Navidad en Jerez
Ruta de tabancos y montaditos para este puente

Conmemoración del centenario del nacimiento de Francisco Pinto Berraquero

Academia Hoy

Francisco Puerto Pinto, Gonzalo Martínez Andrades, Francisco Fernández García-Figueras y Juan Salido Freyre, en la mesa redonda sobre el escultor jerezano

'Emparrados', cultura trepadora jerezana

Francisco Pinto Berraquero, en la Academia de San Dionisio en un acto de 1999.

Tras la finalización del Ciclo Medicina y Sociedad que se ha venido desarrollando durante la últimas semanas, la Real Academia de San Dionisio continúa este martes su programación semanal con una mesa redonda conmemorativa del nacimiento de quien fuera Académico de Número de dicha institución, Francisco Pinto Berraquero.

El escultor jerezano Francisco Pinto Berraquero nace el 6 de julio de 1924 en Jerez de la Frontera. Su trayectoria artística se inicia en el oficio como aprendiz en el taller de su padre, el tallista Lutgardo Pinto Ruiz. A los 13 años su padre lo inscribió en la Escuela de Arte y Oficios Artísticos de Jerez, facilitándole así un entorno en el que podía obtener una formación más completa que la que podía recibir en un taller. De allí pasó a las facultades de Bellas Artes de Sevilla y Madrid. De este modo, se inició un largo periodo formativo que ocupó toda su juventud, hasta 1950. Difíciles años en la que este país sufrió los terribles efectos de una Guerra Civil a la que siguieron años de carencias y restricciones sociales y culturales. Junto al artista Manuel Romero Fernández, fue uno de los primeros jerezanos en cursar estos estudios universitarios de Bellas Artes.

En 1965 ingresa como profesor de modelado en la Escuela de Artes y Oficios de Jerez, de la que fue alumno en su infancia. Desde ese momento y hasta su jubilación impartió clases de Modelado e Historia del Arte, y formó parte del equipo de dirección del centro junto a su antiguo compañero Manuel Romero. Esta ocupación lo mantuvo al día de los logros y avances en el arte de su época, que trasladaba con entusiasmo a sus alumnos.

A pesar de estos logros, la precariedad de los años sesenta y setenta del siglo XX le empujó, como a otros muchos artistas, a asociarse entre 1962 y 1985 con su antiguo discípulo, Manuel Prieto Fernández. Durante estos años realizaron numerosos trabajos de imaginería, reproducciones de imágenes religiosas y obras decorativas, incluso emprendieron una actividad empresarial a través de un pequeño comercio de artículos artísticos dirigida a profesionales y aficionados al arte.

No será hasta las décadas de los ochenta y noventa, una vez que la estabilidad profesional le permitió invertir tiempo para adentrarse en un proceso creativo intenso, cuando se producen las obras más personales, que sigue dedicando al estudio del desnudo y los oficios de su tierra, a la que se añaden otros motivos más universales como las emociones, la expresión del movimiento y el vacío, la luz y el espacio, que le dirigieron a una conceptualización formal que mantuvo siempre la impronta de lo figurativo y a la pintura.

Mientras su labor en el ámbito de la imaginería entre 1955 y 2000, ha sido ampliamente reconocida en el contexto jerezano y regional, formando parte del elenco de artistas cuyas obras son ya patrimonio histórico de catedrales, parroquias y hermandades, el intenso y silencioso trabajo que realizó en paralelo, sólo empezó a ser reconocido y expuesto al final de su trayectoria artística y vital, en los años noventa, animado y empujado por su círculo más cercano de amigos y familiares.

Falleció en 2004 tras una larga enfermedad que no le impidió abandonar el dibujo y el modelado hasta sus últimos días.

En la mesa redonda intervendrán:

El acto tendrá lugar en la sede social de la Academia, sita en calle Consistorio 13, este 3 de diciembre a las 19:30 horas, siendo libre el acceso hasta completar aforo.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Winnie The Pooh: El bosque sangriento | CRÍTICA

Terror cutre para apóstatas de su infancia

Lo último