Reina del cante
Flamenco
Tomasa 'La Macanita' deslumbra al Alcázar con un concierto cargado de arte y paladar con el que celebra sus 30 años como artista
Con un Alcázar de Jerez hasta los topes, Tomasa Guerrero ‘La Macanita’ festejó ante un público entregado sus 30 años como profesional. Fue una noche mágica y plagada de sensaciones en la que la cantaora expuso su versatilidad sobre las tablas, primero plasmando el cante de toda la vida, el que le ha hecho grande, con la perfecta sonanta de Manuel Valencia como respaldo, y posteriormente acercándose a su otra pasión, canción.
Rodeada de un elenco musical extraordinario, pues además de ManuelValencia contó con el apoyo de José Zarzana, al piano, el violín de Samuel Cortés, el arpa de Ana Crismán, la percusión de Carlos Merino, las palmas de Chicharito, Javier Peña y Manuel Macano, y los coros de Mila Méndez, May del Cañero, Rocío del Cañero y María del Cañero; Tomasa se fue ganando al público a su manera, entregándose y cautivando con su cante a todos.
Soleá, alegrías ('Tierra adentro' del disco ‘La luna de Tomasa’), tientos-tangos, bulerías y tonás fueron algunos de los palos clásicos exhibidos, a los que una original granaína acompañada por el arpa de Ana Crisman. Todos ejecutados con esa impronta tan personal que aporta Tomasa a su cante encima del escenario.
En ese recorrido por tres décadas de artista, la jerezana obsequió al público con algunos de sus grandes éxitos y que forman parte de su discografía. Muchos, como era de esperar, cargados de emoción y recuerdos, como los tangos ‘Déjame volar’ que dedicó “a mi primo Fernando Terremoto, que me los escribió”; las bulerías acancionadas ‘Volver a verte’; la zambra ‘Al nazareno le pío’ (que engrandeció La Paquera); ‘Adiós tristezas’; o esa obra maestra ‘La torre’, grabada en aquel disco que le hicieron Paco Cepero y Antonio Gallardo (‘Cariño de ida y vuelta’), estas dos últimas interpretadas magistralmente por el piano de José Zarzana.
Pero si ha habido una figura que conecta y enciende la llama artística de La Macanita en los últimos tiempos esa es la de Fernando Soto, capaz de sacar lo mejor de sí, como hemos visto en los últimos espectáculos navideños del Villamarta. Fernando tuvo tiempo para desplegar toda su luz en solitario, al hacer ‘Los metales de mi voz’, regalando salero y empaque. Además, junto a Tomasa puso al público en pie al interpretar a dúo ‘No te tengo a ti’, otra maravilla creativa de Paco Cepero.
La noche, como no podía ser de otra manera, terminó con un fin de fiesta por bulerías en el que guiados por la guitarra de Manuel Valencia, colosal, todos, desde Fernando Soto a todas las integrantes de los coros, tuvieron su momento. La Macana tuvo tiempo de realizar un popurrí de algunas de sus mejores piezas, con letras de ‘El corazón tras la puerta’, la ‘Bulería del ‘desenamoro’ o de ‘El amante se acerca’, entre otras.
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