La ópera 'Otello', dispuesta a romper con los tópicos en su estreno en Jerez

Si por algo ha caracterizado a la Fundación Teatro Villamarta desde su creación hace ahora casi dos décadas, ha sido por su atrevimiento, por su apuesta decidida por determinadas producciones que en otros lugares del país e incluso en el extranjero no se atrevieron a respaldar. Su trabajo en esta parcela le ha servido para ganarse el respeto y el cariño de toda la familia lírica del país, y como ejemplo de ello no hay más que echar la vista atrás y enumerar sus reconocimientos, el último el de la Fundación Teatro Campoamor de Oviedo.

Bajo este prisma se presenta mañana en el teatro la ópera 'Otello', una coproducción con el Teatro Principal de Palma de Mallorca, y donde la fundación jerezana ha asumido el apartado musical. El montaje, con libreto de Arrigo Boito y una obra basada en el trabajo de Shakespeare, fue estrenada hace tres años en Palma de Mallorca aunque también se ha representado en Las Palmas. Ahora aterriza ahora en Villamarta, decidida a obtener el mismo éxito que en anteriores escenarios.

"Como teatro estamos orgullosísimos de haber asumido un reto como esta ópera, que es muy difícil -apuntó Isamay Benavente, directora del Villamarta, porque además es un reparto español y eso es también un objetivo conseguido".

La máxima responsable del teatro reconoció que la obra "va a quedar en el recuerdo", e hizo hincapié "en el trabajo del coro, un colectivo aficionado pero que en esta nueva etapa con Joan Cabero asume retos cada vez más difíciles".

Alfonso Romero, director de escena, aseguró que ha concebido 'Otello' "dentro de la tradición", es decir, "intentando tratar a los cantantes como si fueran actores", de ahí que detrás del montaje haya "un importante trabajo de mesa, porque se ha incidido mucho en los carácteres especiales de cada personaje, y en buscar aristas y colores dentro de cada uno de ellos, algo que quizás en otras producciones no se sacan".

Romero admitió que en su propuesta "he intentado huir de los clichés, la escenografía está basada en un elemento principal que es un gran barco, que en un primer momento aparece poderoso pero que se va descomponiendo y es en esa estructura donde Desdémona muere. También se han incluido elementos marineros como las cuerdas, que tienen su propia simbología".

Será ésta su primera experiencia en Jerez de ahí que ayer agradeciera "el apoyo que hemos tenido por parte del teatro, desde todo el personal técnico hasta el coro y la dirección. Se ve que lo que hacen lo hacen con ganas y amor".

Por su parte, Carlos Aragón, director musical, destacó "los claroscuros y la sensabilidad que hemos llegado a sacar de la partitura. Animo a la gente de Jerez a que venga", apuntó.

Del mismo modo, defendió el modelo de trabajo del teatro "que ha apostado desde el primer momento por los cantantes españoles. Es de los pocos teatros que apuesta por ellos, y aquí en España hay grandísimos artistas, por eso deberían ser los primeros en ser apoyados".

"Espero que disfruten con esta producción", expuso el cantante Albert Montserrat, que encarna a Otello A esta idea se sumó la soprano Yolanda Auyanet -que hará el papel de Desdémona-, mientras que el barítono José Antonio López (Yago) dijo que el estudio de la música de Verdi supone "sumergirse en un mar de placer continuo".

El elenco artístico lo completa María Ogueta (en el papel de Emilia), Emilio Sánchez (Casio), Manuel de Diego (Roderigo), Luis Álvarez (Ludovico), Andrés Bey (Montano) y Luis Martín (Heraldo). Además de la Orquesta Filarmónica de Málaga, también participa el Coro del Teatro Villamarta.

El argumento de 'Otello', ópera en cuatro actos estrenada en Milán en 1887, aborda una temática muy actual como es la violencia de género, aderezada en una trama de odios y envidias y lucha por el poder, que acaba con la muerte de Desdémona a manos de su marido, Otello, y el suicidio de éste.

La acción tiene lugar en Chipre y comienza con la celebración por parte del pueblo de la vuelta a la isla del general veneciano Otello. El malestar de Yago por no haber sido elegido para sustituir al general en su ausencia desencadena una posterior tormenta que tiene consecuencias para otros personajes y acaba en el fatal desenlace.