Julio Mariscal Montes: Cien poemas y mucha vida
Blanca Flores presenta en la Fundación Caballero Bonald su obra sobre el poeta arcense presentada por Juan José Téllez.
Francisco Vidal Yuguero, en la Academia San Dionisio
Jerez/La Fundación Caballero Bonald albergó ayer la presentación del libro ‘Julio Mariscal Montes: Cien poemas’, edición de Blanca Flores, que selecciona un centenar de las composiciones más significativas de la obra literaria de este escritor arcense, en la editorial La Isla de Siltolá. El acto contó con la presentación de Juan José Téllez y la intervención musical de Paco Luque y Salvador Valle, además de la presencia de Francisco Zurita, delegado de Cultura del Ayuntamiento de Jerez.
“Julio Mariscal Montes cultivó una poesía de validez universal y su influencia entre coetáneos y epígonos fue de trascendental importancia para la poesía española contemporánea. Su legado es el valioso ejemplo de un testimonio inigualable de la época que le tocó vivir. Su capacidad lírica, sobria y equilibrada, le han permitido mantenerse en el imaginario colectivo de la poesía del 50”, apunta Blanca Flores.
Blanca Flores, subdelegada del Gobierno en la provincia de Cádiz, es doctora en Filología Hispánica y profesora de Lengua y Literatura y ha ejercido como
Inspectora de Educación. Pertenece a RIET, Red Internacional de escritores por la tierra y es la presidenta de la Asociación de Amigos de Fernando Quiñones. Ha publicado la edición crítica de la Obra Completa de Julio Mariscal y el estudio y recopilación de Las Mijitas del Freidor de Fernando Quiñones.
Blanca Flores ha investigado fundamentalmente sobre poesía española de posguerra y la Generación del 50, centrando buena parte de sus estudios en el grupo Alcaraván de Arcos y el ya citado poeta Julio Mariscal.
Perfil de Julio Mariscal Montes
Julio Mariscal Montes (Arcos de la Frontera, 18-11-1922 / Jerez de la Frontera, 29-11-1977), maestro nacional y poeta, fue el hijo menor del matrimonio formado por Aurelio Mariscal Sandoval, comerciante de tejidos, y Josefa Montes Iyázquez. Julio Mariscal quedó huérfano de padre con once años y estuvo muy vinculado emocionalmente a su madre. Se sintió atraído por la poesía ya en la adolescencia, edad desde la que vivió su homosexualidad con un sentimiento de culpa acrecentado por su religiosidad, su proclividad al desequilibrio nervioso y la represión social.
De todo ello derivó un profundo sentimiento de diferencia y soledad.
Cursó Magisterio en la Escuela Normal de Cádiz (1945-49), donde conoció a los jóvenes que publicaban la revista El Parnaso (1948-50), luego convertida en Platero (1950-54). Esto le animó a fundar en su Arcos natal, con la ayuda de los hermanos Antonio y
Carlos Murciano, el grupo y revista Alcaraván (1949-56). También codirigiría la revista madrileña Arquero de Poesía, luego titulada Arquero (1952-54, 1954-55), junto con Rafael Mir Jordano, Gloria Fuertes y Antonio Gala, además de publicar en otras revistas.
Como maestro estuvo destinado en Cádiz (1950), El Bosque (1951-55), Espera (1955-56), Santa Bárbara de Casas (1956-57), Paterna de Rivera (1957-67, donde se acentuó su pasión por el flamenco y promovió un festival de peteneras) y Arcos (de 1967 hasta el final).
Mariscal publicó sus poemas en fechas relativamente tardías, lo que explica su adscripción a la generación del medio siglo. Sus fuentes estéticas son el clasicismo andaluz, la poesía flamenca y neopopularista y el simbolismo intimista, junto con alguna huella cernudiana. Su escritura parte de la experiencia, pero las anécdotas personales se difuminan a la manera machadiana en una atmósfera emocional. Es Mariscal un poeta existencial y fatalista volcado en tres grandes temas: el amor, Dios y la tierra; sus moldes preferidos, los alejandrinos, la silva blanca y la silva libre impar, junto a los sonetos y una poesía flamenca aún hoy en gran parte inédita.
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