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Flamenco
Como anunciábamos justo hace tres semanas en esta misma sección, la entidad vasca BBK, que hace tres años aterrizó en Andalucía con su ciclo flamenco, ha producido un segundo disco en nuestra tierra. Tras la grabación Nueva frontera del cante de Jerez 2008 del pasado año, que reunió a los jóvenes valores de la tierra, llega Mujerez un disco que reúne el arte de tres grandes damas del cante gitano de Jerez: Juana la del Pipa, Dolores Agujeta y Tomasa Macanita. La obra será presentada en directo en los Jardines de La Atalaya jerezanos el próximo viernes. La entrada es por invitación y estas pueden ser recogidas en las oficinas de la citada entidad.
La naturaleza de este disco es muy similar al anterior de los jóvenes, y lo mismo ocurre con la metodología que se ha seguido para grabarlo. Se trata de una grabación de cante y toque sin concesiones para la que se ha reunido a las artistas protagonistas dándoles toda la libertad para que fueran dejando su cante. Es la filosofía de los tres productores que repiten experiencia -Alfredo Benítez, José María Castaño y Gonzalo López- y que viene a coincidir con la que se siguió para otros grandes hitos históricos de la tierra como pueden ser las grabaciones Canta Jerez, Juncales de Jerez-Los Cayos Reales o las dos ediciones de Nueva frontera del cante. La bondad de la fórmula la vino a confirmar la mayor de las cantaoras, Juana Fernández. En la presentación del espectáculo donde se ofrecerá la obra, reconocía que el mérito era de "ellos", en referencia a los productores y, también, al guitarrista Manuel Moreno Junquera "Moraíto". "Ellos les habían dado calor, cariño y mucha paciencia", -dijo la cantaora, mientras que ellas habían hecho lo que saben hacer: cantar.
Y mucho cante es lo que, efectivamente, hay en este Mujerez. Cada una de ellas deja registrados cuatro, y las tres firman juntas una espeluznante, por intensa, ronda de tonás. Cada una tiene un metal de voz y las tres componen una aleación única de jondura. Ese resultado, sólido y cohesionado, no es sin embargo casual. Como afirma Alfredo Benítez no sólo se trataba de reunir estos tres preciosos metales, sino también de "conseguir darle efecto a las tres capacidades" que ellas representan. Los otros dos productores, Castaño y López, señalan igualmente la labor del guitarrista Moraíto por su entrega desinteresada y su labor "tan importante como la de los productores e imprescindible por su contribución a una comunicación artística" que ellos consideran difícil de explicar.
El cante contenido en Mujerez está lleno de ecos y de sentimientos familiares. Juana Fernández de los Reyes "La del Pipa" (1948) entronca su arte con la familia de los Terremoto y recuerda a Borrico con su garganta rajá. La tía del bailaor, que sólo había registrado su cante en la citada grabación de los Juncales, deja aquí fandangos, tientos, unas bulerías de compás y otras para escuchar que son un monumento. Dolores de los Santos (1960) lleva en la sangre el antiguo desgarro de la saga de los Agujeta, y su cante es doliente y enrabietado como pocos. En el disco, su dolor se desborda en la seguiriya o en la toná, sin que la soleá o sus fandangos queden al margen del eco marca de la casa. Hasta para la guitarra eligió la compañía de su hijo Dieguito. Tomasa Guerrero La Macanita (1968) es la más joven, pero conocido es el sabor añejo que se hace presente en la canónica soleá que deja impresa con ecos que van de Triana a Jerez. Ella es, además, la que pone color al repertorio cantaor con la interpretación de una malagueña, que borda, y del taranto rematado en cartagenera.
El disco, justo es reseñarlo, fue grabado en apenas un par de tardes en los estudios La Bodega de Josema García Pelayo, y los registros han sido respetados al máximo para mantener en lo posible la magia que allí se produjo.
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