Seis 'domus' restauradas invitan a conocer la vida en Pompeya

Hay disponibles dos recorridos por la conocida ciudad: la visita a las casas y el acceso al Anfiteatro y el Gimnasio Grande

Vista de la 'domus' Paquius Proculus, una de las seis restauradas.
Vista de la 'domus' Paquius Proculus, una de las seis restauradas.

El contraste entre la vida de la clase media pompeyana y el lujo de los comerciantes se puede apreciar desde el pasado jueves en la ciudad de Pompeya, el yacimiento arqueológico romano mejor conservado, gracias a la reapertura de seis de sus domus o casas recientemente restauradas.

"Son seis domus que sorprenderán y emocionarán porque permitirán descubrir pequeños detalles de la vida cotidiana que son hoy conservados y que demuestran que Pompeya puede ser una experiencia diferente cada vez que se visita", afirmó el primer ministro italiano, Matteo Renzi, durante el acto de apertura. "Ahora se podrá ver con ojos nuevos Pompeya y descubrir elementos diferentes para no habituarse a la belleza, no hay que caer en eso, en habituarse a lo bello", agregó.

Las casas restauradas son la Fullonica di Stephanus, la Casa del Criptoportico, la Casa di Paquius Proculus, la Casa del Sacerdos Amandus, la de Fabius Amandio y la Casa dell'Efebo. Para descubrir y sorprenderse con estas viviendas, los responsables de esta joya considerada Patrimonio de la Humanidad desde 1997 han organizado dos recorridos: uno que guiará a los turistas a través de cada domus y otro que permitirá acceder al Anfiteatro y al Gimnasio Grande. Los visitantes podrán admirar los frescos pintados con el famoso color rojo pompeyano que en escenas mitológicas y luchas de gladiadores decora paredes de habitaciones, recibidores o salones, pero también rodear impresionantes mosaicos que cubrían todo el suelo de una estancia y asomarse a las ventanas que conectaban con los jardines interiores.

La Casa dell'Efebo, por ejemplo, era una majestuosa construcción que "podría haber pertenecido a un comerciante de vino", según los responsables que gestionan el complejo de Pompeya, y que permite imaginar la riqueza y el lujo de los que gozó entonces la familia que allí habitaba. Precisamente uno de los elementos más interesantes de ese lugar es el gran jardín interior, que contaba con una pérgola sostenida sobre cuatro columnas, que aún se conservan, y cuyo interior estaba decorado con pinturas policromadas.

La Casa del Criptopórtico, sin embargo, debe su nombre a un inmenso pasillo con grandes ventanas que facilitaba la entrada a cuatro ambientes termales, mientras que la domus Fullonica di Stephanus, uno de los lugares más importantes de la vida de los pompeyanos, era utilizado para lavar la ropa y como tintorería.

Pero el público también conocerá cómo era la forma de vida de la clase media pompeyana gracias a la casa di Fabius Amandio, que tenía dos pisos y en el superior un gran balcón que daba a la calle Via dell'Abbondanza (Vía de la Abundancia).

El proyecto de restauración de estas estructuras contó con una inversión de más de tres millones de euros y se enmarca en el Gran Proyecto Pompeya, anunciado bajo la administración de Mario Monti en 2012 y destinado a frenar los derrumbes en el yacimiento arqueológico. Dicha iniciativa cuenta con una financiación de 105 millones de euros, de los que 78 millones proceden del Fondo para el Desarrollo Regional de la UE (Fondos Feder) y 27 millones de las arcas italianas. "Es importante conservar el entorno de Pompeya porque es Patrimonio de la Humanidad, no de Italia, sino de todo el mundo", apuntó el ministro de Cultura, Dario Franceschini.

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