Una especial adoración

Diario de las Artes

RAFAEL LAUREANO

Espacio EXzéntrico

SEVILLA

Obra de Rafael Laureano.
Detalle de una obra de Rafael Laureano.
Bernardo Palomo

14 de marzo 2024 - 05:02

A Rafael Laureano lo conocí cuando estaba iniciando la carrera de Bellas Artes. Entonces me encontré con un joven que mostraba muy buenas maneras a pesar de estar en los inicios de su periodo formativo; un joven que tenía buena mano y que, además, hacía gala de mucho desparpajo para con la pintura. No parecía sólo un alumno que supiera definir correctísimamente lo que la mirada pudiera captar; un simple aficionado con aptitudes -en él, también, se vislumbraban muy buenas actitudes-. Había más, mucho más. Era un joven a quien seguir. Cosa que hice encantado y de lo que no me arrepentí. Pronto comenzó a hacerse notar por ser autor de una pintura con mucha personalidad, solvencia creativa y entidad artística. Argumentos que son difíciles de ver en los que están empezando. No tardó en hacerse un hueco en el mundo de la cartelería, sobre todo, en la de Semana Santa; a la que imprimió un sello particularísimo, distinto a la muy pobre y manida que tan habitual era; una cartelería que él hace distinta y llena de contundencia -formal y conceptual-; algo que, después, muchos han querido ofrecer con muy dispar suerte; casi todos con demasiados efectismos, escasa enjundia artística y queriendo empatizar y convencer los intereses de aquellos que sólo se entusiasman con lo simple y epidérmico. En este campo obtuvo reconocimientos de importancia –carteles del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen del Rocío, el de Granada Jerusalem Celeste, el de la Esperanza de Triana, el de la Semana Santa de Huelva, el del Rosario de los Humeros, el de las Glorias de Sevilla, entre otros muchos-. Obtuvo la Beca de la Fundación Antonio Gala de Córdoba, de tanta significación para los mejores jóvenes con poderosos argumentos; siendo su obra demandada desde todos los sectores.

Obra de Rafael Laureano.
Obra de Rafael Laureano.

Rafael Laureano es un pintor de muchísimo oficio; con una técnica asombrosa, capaz de asumir cualquier situación por compleja y difícil que fuese; también con una idea artística diferente, con la realidad mostrando todo su sentido representativo y alejada de las pacatas formulaciones de mucha de la pintura figurativa al uso. Es un pintor que se adentra por la esencia más que por el relato. Por eso, su pintura desentraña, sobre todo, el espíritu de lo que narra. Es un artista de argumentos contundentes y muy bien registrados desde situaciones convincentes por su desarrollo ilustrativo en el que lo real deja entrever asuntos íntimos que sobrepasan las meras posiciones inmediatas.

Obra de Rafael Laureano.
Obra de Rafael Laureano.

Ahora presenta su obra en la galería sevillana Espacio EXzéntrico, en el Barrio de los Remedios, un muy cuidad conjunto de obras donde se pone de manifiesto ese particular concepto estético del artista por el que todo queda supeditado a un continente cuidadísimo, con las ofertas plásticas típicas del autor; un dominio de la forma apabullante y un contenido excelso que patrocina la visión de una idea de profundo poder significativo. La exposición nos sitúa en los parámetros habituales de Rafael Laureano, esos que, ya, descubren a un pintor consolidado y con un lenguaje personal e intransferible y que no son otros que unos planteamientos pictóricos muy bien acondicionados plásticamente desde esa poderosa idea muy acertádamente dispuesta conceptualmente. Pintura poderosísima que se ve acondicionada por elementos extrapictóricos que acentúan el propio carácter de la obra; todo un sistema compositivo que mediatiza la realidad y abre un abanico ingente de posiciones y circunstancias tanto plásticas como semánticas. Porque Rafael Laureano nunca plantea una obra con un único sentido; menos como mero recurso estético; su trabajo compendia diversas situaciones a la búsqueda de un final generador de un concepto interesado.

Obra de Rafael Laureano.
Obra de Rafael Laureano.

En la muestra el artista se sitúa ante el concepto de adoración, de culto; culto no sólo a lo religioso sino a todo lo que existe, a la naturaleza, al hombre, a lo divino, a la cultura. Obras que aparecen a modo de relicarios donde lo natural pierde su propia realidad y se cosifica; donde las imágenes religiosas adquieren forma icónicas transgrediendo el propio sentido que las conforma y pasando a un discurso casi doméstico, como simples lares y penates o, también, ese culto a los famosos, a lo que esta moda, al fenómeno de masas.

Rafael Laureano vuelve a ponernos en la sintonía de un artista total. Aquel jovencito que llamó la atención por sus infinitas cualidades se ha convertido en un artista grande, completo y con las ideas infinitamente claras. Un artista con un lenguaje muy personal y un concepto artístico que lo hacen totalmente diferente.

stats