Monumento a Espartero en el Arenal
ESTEBAN González del Castillo y Juan Manuel González Fernández adquieren protagonismo en la historia jerezana por hacer realidad el proyecto de colegio de humanidades que dejó en su testamento Juan Sánchez. Colegio que a lo largo de 175 años ha ido mudando de nombres hasta ser conocido en la actualidad como Instituto Padre Luis Coloma.
Esteban González del Castillo había sido nombrado alcalde 1.º y presidente del Ayuntamiento el día en que comenzaba el año 1842. El nombramiento venía de la Corte y en esos momentos Baldomero Espartero ejercía de regente del reino. No debe sorprendernos el nombramiento si tenemos en cuenta que Esteban González del Castillo era el principal representante del Partido Progresista en Jerez y Baldomero Espartero era el corifeo de dicho partido.
Antes de acceder a la alcaldía, la plaza del Arenal, que en esos momentos le tocaba llamarse plaza de la Constitución, debía tener un aspecto deplorable, pues el flamante alcalde decía de ella que era "la afrenta de un Pueblo" y un "recinto de deformidad, y de escombros". Su intención era clara y decidida: cambiar el aspecto de la plaza. El 15 de enero (no hay duda de que 'madrugó') entregó en el Ayuntamiento un proyecto para crear una suscripción con el fin de acometer mejoras en el urbanismo de la plaza. Se levantarían edificios y se ampliaría el número de "establecimientos de todo géneros que allí pueden situarse con ventajas que quizá en ningún otro punto de la población se encuentren", lo que supondría "el empleo de capitales y la ocupación de toda clase de obreros" (que nadie se haga ilusiones; estoy hablando de 1842).
La propuesta de Esteban González del Castillo se leyó en el Cabildo municipal del 1 de febrero de 1842 y se le entregó a la Comisión de Obras Públicas para que redactara un informe. A esta Comisión le pareció excelente la idea, felicitó al alcalde por el proyecto presentado y propuso que se creara otra comisión (¡será por comisiones!) que buscara accionistas para la empresa que se quería constituir.
El domingo 13 de febrero (seguimos en el mismo año), a las siete de la noche, Francisco Pérez de la Riva, Francisco Montenegro, Manuel M.ª Fernández, Francisco García Pina, Patricio Garvey y José Antonio de Lavalle (la segunda comisión) se reunieron en la Casa Consistorial (ya estaba en el domicilio actual). Se acordó abrir un pliego bajo el epígrafe de "sociación para Construir Casas en la Plaza de la Constitución de esta Ciudad" en el que se irían recogiendo las firmas de los accionistas.
Las acciones estaban a 50 pesos fuertes, es decir, 400 reales cada una. Como esto tampoco dice mucho lo trasladaré a la actualidad: el equivalente al sueldo mensual de un pintor o un albañil oficial de primera (yo tampoco soy pintor ni albañil, pero conocerás a alguno; anda, pregúntale). Esta comisión logró colocar 274 acciones que se repartieron entre algo más de un centenar de accionistas.
¿Qué se pretendía? "Dejar la plaza toda a su nivel, diáfana y bella, correspondiendo a su destino de plaza principal". También se había trazado un plan de arbolado. Las casas que se edificarían estarían en el espacio que en esos momentos ocupaba el Cuartel de Milicias, en la actualidad el llamado edificio de los Arcos. Y, como proponía Esteban González del Castillo, si les parecía bien a los regidores del Ayuntamiento, se colocaría en el centro de la plaza una hermosa columna dedicada al duque de la Victoria para demostrar que Jerez no era insensible al sentimiento de gratitud hacia el 'Pacificador de España', al protagonista del 'Abrazo de Vergara' a Maroto. Este proyecto de monumento sería anterior, en muchos años, a los del general en Madrid o Logroño.
El monumento se apoya en una grada con tres escalones. Un plinto en forma de prisma cuadrangular contiene en una de sus caras laterales un relieve con el perfil del general y regente. Sobre ese plinto, una columna de estilo compuesto con fuste acanalado queda rematada por una flecha, dos palmas y una corona de laurel. Aunque no se indican las medidas, por las proporciones se podría calcular una altura total de unos 18 metros. A pesar de lo sencillo del dibujo, se pueden apreciar ciertos rasgos distintivos del general Espartero, la perilla y un tupé, algo más discreto que el que posteriormente llevara Tintín, protagonista de cómics.
El lunes 2 de mayo de 1842 se reunieron los accionistas en la sala de sesiones de la Real Sociedad Económica de Amigos del País para nombrar la dirección de la empresa. Propusieron para presidente de las Juntas generales a Esteban González del Castillo y para la dirección a Francisco Pérez de la Riva, Justo de Goñi, José Veyán, Juan Antonio de Salazar y Manuel M.ª Fernández. La propuesta fue aprobada por unanimidad, a excepción de López Malo, que quería que constase en acta que su voto, como vocal de la dirección, era para José Antonio de Lavalle. A continuación se aprobaron las reglas de la Asociación y se acordó imprimir la escritura y el reglamento, para distribuirlos entre los accionistas.
Documentación empleada: Archivo Municipal de Jerez de la Frontera, Actas Capitulares, 1842, N.º 1, folios 49 y 64 y Legajo 251, Expediente 7666, Asociación de mejoras públicas, 1842.
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