Leonor, Violante y María, tres nombres que hacen historia
Las jornadas de Alfonso X analizan algunas mujeres excepcionales en la corte de El Sabio
Jerez/El Alcázar continuó este jueves con las jornadas ‘Alfonso X: Sabiduría, cultura e identidades urbanas’, organizadas por el Ayuntamiento de Jerez, la Asociación Jerezana Amigos del Archivo y la Universidad Pablo de Olavide. Alberto Ruiz-Berdejo Beato (Universidad Pablo de Olavide) ofreció una conferencia bajo el título ‘Mujeres excepcionales en la corte de Alfonso X ‘El Sabio’.
Una investigación en la que su autor subrayó que a pesar de los avatares de la historia, “siempre existieron mujeres singulares que destacaron por su carácter, la defensa de sus ideales y el deseo de participar activamente en el mundo de su tiempo”. Ruiz-Berdejo analizó la influencia y aportación de tres de dichas mujeres excepcionales en el marco de la corte de Alfonso X: doña Leonor de Castilla, su medio hermana y reina de Inglaterra; doña Violante de Aragón, su esposa y reina consorte; y doña María de Molina, su prima y esposa de Sancho IV, su hijo y heredero. Todas ellas rompieron los roles pasivos tradicionalmente asignados al colectivo femenino durante la Edad Media. “Esto las hace merecedoras de un lugar destacado en la historia que usualmente no suelen poseer. Sirva esta aportación para dar visibilidad a su ejemplo, como claro precedente de otras tantas que luego siguieron este camino”.
El investigador subrayó que Leonor de Castilla destacó en el mundo de la cultura, ya que fue creadora de manuscritos de historia inglesa e incluso llevó cierto refinamiento a la corte de Inglaterra cuando contrajo matrimonio con el príncipe Enrique. Gracias a ella, en Inglaterra empezaron a utilizar vajillas, tapices, elementos de agua en los jardines, que era algo de origen andalusí, más típico en Castilla pero poco frecuente en tierras inglesas.
Violante de Aragón fue la esposa de Alfonso X y su aspecto más destacado fue su intervención como mediadora en la vida política de Castilla, entre el rey y el pueblo y en numerosas reyertas nobiliarias. “Fue incluso capaz de oponerse al criterio de su marido en el conflicto de sucesión castellana”, recuerda.
Por su parte, el rasgo fundamental de María de Molina es que fue tres veces reina: estuvo casado con Sancho IV, que cuando falleció y su hijo era aún menor de edad, fue la tutora. También lo fue de su nieto, que también era menor cuando Fernando IV murió. “Por tanto, estuvo involucrada en la vida de Castilla y tuvo que hacer frente a conspiraciones de nobles y a muchos enemigos”.
Un estudio, de estas tres mujeres, que ha llevado “una intensa labor de documentación, personajes muy trabajados, con fuentes de archivo muy explotados, así que lo más destacado aquí es la recopilación bibliográfica y, sobre todo, la puesta en valor ya que las fuentes que tenemos de ellas, a pesar de ser mujeres conocidas, son escasas, fragmentarias y es necesario unirlas para ir dando una versión de sus vidas. Unas versión que no tiene que ir separada de la sociedad de su momento. Es importante analizarlas como se haría con cualquier personaje masculino y, por supuesto, utilizar unos marcos terminológicos y conceptuales comunes. No se estudian de manera aislada de su sociedad”.
Alberto Ruiz-Berdejo Beato también ha estudiado a mujeres de otras épocas, como las colaboradoras de Isabel La Católica. Es el caso de Teresa Enríquez, fundadora de todas las cofradías del Santísimo Sacramento de Castilla; Beatriz de Bobadilla, consejera y persona muy próxima a Isabel I de Castilla; y Beatriz Galindo ‘La Latina’, que da nombre al barrio madrileño, y que fue la maestra de la Reina Isabel.
La siguiente cita del congreso será el 20 de octubre, a las 18:30 horas, con la conferencia de María Teresa López de Guereño Sanz (Universidad Autónoma de Madrid) bajo el título ‘Ocio y juego en el S.XIII hispano a través de las miniaturas del Libro de los Juegos de Alfonso X ‘el Sabio’.
Asimismo, este sábado, 16 de octubre, será la Ruta Histórica El Puerto de Santa María, recorrido dirigido por Enrique Pérez Fernández y Juan José López Amador.
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