Exposición de Ángeles Lobatón: Ese rigor poco habitual
Expone en Espacio Abierto, en Jerez
Cada día es más frecuente, quizás llevado por los muchos años y las infinitas aventuras ante el arte en general y la pintura en particular, que me pregunte dónde reside el verdadero valor de lo artístico. Cada día tengo más dudas. Mi cuestionamiento es constante. Los muchísimos siglos de la Historia del Arte; sobre todo, desde finales del siglo XIX para acá, sólo han hecho aumentar las dudas; abrir infinitas inquietudes y crear desasosiego ante la pura creación artística.
Está claro que no sólo es la simple representación el objetivo final de lo artístico. Ya, también, se ha superado aquello de la mera expresión de los sentimientos. Tampoco satisface plenamente lo tantas veces manifestado de 'pellizcos del alma'. No es fácil dar con los verdaderos postulados que llevan a las estrictos criterios que valoren el arte. Es todo un poco; pero falta mucho. Así lo considero después de casi cincuenta años en la más absoluta cercanía de la creación artística. Dudas y más dudas; inquietud tras inquietud y, además, expectación, mucha expectación por lo que se observa, por lo que la mirada descubre, por lo que emociona; también, por lo que el ojo rechaza y el corazón esquiva. Esto es algo que se produce porque, por encima de todo, amamos la creación, porque nos sentimos inmersos en una pasión por la plástica y porque, ¿qué sería de nosotros, sin esas dudas, sin esos cuestionamientos, sin esas formulaciones dialécticas?
Todas estas reflexiones me han surgido tras la contemplación de la exposición de Ángeles Lobatón en la Sala Espacio Abierto; exposición que inaugura la programación de la quinta temporada de la sala que dirige Lucía Franco y que se encuentra en la calle Alvar López - escueta céntrica vía que transcurre desde plaza Plateros hasta calle Eguiluz, tras la Biblioteca Pública-. Quinta temporada, que no es poco, canalizando la obra de un segmento amplio de autores de esta ciudad que actúan con entusiasmo y dan profundo dinamismo a la pintura que se hace en Jerez. Ángeles Lobatón es una veterana pintora. Autora con una bien consolidada formación académica, adquirida en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla. Y es precisamente esta formación en la antigua Escuela Superior Santa Isabel de Hungría, la que sustenta el carácter de la pintura de esta artista.
Sus obras dejan entrever los muy buenos gestos pictóricos que se caracterizaban en el tiempo en los que la autora jerezana estudiaba. Los planteamientos típicos de una escuela y de un momento determinado que se observan en el manejo del dibujo sustentador, en los desarrollos representativos y, sobre todo, en los colores utilizados. Estos tonos terrosos, cálidos, de poderosa simbología cromática son las típicas gamas utilizadas en la pintura sevillana de los años cincuenta y que hicieron fortuna hasta que llegaron los esplendores coloristas de esa figuración mágica que inundó la pintura realista que se ha hecho en Sevilla durante los últimos tiempos. La paleta de Ángeles Lobatón está inundada de ese rigor cromático tan habitual en lo que se cocía en las antiguas aulas del que fuera estudio del pintor Gonzalo Bilbao. Su figuración es pulcra, con mucho sentido, bien estructurada técnicamente; además, con un punto mágico que la hace destacarse de los igualatorios planteamientos de esa pintura tan al uso.
.
Me interesan, sobre todo, los paisajes de simples conformaciones dibujísticas, con una soltura compositiva adecuada y un escueto realismo que le dan un sello personal. Son obras sencillas en su dificultad, que dan un paso más en la representación realista, dejando un hueco muy interesante para destacarse de los habituales episodios ilustrativos. La pintura de Ángeles Lobatón alcanza cotas de suprema expresividad, huye de la simple copia del modelo y de los efectismos miméticos, para adentrarse en una realidad más personal; con un sello entusiasta por los colores cálidos, por las tintas terrosas, por los ocres valientes y los sienas bien escogidos y llenos de contundencia plástica.
Ángeles Lobatón es pintora amante de la pintura. ¿En qué consiste esta afirmación casi de perogrullo? Pues que es de las artistas que siente y aman la pintura en general; la suya y la de los demás -algo, esto, no muy habitual en una profesión donde abunda la supervaloración del ego y donde lo mío es sólo lo válido-; es autora que se ve en todas las exposiciones, que gusta hablar de pintura y que, además, está al tanto de lo que ocurre - algo, esto también, poco habitual entre hacedores y actuantes-; asimismo es conocedora de la historia de la pintura e investigadora nata. Me he alegrado mucho de su exposición porque es pintora que puede aportar; necesaria en este proceloso mar de aguas agitadas.
Es, además, autora de una pintura que encierra muchos de los registros que hicieron fortuna en una parcela amplia de la creación, con artistas de preclaras luces y actuaciones que aportaron mucho al discurrir de una pintura que, sin duda, necesita, un reposo y un repaso en su inexorable existencia de indómita carrera, ¿hacia dónde? No creo que nadie lo sepa.
También te puede interesar