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"El mejor de todos, mi tío es el mejor". Con un aplauso respetuoso de fondo, el grito emocionante y cargado de angustia de Barullito despedía ayer junto a toda la familia a Juan Moneo Lara 'El Torta' al filo de las cuatro y veinte de la tarde. Casi nadie pudo contener las lágrimas en el adiós del genial cantaor, que fallecía a los 61 años de edad en la madrugada del pasado martes de forma repentina. Porque Juan, fiel a su espíritu rebelde, quiso marcharse de este mundo de una forma distinta, ya se sabe, cosas de genio. Se fue el último día del 2013, cuando nadie lo esperaba, y fue enterrado en el Cementerio Nuestra Señora de la Merced el primer día de 2014. El golpe ha sido brutal, dejando a la saga de los Moneo de luto y muy tocada, ya que hace apenas unos meses perdió a otro de los nueve hermanos, José. Además, la muerte del artista priva a los aficionados más cabales de todo un templario del cante de pellizco, ese que hoy día está en claro peligro de extinción.
El cantaor de La Plazuela falleció en su casa de Sanlúcar de muerte natural mientras descansaba en el sofá. A última hora de la noche del lunes, Juan se sintió indispuesto y prefirió quedarse en el salón. Allí mismo lo encontraron su mujer y su hijo por la mañana, y desde allí fue trasladado al tanatorio de Jerez a primera hora de la tarde del martes donde fue velado por familiares, amigos y un buen número de artistas que durante toda la jornada desfilaron por las instalaciones.
La noticia comenzó a correr como la pólvora a medida que avanzaba el día y la sensación de incredulidad se apoderó de La Plazuela, su barrio, y donde el martes se vio llorar a más de un vecino a lágrima viva. Porque Juan, pese a su peculiar forma de ser, era una persona muy querida en todos los círculos.
La fecha tan señalada propició que muchas personas se acercaran el mismo martes por la tarde, entre ellos numerosos artistas como Diego del Morao, Jesús Méndez, Juanillorro, Diego de la Margara, Paco Lara, Diego Amaya, José Méndez, Niño Jero o Manuel Parrilla, y otros tantos lo hicieran durante todo el día de ayer, como por ejemplo Capullo de Jerez, Paco El Gasolina, María del Mar Moreno, Curro Carrasco, Luis Lara (visiblemente emocionado) José de los Camarones, El Londro, Miguel Salado....
También quisieron dar el último adiós a Juan representantes de las distintas peñas flamencas de la ciudad. Encabezados por el presidente de la Federación Local de Peñas Flamencas, Manuel Moreno, el tejido asociativo estuvo representado también por Los Cernícalos, la Peña La Bulería, Tío José de Paula, la Peña Terremoto o la Peña Luis de la Pica.
La capilla del tanatorio y la sala donde se encontraba el féretro se quedaron pequeñas para acoger a las numerosas personas que acudieron al sepelio. Todas quisieron dar el calor necesario a los familiares que recibieron múltiples muestras de cariño y acompañaron hasta el último momento a los Moneo, una piña en estos momentos tan difíciles.
Las lágrimas asomaron por los semblantes de muchos de sus fieles amigos y sobre todo por artistas, que de una manera u otra, han significado muchísimo en el día a día del cantaor. Periquín Niño Jero era uno de los más afectados y apenas podía articular palabra. Con los ojos enrojecidos de haber llorado, el guitarrista aseguraba que "se ha ido un gran amigo, uno de los grandes del cante y una persona irrepetible. El mejor cantaor de Europa", destacaba casi balbuceando.
El mismo rostro de desolación reflejaba otro tocaor, el jerezano Paco Lara, su último escudero guitarrístico de un tiempo a esta parte y que había vivido en primera persona el triste suceso. "Llevaba poco tiempo trabajando con él, pero era casi como un hermano, un compadre". Lara resaltó "la lealtad que ha tenido hacia mí en todo este tiempo dándome mi sitio" y en el plano artístico fue contundente: "Se ha perdido al mejor cantaor de Jerez, con él se termina una etapa y una forma de vivir el cante".
A la cita tampoco faltó una representación municipal, liderada por la propia alcaldesa de la ciudad, María José García-Pelayo, que optó por personarse en el tanatorio junto a los delegados Antonio Real y Antonio Montero para dar el pésame a la familia. Este último, delegado de Promociones Culturales, reconocía que "se nos va una persona con un marcado estilo propio y una seña de identidad para La Plazuela y Jerez. Creo que el tiempo le pondrá en su sitio porque ha sido un cantaor con una singularidad especial en el cante".
También lo hizo, aunque de manera telefónica, el obispo José Mazuelos, quien llamó personalmente a Manuel Moneo, patriarca de la saga, para expresarle su pesar.
Del mismo modo, la Consejería de cultura de la Junta envió sus condolencias a la familia a través de un comunicado en el que se recogía que la muerte de El Torta "deja al cante de Jerez sin uno de sus más importantes exponentes". Desde el IAF lamentaba que "se vuelve a estar de luto en un año especialmente trágico, en el que se han llorado demasiadas pérdidas".
A eso de las cuatro y media, el féretro era portado por sus sobrinos, hermanos y cuñados en medio de la ovación de todos los presentes. El corazón de muchos quedó roto y compungido y la impotencia y desolación fue protagonista por unos minutos.
El repentino adiós de Juan Moneo 'El Torta' rompe una dinámica abrumadora en los últimos tiempos, donde se había convertido en uno de los cantaores con más actuaciones. De hecho, apenas un día antes había estado cantando en una fiesta privada en Jerez y en la semana previa había llevado su quejío hasta un tablao de Torremolinos.
El 2014, por su parte, también se presentaba para el cantaor especialmente halagüeño, pues además de tener cerradas algunas actuaciones, como por ejemplo el día 1 de febrero en Murcia, se había embarcado en un proyecto especial junto a Josema García-Pelayo y Juan Alfonso Romero, Mixtolobo, que tenía fijadas varias fechas para este nuevo año, una de ellas en el Festival de Jerez el día 1 de marzo y varias citas más en diversas ciudades españolas.
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