El artista jerezano Alejandro Valle gana el Premio Ciudad de Pego
Diario de las Artes
Actualmente trabaja como profesor de la Facultad de Bellas Artes de Granada
Existen ciudades y pueblos que están estrechamente vinculados a las Artes Plásticas, con apuestas definitivas por lo artístico. Los gobiernos de los Ayuntamientos y Diputaciones – los más avispados y lúcidos que, aunque parezca algo difícil de encontrar, los hay – se han dado cuenta que la cultura vende y es todo un banderín de enganche para que las políticas culturales desarrollen sus especialísimas fórmulas benefactoras. Que se lo pregunten, si no, a Francisco de la Torre, Alcalde de Málaga, que con sus acertadas actuaciones culturales, convirtió el visitante de sol y playa en turista consumidor de propuestas museísticas. Ahora es fácil encontrarse con muchos pueblos que tiene gran apego a lo artístico y promueven certámenes, premios, becas y cursos que son constantemente solicitados por todo tipo de creadores que ven en ellos infinitas posibilidades para sus intereses artísticas, dadas las dificultades existentes para encauzar y dar a conocer sus obras. Valdepeñas, Tomelloso, Alcalá de Guadaíra, Quesada, el Paular, Genalguacil, por citar sólo algunos, son buena muestra de localidades volcadas con el arte, que cuentan con certámenes y premios de arte que son estaciones término hasta donde los artistas acuden buscando actuaciones importantes que incidan positivamente en la difusión de sus obras, a la par que un medio donde encontrar salida económica para sus trabajos.
La población alicantina de Pego, situada al norte de la provincia, lindando con Valencia, en la comarca de Marina Alta, lleva tiempo haciendo posible el Certamen Villa de Pego, que este año ha llegado a su cuadragésimo octava edición. Casi cincuenta años organizando un premio que cuenta con una gran aceptación entre los artistas de toda España. Aceptación y perdurabilidad que vienen dadas, no cabe la menor duda, por haberse hecho las cosas muy bien. Esto ha sido posible porque, desde siempre, se ha contado con jurado fiables, en quien confiar ya que las personalidades que los han conformado son verdaderos actuantes en el mejor arte contemporáneo. Durante estos años auténticos especialistas de la creación más actual han sido llamados para que, con sus decisiones, los certámenes no ofreciesen duda y la seriedad y el rigor fuesen los verdaderos motores de unos premios absolutamente consolidados en el la concursística nacional. La nómina de especialistas que han fallado el Certamen en estos años es de primerísima categoría: Eusebio Sempere, Vicente Aguilera Cerni, Santiago Amón, José María Yturralde, Román de la Calle, Arcadi Blasco, Salvador Soria, Antoni Miró o Juana de Aizpuru, entre otros. La importancia del Premio también viene dada por la no despreciable cantidad de su dotación, cinco mil euros a la obra elegida. Asimismo hay que reseñar que las piezas ganadoras pasan a engrosar el Museo de Arte Contemporáneo de la Ciudad de pego. Algo importante que difiere mucho de lo habitual cuando las obras pasan directamente a las paredes de despachos y oficinas. De esta manera, la colección de premiados en el Certamen es de importancia: Juan Manuel Brazam, Francisco Molinero Ayala, Adriá Pina, Carmen Grau, Carolina Ferrer, Encarna Sepúlveda, Javier Garcerá, Nico Munuera, Javier Palacios o el Equipo Límite, por citar sólo algunos.
La presente edición ha contado, como es habitual, con un jurado de prestigio, presidido nada menos que por Vicente Todolí, que fue Director de la Tate Modern de Londres y, en la actualidad, ejerce como Director Artístico del Pirelli Hangar Bicocca de Milán, uno de los centros de arte más importantes y con más prestigio de la actualidad. Teniendo como miembros a José Luis Pérez Pont, crítico de arte y al profesor de la Universidad de Valencia y, también, crítico de arte, Ricardo Silvestre Vaño; ejerciendo como secretaria del jurado Marisol Cendra Vicenç.
La edición número cuarenta y ocho del Certamen nacional de Pintura Villa de Pego ha contado con una participación de trescientas ochenta y ocho obras, resultando ganadora la obra ‘G.Pz. Mk VI # cfca56. Jelly Tanks Series One’ de la que es autor Alejandro del Valle Cordero, artista nacido en Jerez y afincado en Granada, donde es profesor de la Facultad de Bellas Artes. La obra parte de un complejo proyecto donde se conjugan amplios espacios filosóficos de autores diversos y tratamientos de mineralogía, buscando símbolos que trascienden el tiempo, las barreras culturales y el propio sentido del arte. La pieza ganadora es, además un guiño a la obra de Sandra Botticelli, ‘La Venus y la muerte’, con ese escenario, ahora, tan trágicamente de actualidad. Una obra poderosa en fondo y forma que abre las compuertas de un arte total donde todo es susceptible de marcar nuevas rutas; rutas donde tienen cabida todas las experiencias, desde el amor hasta la muerte.
Alejandro del Valle Cordero nació en Jerez en 1982, estudio Bellas Artes en la Facultad granadina, doctorándose en Humanidades en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona con la tesis titulada ‘Primitivismo en el Arte de Ana Mendieta’, obteniendo Sobresaliente Cum Laude. Ha estado becado en numerosas universidades y trabajó en el MOMA Archives and Library de Nueva York. Actualmente pertenece al Departamento de Pintura de la Facultad de Bellas Artes de Granada.
Se trata de un artista joven, formado conscientemente y cuya obra no es producto de una fácil decantación plástica sino que encierra muchos de los postulados del arte contemporáneo donde continente y contenido se amalgaman en un sistema creativo de profundas raíces conceptuales.
También te puede interesar
Lo último
Tribuna Económica
Carmen Pérez
Los gastos navideños y sus pagos
El parqué
Avances al inicio de 2025
Quizás
Mikel Lejarza
¿Pueden pensar la máquinas?
La tribuna
Un rey excomulgado dos veces