'Miel de naranjas' en la plaza de La Asunción
El director de cine Imanol Uribe 'viste' de los años 50 la zona del Cabildo antiguo para el rodaje de su nueva película en Jerez
Después de haber grabado el jueves y viernes por la noche en la bodega Domecq y el antiguo Cine Jerezano, el director Imanol Uribe 'vistió' ayer por la mañana la plaza de La Asunción con aires de los años 50, época en la que se desarrolla su película 'Miel de Naranjas', que rueda durante un mes en Jerez para posteriormente terminarla en Madrid.
Fue necesario cortar el tráfico en algunas ocasiones, pequeñas molestias pero que, según reconoció el propio director, "la gente se porta estupendamente y colabora mucho porque claro, siempre quieras que no es un incordio para la gente que le corten el tráfico, pero aquí la gente es encantadora". Tampoco faltaron imprevisibles como la cagada de una paloma en pleno vuelo que hizo reír a la actriz Blanca Suárez pero, en definitiva, todo se desarrolló como la seda ante la mirada de algunos curiosos que se quedaron allí a ver la grabación de las distintas escenas en el edificio situado justo frente a la iglesia de San Dionisio.
Uribe manifestó su satisfacción "porque el rodaje va muy bien. Llevamos el plan de trabajo al día, que eso es importante y que siga así". Para él "es una gozada rodar aquí, por un lado porque hacía tiempo que no iba a los rodajes a pie. En las grandes ciudades siempre tienes que hacer una hora de coche antes de llegar al sitio de rodaje. Aquí tienes la ventaja de poder llegar a pie y además la ciudad es estupenda para la película".
Como anécdota contó que "esta mañana he salido de la casa donde estábamos grabando para ir a tomar un café al bar de en frente y resulta que estaba allí sentado el director de un sindicato inglés de directores de cine con el que había estado en Dublín hace un mes y me lo he encontrado aquí que estaba de turismo. Ha sido divertido porque la verdad es que el mundo es un pañuelo".
Uribe conocía Jerez con anterioridad "pero sólo de pasada, no muy en profundidad. Yo he venido mucho a veranear a Zahara de los Atunes y entonces quieras que no algunas veces venía a Jerez en avión o cenábamos aquí, pero ahora es cuando lo he conocido de verdad".
Lo de venir a rodar a esta ciudad fue, según explicó, "una decisión del decorador, a quien le pareció que Jerez respondía a las expectativas que yo quería, una ciudad con mucha luz y con un patrimonio artístico para ambientar una película de estas características. Fue una propuesta que aceptamos enseguida".
Uribe explicó que "mi primer encuentro con 'Miel de naranjas' se produjo en 2009, "cuando formé parte del jurado del Premio Julio Alejandro de guiones cinematográficos, el más prestigioso de España y Latinoamérica. Fui uno de los más ardorosos defensores del guión, que finalmente se alzó con el máximo galardón".
Reconoció que 'Miel de naranjas' "me atrajo desde un principio porque se trata de una época fascinante para mí: la posguerra española y concretamente los años 50, porque se nota que está inspirada en un suceso real y porque la forma de contarla es muy rica y variada, con mezcla de estilos diversos que acaban conformando un thriller político de múltiples matices e influencia de muy diferentes estilos cinematográficos, que mostrará a toda Europa un episodio poco conocido, incluso para los propios españoles".
La protagonista de la película, Blanca Suárez, explicó que "llevamos una semana apenas de rodaje y yo creo que todos estamos descubriendo bastante de los propios personajes porque, a medida que va pasando el tiempo, te vas amoldando un poco a tu papel y lo vas conociendo más. Está siendo una semana muy tranquila y el rodaje no podía haber comenzado mejor, con mucha tranquilidad sobre todo". Es la primera vez que trabaja con Imanol Uribe y aseguró que "está siendo una experiencia muy buena. Tras los nervios de la pre producción, los ensayos y todo ese tipo de cosas, uno siempre empieza con un poco de miedo a todo, pero todo está yendo genial y ya estamos más tranquilos. Se trabaja, son horas, pero tampoco es una jornada especialmente larga".
Su pareja en el largometraje es Ibán Gárate para quien esta grabación está siendo "una gran experiencia. Hacer cine siempre es una gran experiencia, un pequeño reto para todos los actores".
En este sentido explicó que "conocer a tu propio personaje no es algo que ocurra en las semanas de rodaje, sino que dos meses antes ya lo empiezas a preparar y ha entenderlo. Yo he estado en Madrid en toda la fase de preproducción y ahora es la puesta en práctica: todas las anotaciones que has hecho en el guión durante esos dos meses, ahora es la puesta en práctica".
En este sentido reconoció que "hay una parte de nervios en la primera y segunda semana de rodaje porque hay que habituarse al sistema y al equipo, aunque afortunadamente yo ya conocía a una parte de sus integrantes y a los que no conocía, como es el caso de Imanol, la humanidad y el trato cercano que tenemos entre todos es lo que hace todo un rodaje mucho más relajado. Los nervios son lo peor porque te bloquean y no te dejan trabajar pero en este sentido estamos muy tranquilos y hay un gran ambiente, como por ejemplo para manejar los coches antiguos, que son enormes. El que yo llevo por ejemplo es un Packard americano que medirá siete u ocho metros, pero poco a poco te vas haciendo".
A Imanol Uribe lo describió como "un hombre muy cercano, algo que se agradece. Está muy abierto al diálogo también. Cualquier aportación al personaje por parte de los actores es muy bien vista y muy bien recibida. Luego la incorporamos o no, pero esa actitud de escucha hacia lo que queremos aportar todos está abierta. No es que yo vaya a descubrir a Imanol, porque ha hecho catorce películas y es todo un señor director que sabe muy bien la película que quiere hacer. No nos cabe la menor duda y eso nos lo transmite. Nosotros intentamos en ese sentido corresponderle con nuestra actuación a lo que él nos dice. Es un lujo estar con un director que ha ganado el Festival de San Sebastián y además soy vasco como él. Poco más puedo decir de él que no se sepa".
Para ambientar aún más la plaza en los años cincuenta, ni siquiera faltó la típica pareja de monjitas con grandes tocas blancas. Una de estas figurantes era Rosa Galán, una jerezana que se encontraba sin trabajo, la animó su hermana a presentarse a la figuración y ahora está viviendo "una experiencia única, inolvidable. Estoy muy emocionada y ahora mismo no me lo creo".
Entre las personas que se encontraban en la plaza contemplando el rodaje y buscando la oportunidad de ver de cerca a los actores estaba una joven estudiante, Marina Gallardo, que esperaba sentada en los escalones del Cabildo antiguo "porque nos encontramos a un hombre del rodaje que se encargaba de las luces y nos dijo que si nos queríamos hacer una foto con Blanca Suárez, así que hemos venido a verla".
En un par de ocasiones al menos hubo que empujar por la calle Chapinería cuesta arriba otro de los coches de época que, precisamente por ser antiguo, no tenía marcha atrás, pero cualquier contratiempo se iba solucionando. En cuanto sonaba la voz de Imanol Uribe diciendo "¡acción!" y sonaba la claqueta, el silencio se hacía entre el público congregado en la plaza de La Asunción y finalmente, a las cinco y media de la tarde, se oyó una vez más : "hemos acabado".
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