de Ernesto Gutiérrez, que tuvo un cumplimiento magnífico en varas y propició una interesante corrida en la que los tres espadas se lucieron. De los toros, tal vez el menos brillante fue el cuarto.
José Arcila abrió el festejo y le correspondió un toro de bella estampa y de grandes condiciones para la lidia. El diestro estuvo en plan de torero maduro, brillando en todas las suertes.
Causó magnífica impresión el aplomo de nuevo matador y su seriedad. Arcila anduvo tranquilo y pudiendo con el compromiso a carta cabal. Se lució con el capote.
Parecía con mucha experiencia cuando apenas en esa tarde se hacía matador. Brillante con la capa, lucido en los quites y artista con la muleta. Una estocada entera en todo lo alto acabó con el noble ejemplar. Dos orejas al nuevo diestro y el toro fue muy aplaudido en el arrastre.
Su segundo, el que cerró plaza, no fue de tan buenas condiciones como el anterior, pero lo lidió muy bien con el capote, con la muleta en la derecha de rodillas y se mostró con muchos recursos en los momentos difíciles. Pinchó antes de dejar una entera y el público pidió y obtuvo para él una oreja para sumar un total de tres trofeos.
El segundo de la tarde para el padrino de la ceremonia, el sevillano José Antonio "Morante de la Puebla", fue de grandes condiciones, principalmente la nobleza y la perfección en la embestida.
Morante desparramó toda la gracia torera con el percal y con la muleta. Reposado, artista en medio del delirio del público. Ejecutó toda la gama del bien torear y de un certero estoconazo cerró su faena. Fue premiado con dos orejas y vuelta al ruedo al toro en el arrastre.
Le tocó el garbanzo negro de la tarde, el lidiado en cuarto lugar, donde tuvo que esforzarse para sacar algún partido, lo que consiguió a base de insistir. El toro, un tanto distraído, fue prácticamente amarrado a la muleta de Morante. Pases de variada ejecución cerrando con una serie importante de laserninas. Pinchó en repetidas ocasiones y dejó media que acabó con la res. Escuchó dos avisos y leves palmas.
Al madrileño Julián López "El Juli" le correspondió en primer lugar el toro número 385 de nombre "Rebelde", de 540 kilos e inmejorable desempeño, que fue perfectamente capitalizado por el joven veterano quien le prodigó una faena memorable en todos los tercios.
Parecía jugar con el noble astado. A la mitad de la faena el público comenzó a pedir el indulto, que la presidencia autorizó y dos oreja simbólicas le fueron entregadas al espada.
En su segundo, quinto de la tarde, de menos condiciones que el anterior, se entretuvo en ejecutar una faena de poder con un animal que a veces trataba de irse. Pero supo lidiarlo de forma correcta. La espada le fue un poquito infiel en dos oportunidades. Pinchó arriba y luego dejó tres cuartas en todo lo alto que acabaron con el cornúpeta. Hubo petición de oreja, que le fue concedida.
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