Lejos de adocenamientos esquivos

Diario de las Artes

Lejos de adocenamientos esquivos
Lejos de adocenamientos esquivos
Bernardo Palomo

24 de octubre 2021 - 06:00

Patri Díez

Campus de la Asunción (Jerez)

Entre la dispar programación existente en la presente edición de Fotojenia, destaco, sin lugar a dudas, la muestra de Patri Díez que se presenta en la sala del Campus de la Asunción. Demasiado lejos para el poderoso contenido que presenta. La artista jerezana afincada en Granada, nos vuelve a situar en los medios de una fotografía distinta, apartada de los resabios al uso y portadora de unos planteamientos más acordes con una realidad artística que debe decantarse por otros derroteros distintos a los trasnochados postulados que tanto abundan en una fotografía, ya, cansada de lo mismo.

Patri Díez que ya la hemos visto en muchas y muy buenas comparecencias, sigue manteniendo ese espíritu diferente que anima una fotografía buscadora de desarrollos y desenlaces con mayores y mejores argumentos, con un mayor compromiso plástico, con un horizonte artístico diferente y, sobre todo, con una planificación estética que se apoya en lo conceptual para descubrir nuevas posiciones eminentemente fotográficas.

La artista parte de una frase de Susan Sontag, que, creo, es determinante: “Fotografiar es conferir importancia”. Y desde esa perspectiva, Patri Díez nos adentra en la suma importancia de una fotografía que, en el propio acto de ejecución, al captar la imagen, ese fragmento de la realidad, se magnifica y potencia el instante escogido, el encuadre elegido, en detrimento de lo mucho que se queda fuera del ese encuadre, que queda desechado en beneficio de la parte elegida. La artista se involucra y aboga por esa otra realidad que queda fuera de los encuadres. Es lo que ella llama “fotografía fuera”. Por eso su obra es una clara investigación sobre las posibilidades de las imágenes fotográficas que no aparecen dentro de los esquemas estrictos del visor pero que son entes que permanecen y que quedan supeditadas a la importancia concedida a la imagen fijada.

La exposición nos lleva por muchos de los argumentarios de esta artista; formulaciones estéticas y plásticas que abren las perspectivas y dan nuevos episodios a una fotografía valiente, extrema y sin concesiones a la galería. Fotoinstalaciones – la sala es, en sí, una fotografía de fuera – que desembocan en nuevos episodios con nuevos resultados donde no cabe lo estático porque, sin duda alguna, el pensamiento fotográfico de Patri Díez es absolutamente dinámico; un ejercicio abierto donde lo real pierde muchas de sus circunstancias para posicionar nuevas ofertas que están lejos de la mirada contraria que ofrece tanta fotografía trasnochada como hoy se oferta.

Patri Díez no ha sido, desde muy joven, una artista al uso. Fue fotoperiodista para abandonar cuando el entorno ofrecía poca cosa que contar. Desde entonces se encuentra en un proceso de búsqueda absoluta, de historias que se pueden contar y con ellas hacer una fotografía eterna. Así lo demuestra en sus apasionantes fotografías radiadas; que no son nada más que motivos para encuadrar la realidad personal de cada uno de la propia palabra.

De nuevo, con Patri Díez la fotografía da un paso más y alcanza una nueva visión; esa que se quita el polvo de lo artísticamente aburrido y busca un nuevo concepto donde anide la más absoluta esencia creativa.

Xuxo García Romero.
Xuxo García Romero.

La materia que potencia la expresión

XUXO GARCÍA ROMERO

Espacio Abierto

JEREZ

La andadura expositiva de la sala que se encuentra en la céntrica calle Álvar López continúa con una muestra donde la pintura vuelve a ofrecer sus argumentos más sólidos. Pintura bien concebida que descubre las maneras poderosas de un pintor convencido, cuyo trabajo denota una fortaleza plástica que proviene, casi con toda seguridad, de un vehemente entusiasmo hacia el propio acto de pintar.

No conocía a Xuxo García Romero; Lucía Franco, una de las dos hermanas que regentan Espacio Abierto, me habló de él convencida de la pintura que ofrecía y desentrañó algunas de las claves artísticas que se manifiestan tras el buen criterio plástico que animan casi todas las piezas presentadas. Debo decir que siempre he sentido el mayor de los respetos por los autores que comparten la creación artística con otra profesión. En este caso, el pintor es uno de los esforzados trabajadores de la Sanidad. La profesionalidad de alguien no viene dada sólo por haber estudiado una carrera y dedicarse en exclusiva a ella. Si esto fuera así, habría muy pocos artistas profesionales. Por eso, este autor, nuevo para mí, me parece un artista con sentido, de mucha dimensión y, por supuesto, sabedor en todo momento lo que quiere y conocedor de los entresijos artísticos para hacerlo posible.

La exposición nos sitúa ante una pintura poderosa, de fuerte gestualidad, con los materiales proyectando esquemas compositivos que desencadenan una poderosa expresividad y que sirven para dotar al conjunto de las obras de un sistema plástico de intensa fortaleza textural. Las obras parten de una realidad concreta, paisajes sobre todo, que no se quedan en los meros planteamientos representativos sino que van mucho más allá de la propia ilustración de lo real. En ellos se observa un sabio manejo de la forma que acentúa esa expresividad y otorga nuevos registros compositivos.

El autor utiliza materiales de amplia naturaleza, con una dominante dorada – incluso acudiendo a los panes de oro – que otorgan a la composición una realidad visual distinta, llena de posibilidades formales y abriendo las perspectivas de un juego plástico lleno de suma intensidad y solvencia matérica. En sus obras, Xuxo García Romero, potencia las gamas cromáticas desde ese nuevo aporte lumínico; da una mayor energía a los modos expresivos y atempera el resultado con una mayor energía plástica. La materia interactúa con la propia representación, dejando en suspenso el hilo ilustrativo y disminuyendo la oferta realista para acentuar una intención que, a veces, plantea la cercanía de posiciones pseudoabstractas.

Estamos, por tanto, ante una buena exposición en la galería jerezana. Se nota en la programación que el tiempo está dotando de madurez el trabajo que en ella se desarrolla; abarcando espacios creativos de mayores y mejores resultados. Hemos asistido, en estos años, a momentos iniciáticos que descubrían mucho entusiasmo por un arte que no es fácil para los que comienzan en tan arriesgado proyecto. Se nota que el trabajo ha sido arduo y ha servido para afianzar una realidad que, nos parece, bien argumentada y con proyección de futuro. La exposición de Xuxo García Romero lo atestigua y sabemos que, en lontananza, hay nuevas muestras con artistas de muchísima solvencia creativa. Nos alegramos.

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