Jerez íntimo
Marco Antonio Velo
Jerez, 1918: pelea de vecinas, sosa cáustica en la calle Zarza y Carmen López Cepero
Pocos saben que la madre del emperador Adriano era una puellae gaditanae que se escapó del templo de Astarté. Y que la propia esposa del emperador, la emperatriz Sabina, nació en Gades, aunque se trasladó a Roma cuando su tío Trajano fue nombrado emperador. La emperatriz amarga, la última novela de Manuel Francisco Reina, recrea la vida "terrible y maravillosa" de esta mujer sepultada en la historia.
-Es la segunda vez, tras La coartada de Antínoo, que vuelve a la figura del emperador Adriano...
-Bueno, este acercamiento surge de una fascinación personal por el mundo de la Bética, y de dos ciudades como Gades e Itálica, que fueron las cunas de esos emperadores. Siempre se habla de Itálica pero Gades también era punto de origen. De Gades eran Sabina, Domicia, la madre de Adriano y también, probablemente, el propio emperador, como apunta una carta astral del templo de Serapis. Como Trajano, su tutor, sí era de Itálica, ha habido cierta confusión.
-Es difícil casar el perfil que presenta aquí con la imagen del emperador sensible y humanista que nos ha llegado, por ejemplo, de Marguerite Yourcenar...
-La visión que Yourcenar presenta de Adriano viene ya deformada por las tradiciones románticas y victorianas. Ella misma se ríe, en sus Cuadernos del norte, de los críticos sesudos que pensaban que había hecho una biografía exacta del emperador cuando en realidad era una versión personal, una especie de homenaje a su padre del que eliminaba, por supuesto, la parte más oscura de Adriano. Pero las fuentes de la época sí nos presentan los desencuentros y la terrible relación que existía entre Adriano y Sabina. Recientemente, el British Museum, en una exposición monográfica que dedicó a Adriano, dibujaba un perfil del emperador más cercano al que yo sugiero, y pienso que es porque nos basamos en las fuentes clásicas y en las últimas pruebas arqueológicas... Adriano, con todas sus grandezas, era un sociópata y un psicópata, capaz de lo más alto y lo más miserable.
-¿Era misógino?
-Tuvo un trauma de infancia que fue la pérdida temprana del padre, y culpó a su madre de abandonarlo. Pero fue gracias a ella que llegó a emperador porque lo puso bajo cuidado de Trajano. Curiosamente, Adriano tuvo problemas con muchas mujeres de su familia, pero con aquellas que eran más andróginas, como la abuela Marcia o Plotina, era bastante sumiso, con lo cual es casi un manual de psicología en su relación con las mujeres.
-Dice que Sabina fue la primera mujer maltratada de la que se tiene conciencia histórica...
-Hay noticias de otras mujeres, como Safo, de la que se dice montó la famosa Academia en Lesbos tras una relación terrible con su esposo. Pero no hay una documentación tan clara como en el caso de Sabina: Suetonio menciona que tomaba abortivos porque no quería tener un hijo se pareciera a "ese monstruo". Aun así, Sabina -que recibió el título de emperatriz del Senado, no de su esposo- no dejó de enfrentarse públicamente a Adriano. Era él quien imitaba a su esposa con los círculos intelectuales, y no al contrario. Sabina no tenía el perfil que pensaríamos en una mujer aplastada por el poder y la violencia masculina.
-¿Cuándo supo que la emperatriz Sabina tenía una historia?
-Pues es un conferencia a raíz de La coartada de Antínoo, alguien comentó que estaba claro que Sabina era una bruja y yo salí a defenderla: "Claro -contesté-, si a ti te hubiesen casado con once años con un maltratador, ¿cómo hubieses reaccionado?". Vi que había mucho material que era necesario poner en primer plano. La historia de Sabina me daba la oportunidad, además, de contar la historia de todas las mujeres de esa época y, en especial, las de esa familia, verdaderas forjadoras de la dinastía hispana en Roma, de Trajano, Adriano, Marco Aurelio.
-¿Cuál diría que fue la principal aportación de los emperadores españoles?
-No fue casual que los primeros emperadores no nacidos en Roma fuesen hispanos. Gades, por ejemplo, era una ciudad exenta de impuestos, el púrpura imperial partía de Melkart... Los emperadores españoles trajeron una segunda edad de oro y supieron ser respetuosos con la idiosincrasia de las provincias periféricas. La dinastía hispana fue muy hábil integrando todas las maneras de ser romano: griegas, egipcias, fenicias... El no nacer en Roma y ser considerados extranjeros hizo que miraran con otros ojos a los no patricios y asimilasen las costumbres ajenas.
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